No me has olvidado

Kai vio adónde le señalo La tía que iba a llegar Minerva, cuando de repente cayó algo dentro del Mar del olvido, era la hermosa Minerva.

Kai nadó hacia su encuentro y la tomo en sus brazos.

-¿Kai? ¿Eres tú verdad? ¡No estoy soñando!- dijo Minerva.

Kai la vió ella hablaba y respiraba dentro de ése mar.

¡Si, soy yo!

¡He venido hasta acá, para verte de nuevo! Dijo Kai emocionado mientras tomaba su rostro y le besaba los labios.

La tía al verlos,los dejo un rato solos, llevando el presente en sus manos, la flor de Brugmansia, que representa el olvido.

-Recuerdo muchas veces que desee olvidar y aún que oliera su aroma, nunca pude lograrlo - dijo tristemente la Tía contemplando sus flores.

¡Kai, por qué no has venido por mí antes!

Lo que me están dando hacen que olvide lo que he amado, no recuerdo el rostro de mis padres, mis hermanos no sé cómo son.

Esto no está bien.

Aparte ese tritón, que me rapto quiere casarse conmigo.

No entiendo nada.-dijo con voz melancolica Minerva

-Por eso vine hasta acá, para poder hablar contigo, debes creerme te sacaré de la isla.

Te llevaré con tus padres.

No quiero perderte.

No quiero verte sufrir.

Eres el mar entero para mí.- le decía acariciando el rostro de Minerva.

-Jovenes no es de mi incumbencia, pero el tiempo se les está agotando, aquí el tiempo es diferente, además Minerva llega en modo espiritual hasta acá, y pues tú no, una escama de tu cola ahora es mía.

En ella se deposita un recuerdo tuyo Kai.

Has perdido el recuerdo de la voz de tu madre.

Cada vez que llegues aquí, olvidarás algo.

Igual para ti Minerva, has olvidado un recuerdo de tu infancia con tus abuelos- dijo tristemente La tía.

-Tía gracias por dejarme ver a Kai nuevamente - dijo sonriendo Minerva.

-Muchas gracias se lo agradezco, mi señora.

Dijo Kai inclinando la cabeza.

Al hacer esto, La tía observó una marca de nacimiento en su cuello.

-Kai, tu madre es una sirena.- preguntó La tía

-Si, mi señora,mi madre es una sirena.- respondió Kai .

-Deseó que mañana se vuelvan a ver, los espero a ambos y cómo tributo tráeme lo siguiente Kai, un mechón del cabello de tu madre y una escama de ella.

Dile a Saraswati que me envíe una flor que represente el amor.- dijo la tía.

Entonces de repente Minerva despertó en su habitación.

Ya había amanecido.

Y a Kai lo envío de regreso en el portal la tía.

Saraswati estaba cocinando afuera de la caverna, ya la pequeña Selkie tenía hambre.

-Por fin regresaste, no pude abrir a tiempo el portal lo bueno que le caíste bien y por eso te regreso.- dijo Saraswati.- ¿Y la pudiste ver?

-Si, aún se acuerda de mí, estoy feliz, pero para volver a verla me está pidiendo un tributo la tía, quiere un mechón del cabello de mi madre y una escama de ella.

Y también una flor que simbolize el amor.-dijo Kai pensativo de como pedir a su madre el cabello y la escama.

-Una flor que simbolize el amor...

Yo me encargo de eso, y tú del mechón y la escama, suerte.- dijo Saraswati mientras comían

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Minerva ese día al despertar se sintió con más ánimo, esperando que fuera de noche, ya que con ansias esperar volver a ver a Kai.

En sus manos tenía la perla de Kai y lo cuidaba con cariño.

Sin embargo ese día recibió una visita de alguien.

- Señorita, me han enviado por usted, tiene visita, la ayudaré a arreglarse.- dijo un nueva sirviente.

Al terminar de arreglarse, está misma sirviente la llevo a un salón diferente, hermosamente arreglado, con un gran ventanal en que se podía apreciar la belleza de la isla.

"Si no fuera por el hecho que aquí es estar como en una prisión, sería un hermoso lugar para vacacionar, me gustaría que mi familia estuviera a mi lado, no recuerdo los rostros de mi familia, pero si recuerdo el amor y el cariño de mis padres, las risas de mis hermanos ahora que no están conmigo creo que eran el sonido más hermoso." Pensaba Minerva mientras veía por el ventanal la isla.

De repente se abrieron las puertas y vio al Príncipe Makoa, sin embargo, no venía solo.

Una hermosa mujer de cabellos plateados

Y ojos verdes esmeralda, pero fríos.

Le clavaron la mirada.

Minerva hizo una reverencia al ver qué las sirvientas lo hacían también.

El príncipe se sintió complacido al ver qué Minerva lo hacía.

Sin embargo, aquella mujer ingreso al salón de manera altiva, tomo asiento, y se quedó observando la figura esbelta de Minerva.

Minerva sentía que le clavaban espinas en el cuerpo con la mirada.

-Madre, ella es la mujer que quiero que sea mi compañera. si te has dado cuenta su aura es muy fuerte. Además se parece a Ella.

Es como si fuera su reencarnación.- decía emocionado el príncipe Makoa tratando de que su madre diera el consentimiento y le entregara la perla.

-Muchacha acercarte...

¿Cuál es tu nombre?

¿ Y dime cómo llegaste a la isla?- Dijo la Reina a Minerva.

Su majestad, mi nombre es Minerva.

Yo llegue a esta isla porque fui robada de alguien más...

-Espera madre yo la traje, ella es mia.- interrumpió el príncipe Makoa a Minerva.

La reina le clavo una mirada fatal, que si las miradas matarán el príncipe hubiera fallecido en ese momento.

El príncipe bajo la cabeza ante su madre.

Minerva los observaba, al parecer la reina no estaba de acuerdo con el deseo de su hijo y eso significaba que había una oportunidad de que la expulsaran de la isla.

La Reina regreso su mirada hacia Minerva.

-Continua, quiero saber quién te dio la perla, nadie llega a este Mar y a nuestra isla, si no fuera por está.- le ordenó la Reina a Minerva.

-Yo encontré una perla en la playa cerca de donde yo vivía, una noche de luna llena escuché un canto, tiempo después nos afecto un tsunami, no entiendo el porqué sucedió, y fui arrastrada por este, sin embargo un muchacho de cabellos negros me salvó dándome un beso, de lo cuál pude respirar bajo el mar, nadamos a una isla, donde el estaba curando mis heridas, me dijo que me traería a la isla a fin de que realmente fuera su esposa, ya que tuvo que besarme antes de llegar a la isla para que no me ahogará. Pero un día mientras yo estaba recuperándome, y el había regresado al Mar.

Llegaron tres hombres, a raptarme y uno de ellos es el Príncipe, y me alejaron de mi compañero.

-¿Y cuál es el nombre del dueño de la perla? - pregunto la Reina.

-Su nombre es...- Minerva no pudo decirlo por qué el príncipe Makoa volvió a interrumpirle.

-Ya basta madre.

No importa de quién sea, ese tritón jamás la trajo, debió traerla desde el inicio, aunque estuviera herida.

Yo la encontré en la Isla y sus heridas aún no estaban cerradas, así que la traje para que se recuperará, y a sido bien atendida.

Eso debió hacer desde el inicio ese tritón.- decía Makoa tratando de excusarse el haberle quitado su compañera al tritón.

- ¡Basta! Ya he escuchado lo suficiente, mi decisión aún es la misma Makoa.

Pero quiero saber que piensa la pitonisa sobre este asunto.

Además necesito que conozcas a una persona,la traje durante mi regreso.- dijo la reina de manera autoritaria.

Así que la reina salió del salón.

Makoa se quedó mirando a Minerva

Se le acercó y le pregunto: "¿Realmente tu quieres a ese tritón?

¿Acaso no se ha tratado bien, desde que llegaste?

¡No estoy de acuerdo con la decisión de mi madre!

Con perla o sin ella, tú serás mía.

Que no se te olvide."

-Yo no te amo, no quiero ser tú compañera, realmente odio estar aquí.- respondió Minerva.

-Pues, tendrás que aprender amarme y pronto olvidarás a Kai. Y solo yo seré tu adoración -le dijo Makoa con un rostro que mostraba coraje.

Entonces el principe Makoa salió de la habitación.

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