Bastian de Zenda II

Al llegar a tierra firme le pedí que no apresuráramos el viaje, quería estar con ella unos días más.

Un día le pedí que tuviéramos una cita si así se podía decir, fue maravilloso, ella hablaba sin parar, yo solo estaba embobado viéndola.

Pasamos por una joyería, Jazmin se fijó en una piedra del mismo color de sus ojos, yo decidí entrar con ella, le compre lo que anhelaba.

El vendedor preguntó dónde quería la piedra yo pedí que fuera un anillo, una vez lo trajo ella se lo colocó, le quedaba hermoso, el vendedor preguntó su nombre y trajo una argolla para mi. Por dentro estaba grabado “Jazmin”.

Saqué a Jazmín del lugar, por mi mente pasaba solo una cosa, quería que fuera mi esposa, quizás así la pueda proteger de mi familia.

Por otro lado no quiero que nadie más la tenga, ella es mía y haré todo lo que esté en mi poder para que así sea.

Los días en tierra se hacían cada vez más agradable, le propuse tener una luna de miel que se nos extendió a un mes, durante ese tiempo me debatía si seguiría con el viaje o simplemente huía con ella.

Dormir con Jazmín era mi cita favorita, toda la noche la sostenía, sentía miedo de despertarme y que ella no estuviera a mi lado.

Algunos días le prepare su comida, ella lo recibía con una gran sonrisa. Sería una linda vida de casados, pensaba.

Una noche no la sentí a mi lado, al abrir mis ojos la vi sentada en el balcón, se que estaba llorando, podía sentir tristeza, la llame, le pedí que viniera a dormir. Una vez lo hizo la abrace, era momento de confesarle todo así que al siguiente día haría algo especial por ella, quería que supiera todo de mi y sobre todo de mi supuesta esposa.

Tuvimos un maravilloso día de campo, se que ella duda de mi y tiene toda la razón, yo no he sido honesto con ella.

Justo cuando le iba a confesar que estaba enamorado y que dejaría todo solo por ella apareció Mitzy.

Los ojos de Jazmín quedaron marcados en mi alma, había tanta tristeza, de nuevo estaba siendo usada. No alcancé a explicarle cuando abandonó el lugar.

Le reclame a Mitzy, no entendía que estaba haciendo allí.

Me contó que mi madre la envió, pues ellos no sabían nada de mi, desde que salí de viaje cerré mi conexión.

Me pidió que volviera, que debia cumplir con mi deber de esposo.

Le expliqué que no lo haría, tenía una misión, también fui sincero en cuanto a mis sentimientos, yo no la amaba, el lugar en mi corazón ya estaba ocupado.

Mitzy lloro esa noche, pedia que le diera una oportunidad, quizás si la conocía mejor podría amarla. Mi cabeza solo estaba en una sola mujer, Jazmin.

Fui a su habitación, le explicaría todo, pero ella hechizó el lugar, por más que trate de derribar la puerta fue imposible.

Al otro día salio, estaba tan hermosa vestida, su cuerpo cada día era más provocativo. Su olor llegó hasta mi alma.

Le pedí que hablara conmigo, Justo cuando lo íbamos hacer llegó Mitzy, trate por todos los medios de pedirle que nos dejara solos pero ella era terca.

Jazmin tomó su caballo y se marchó.

Las peleas con a Mitzy eran eternas, ella decía que mi madre pedía que abriera la conexión que sabía que algo malo me estaba pasando.

Seguía insistiendo que nuestra unión era importante.

Comenzamos de nuevo el viaje, mis ojos solo estaban en mi esposa, no la que cabalgaba a mi lado, si no la que iba al frente.

Cada cierto tiempo tocaba mi argolla, no tenía miedo alguno en aceptar que Jazmin era mi esposa.

Mitzy me pregunto, le dije que me había casado, había sido una boda real, no solo sexo.

Fue una pelea más, ella le contó a mis padres, sentía que trataban por todos los medios de conectarse conmigo.

Mitzy decía que algo malo estaba pasando, los Zenda estaban siento angustia, algo los tenía intranquilos.

Al acampar esa noche mis hombres mencionaron que estábamos cerca a la cueva del brujo. Vi como Jazmin hablaba con Mitzy, luego esa mujer vino a mi hecha furia.

Me reclamo por que estaba Jazmin en el viaje, antes de responderle sentí una presencia maligna. Efectivamente unas bestias no atacaban.

Jazmin se lanzó al ataque, yo llegue a su lado, ella a pesar del dolor que le cause decidió ayudarme.

La batalla era ruda, yo estaba perdiendo, Jazmin llegó a mi lado, comenzó a pasar su poder, sabíamos que teníamos que volarles la cabeza.

Al ver que cerró sus ojos yo la tome del rostro y la bese, buscaba su lengua hasta que ella accedió. La apreté contra mi cuerpo. Yo extrañaba a mi esposa.

Ella se soltó, y corrió de nuevo hacia la batalla.

Una vez terminamos iba por mi esposa, pero de nuevo estaba Mitzy, Jazmin tomó el caballo y se marchó.

Yo estaba decidió a aclarar todo así que también tome mi caballo y fui por ella.

Cabalgue toda la noche, por lo visto ella no quería estar cerca de mi.

La encontré en un riachuelo, ahí estaba la mujer de mis sueños.

La llame, ella me miro, podía ver tristeza en sus ojos.

Me acerqué, le explicaría todo, la vi como trataba de alejarse de mi, yo en mi desespero la bese.

Aquí es donde aceptó que amo a Jazmín como nunca he amado a nadie, me importa cinco la unión o la balanza. He convertido a la bruja mi esposa y así será por toda la eternidad.

Si he de ser la oveja negra de familia lo seré.

“Amo a Jazmín y la amare por toda la eternidad”

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