Bastian de Zenda

Soy Bastian, hijo mayor de Juana y Ares, tengo una hermana melliza llamanda Briana.

Se que dirán que no soy el mayor pero nací unos minutos antes.

Tengo un hermano más, se llama Kai, hace años que abandonó nuestro hogar, la oscuridad se apoderó de él.

Mi padre y yo lo hemos estado buscando por mucho tiempo, pero nuestro hermano es muy escurridizo.

Se me ha entregado la misión de ser el próximo emperador de Zenda, ya sabrán lo que implica, mi hermana desistió, ella no quería una responsabilidad. Actualmente está casada, conoció un camarero un día de tragos y quedaron flechados, actualmente están casados y tienen tres hijos.

Yo me convertí en el general del ejército de Zenda, lo hice como una manera de escapar de mi responsabilidad. Le mencioné a mi padre que lo hacía por buscar a mi hermano y así fue.

Cada vez que tenía una pista iba tras de él, aunque también iba conquistanto reinos.

Un día volví a casa, mis padres me esperaban ansiosos, según ellos ya era hora que pasara el imperio a mi, el día que tanto le había huido llegó.

Tuve una discusión grande con mi padre, le pedí seguir siendo el general del ejército. Pero él se negó, mi madre también lo apoyaba.

Se hizo la ceremonia oficial, me convertí el emperador de Zenda, pero todo comenzó en declive. La balanza pedía ser nivelada, eso solo se lograba casándome.

He sido un hombre que ha aprovechado el amor de las mujeres, no soy un mojigato. Pero no he podido encontrar la que me vuelva loco.

Un día llego de visita una familia Elfa, ellos son poderosos, una de sus hijas estaba soltera, al verla comprendí todo lo que hablaban de esa mujer.

En verdad era hermosa, tenía un color de ojos que te hipnotizan. Mis padres quedaron encantados, ella era una buena mujer, quizás un digna emperatriz.

Comenzamos a salir, era agradable, llegue a considerar que podríamos estar juntos, ella insinuaba la unión pero algo en mi me detenía.

El reino comenzó con sus problemas, mi padre me exigió casarme, él tenía tantos problemas con Kai, días antes mi hermano lo había atacado así que se enfocaría en su búsqueda.

Fui en busca de Remus, el gran mago, le pregunté si existía alguna posibilidad de evitar el tema de la balanza, aún no me quería unir a una mujer. El me respondió que no, me llevo hasta el lugar donde estaba guardada.

Al verla quede sorprendido, era morada, tenía tantos destellos, Ramus me dejó solo en el lugar. Yo trate de hacer trampa y alinearla manualmente, pero fue imposible.

En un desespero le di un golpe, la vi romperse en pedazos, algunos de esos se incrustaron en mi pecho. Sentí un dolor profundo. Creo que caí desmayado.

Horas después desperté, la balanza seguía rota, trate de acercarme a ella pero una fuerza me lanzó fuero del lugar.

Fui a casa, Mitzy me estaba esperando, al parecer había una cena familiar, al entrar al comedor todos estaban reunidos, mi pecho no paraba de doler.

Todos hablaban de la gran boda, ya estaba decidido no me casaría con Mitzy, no había conexión así que no lo haría, me levante y fui al despacho. Mi padre me siguió, lo escuché decir que debía casarme, el reino comenzó a caer en ruinas. Esto iba más allá, era una responsabilidad.

Salí del despacho hecho una furia, llegue a mi habitación, caí de rodillas a penas entre. Comencé a sentir que mi temperatura corporal estaba aumentando, empecé a delirar, veía oscuridad, la balanza y una mujer de ojos verdes que me observaba.

La vi morir ahorcada, por un momento nuestros ojos se cruzaron, cuando vi que perdió la vida sentí que mi corazón se rompió.

Desperté en el suelo de mi habitación, pude notar que mi poder cada día era más débil. Ese día mi madre me contó que uno de los nuestros había hecho la unión la noche anterior pero no sucedió nada, no quedaron enlazados, inclusive nos enteramos que una prima fue engañada por su esposo.

Ya no había unión eterna, ahora éramos unos mortales básicos.

Sabía muy bien que yo fui el culpable, ya no estaba ese poder mágico de la unión. Una idea se me cruzo por la cabeza, tomaría a Mitzy esa misma noche solo para comprobar la teoría.

Efectivamente lo hice, esa noche tuve relaciones con ella, no voy a negar que su cuerpo era hermoso, pero mientras la embestia veía a la mujer de ojos esmeralda eso hacía que me moviera cada vez más rapido. La escuché decir mi nombre, en ese momento caí en cuenta que lo que hacía estaba mal así que salí de ella.

Pase a ducharme, cuando el agua caía por mi cuerpo volvió la misma imagen. ¿Quien era ella? Comencé a tocarme, esta vez pude soltar toda mi semilla.

Lleve una toalla, limpie a Mitzy, ella se levantó y se baño, al ella volver a la cama me levante y me senté en el balcón.

Esto no estaba funcionando, comprendí que efectivamente la había embarrado.

Al siguiente día todo el reino sabía que el emperador había elegido a la emperatriz. Mitzy estaba más que feliz, pues era la nueva monarca. Mi madre la adoraba.

Los días pasaban, no volví a tocar a Mitzy, siempre estaba fuera de casa, cuando llegaba dormía en otra habitación, en las noches de delirios veía a esa mujer, cuando despertaba notaba que había hecho estragos en las sábanas.

Fui en busca de Remus, le conté lo que había hecho, él me pidió buscar el brujo supremo, es el único que podría ayudarme. No lo pensé y aliste mi viaje.

Me llegó información sobre Kai, así que le dije a mi padre que debía irme, que estaría ausente un tiempo por el bien de la familia.

Tome a mis hombres, Justo cuando iba saliendo llegó Mitzy, me pidió que por favor la llevara pero le prometí que no tardaría.

Recuerdo muy bien sus palabras.

“Vuelve pronto, deseo que me hagas un hijo”

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