Bastian de Zenda II

Emprendí mi viaje, descubrí que un grupo de soldados nos tenían una sorpresa, el comandante en Jefe nos traicionó, se muy bien quién era pues estuvo detrás de Briana por mucho tiempo.

Algo extraño sucedió, ese día ellos caían muertos al mínimo golpe.

El comandante quedó mal herido, lo dejé vivir pues estoy seguro que no volvería a ser el mismo.

Sentí la presencia de una mujer que nos veía, quise seguirla, la vi huir en caballo.

Su olor era fácil de seguir, me inquieta su presencia, llegue a un baile, sentí su aroma en un caballo así que lo liberé, hice que se fuera del lugar. La vi hablar con un hombre, ella mencionó que había asesinado a su esposo, su nombre me causó intriga. Era Jazmin…

Ella salió caminando del lugar, la escuchaba maldecir, yo me atravesé por su camino, mala idea, me atacó, yo ya no pude responderle así que caí en su ataque.

De nuevo tuvimos un enfrentamiento, me encontré con un par de reyes, algunas ovejas descarriadas, ellos pretendían quedarse con el poder de Zenda, comencé a notar que mi poder se estaba acabando.

Ese día en el campo de batalla casi muero, de no ser por la mujer que apareció con su asombroso poder. Ella revivió a los muertos, solo para usarlos como soldados.

Zenda había ganado, pero debía reconocer que fue por ella.

Vi como caía del cielo así que corrí hacia ella, la recibí en mis brazos, estaba inconsciente.

La saqué del lugar, tuve que llevarla a una posada. La desvesti y limpie su cuerpo, ella sudaba. Una vez ya estaba más tranquila la dejé en la cama. Me senté a su lado, toqué su mejilla, podía ver como por mi dedo pasaba poder, ella me lo entregaba. En ese momento mi dolor se había ido.

Al despertarse me miro, sus ojos me causaron impresión, eran verdes esmeralda, tal cual la mujer de mis delirios.

Supe que era Jazmín, la bruja más odiada por los Zenda, ella iba camino al brujo, no quería ocultar nada, siempre me hablaba con la verdad, se que lo hacía pues su rostro así lo demostraba.

Le dije que iríamos juntos, algo me decía que debía estar a su lado, ella sabía algo, los dos nos encontramos por una razón.

Cada vez que la tocaba sentía que mi cuerpo recuperaba magia, ella tenía algo especial.

La batalla en el reino fantasma hizo que me interesara más por la bruja, era muy poderosa y temeraria.

De nuevo me salvo, pero después de eso mis ataques volvieron, veía la balanza romperse, sentí el dolor de mis familiares al ser traicionados, yo destruí lo único que tenían.

Al abrir lo ojos ella estaba ahí con esas esmeraldas, me veía con preocupación. Mi inconsciente pronunciaba su nombre.

Cada día me cuestionaba más mis sentimientos, ella me gustaba, era una hermosa mujer, era poderosa, pero lo que más me atraía era su manera tan natural de decir las cosas.

Había escuchado muchas historias, de su maldad pero no era la que mis ojos veían.

Ella me provocaba, emanaba tanta sensualidad que yo vivía al límite, una vez en la bañera estaba desnudo, había tenido un ataque, sentí que entró en mi mente, no quería que viera que tenía una supuesta esposa así que la tome del cuello.

La escuché decir que la soltara que eso solo le gustaba en el sexo, tuve que soltarla y moverla un poco, mi miembro había reaccionado a tal descaradas palabras.

Fue tan directa en decirme que podíamos tener relaciones sexuales, ninguno de los dos éramos virgenes. Me negue rotundamente, no es por que no la deseara, ya mi cuerpo me delataba, lo hice por mi familia.

Si ellos se enteran que tengo un amorío con la bruja seguro me llevan a la horca.

En una ocasión la vi salir, dure esperándola todo el dia, ella no volvía, así que salí a buscarla, la encontré en una casa cerca al mar. Ella estaba de espalda, el viento movía su cabello, su olor me estaba volviendo loco.

Una vez me descubrió me reclamo por que estaba persiguiéndola, ella no iba a huir. Camino cerca a la orilla del mar. Comenzó a desvestirse, quedó solo en ropa interior, se lanzó al mar mientras yo la observaba.

Una vez que salió era cuál sirena emergiendo del mar, la luna reflejaba su perlada piel. El agua caía haciendo caminos por sus curvas.

Me preguntó que por qué seguía ahí, así que simplemente le respondí que me quedaría esa noche con ella.

Pero había entrado a un punto sin retorno, le pregunté si aún quería tener intimidad conmigo, su respuesta me encanto. Comencé a desvestirme, puse mi capa en la arena, me apropié de su cuerpo esa noche bajo la luna y el sonido de las ondas del mar. Mientras la embestia venía a mi las visiones que había tenido la noche donde le quite la pureza a Mitzy, la mujer que estaba ahora debajo jadeando era la misma que había visto esa vez, esa por la que me corrí bajo la ducha.

Nuestra maratón duró 24 horas, ella me transmitía energía mientras nos besábamos, cada vez yo me sentía más poderoso, se que fui muy rudo con ella ya que tuvo que escapar de mis brazos.

Ahora estaba en un dilema…

Esto no era solo sexo, Jazmin la bruja odiada por los Zendas había comenzado a meterse en mi cabeza, lo peor es que creo que tenía sentimientos hacia ella.

Al subirnos al barco noté que ella me evitaba, me entró un desespero, quería volver a tenerla, esa mujer me estaba volviendo loco así que me metí en su camarote, solo hablamos un par de palabras cuando ya estaba haciéndola mía. Se que toda la embarcación nos escuchó, Jazmin emana un olor único pero a la hora de la intimidad era afrodisiaco. Podía manejarla a mi antojo y ella simplemente me complacería.

Escucharla decir mi nombre era combustión, cada vez que yo me liberaba en ella era un deleite, me estaba enamorando de Jazmin, se que solo se hacía con la unión, para eso ella debía ser virgen, pero por momentos pensaba que quizás podría ser diferente.

“¿Podrían aceptarla en mi familia?”

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***