Ojo por ojo

Jazmin: Hazte a un lado, necesito seguir mi camino.

“No te dejare continuar tu viaje”

Jazmin: ¿Por que? ¿Ahora que te hice?

“Haz hecho mucho daño pero causarás uno mayor”

Jazmin: Podrías ser un poco más claro, no soy buena en el juego de palabras.

Vi como desenfundó su espada, sin explicación alguna se lanzó al ataque. Pude moverme con agilidad evitando ser herida.

Jazmin: ¿Que fue lo que hice?

El hombre no respondía, inicio su ataque, comencé a lanzar bolas de fuego, necesitaba defenderme de alguna manera.

Sentí el filo de su espada en mi brazo, me había hecho una cortada que a mi manera de ver fue profunda, no paraba de sangrar.

“Pensé que tu sangre era negra como tú alma” mencionó

Jazmin: Pronto veré la tuya.

Hice una ráfaga de viento tan fuerte que logré que el hombre se estrellara contra un árbol, lo vi levantarse sonriendo, eso me indica que no es un humano normal, ¿acaso es un Zenda?.

Golpee con fuerza el suelo, hice un cráter muy cerca a él.

“Fallaste bruja”

Me acerqué, vi que un hilo de sangre bajaba por su cara. Quise tocarla para decirle alguna palabra ofensiva pero él me detuvo la mano antes de hacerlo.

Sus ojos se volvieron rojos, a mi mente llegaban imágenes, era yo, había llegado junto al brujo, los dos discutíamos, en un ataque de ira le atravesé el corazón con una daga.

La cueva comenzó a destrozarse, tuve que salir huyendo del lugar, en las afueras del lugar estaba este hombre, al parecer venía por el brujo, como si fuera un dejavú los dos estábamos peleando. Vi como me hirió en el pecho, en ese momento me solté de su agarre, ya no quería seguir viendo.

Sus ojos volvieron a su color natural, con mucha fuerza lo golpeé para que cayera al cráter que había hecho.

Jazmin: Supongo que no sabes volar.

No me iba a quedar para averiguarlo, simplemente salí corriendo, el hombre venía en su caballo así que tuve que pasar por la pena de robarlo, o tomarlo prestado, como suene mejor.

Nunca mire hacia atrás, llegue a la posada, saqué mis cosas y huí de ese pueblo, ya estaba claro que ese hombre venía a cazarme.

El sol ya se reflejaba con su esplendor, yo no había detenido mi marcha, este caballo era una maravilla, tenía tanta velocidad, aun pensaba en mi azabache, ¿donde estará? ¿Quien se atrevió a robármelo?

Llegue al reino de Zion, se muy bien que es Zenda, debía descansar un poco, espero que no tenga problemas con ellos.

Pedí una habitación, tan pronto toque la cama caí profunda, mis sueños se entrelazaron con las visiones del hombre.

Era yo, peleaba con el brujo, le decía que no aceptaba mi destino, que no me obligaría hacerlo, podía ver que él se reía de mi, solo insinuaba que no era mi decisión, que debía hacerlo aunque eso causará mucho daño.

Me desperté asustada, toda mi ropa estaba húmeda por el sudor, no entiendo cuál es mi destino. ¿Y si suspendo mi búsqueda?

Si no voy por el brujo quizás el cazador suspenda su búsqueda y el brujo viva.

Fui en busca de algo de comida, Zion era un lugar hermoso, me senté en una cafetería, habían cientos de postres, todos se veían deliciosos.

Pedí una tarta de fresas, mientras la degustaba escuché una disputa afuera, mujeres gritaban, tuve que dejar mi delicioso postre para después.

Al salir unas mujeres acusaban a un niño de robar, al parecer les quitó un pan.

Mujer: Maldito muerto de hambre, me robaste.

Niño: Lo siento señora es que en verdad tengo hambre.

Mujer: Exijo que lo encierren.

Jazmin: ¿Todo por un pan?

Mujer: Nadie se atrave a robar en este reino, los reyes no perdonan a los ladrones.

Jazmin: Mire señora no creo que los Zenda sean unos villanos que vayan encerrando niños.

Mujer: ¿Que un sabe una extranjera? ¿Acaso es cómplice?

“Ya me colmo la paciencia esta mujer”

Jazmin: ¿Cuánto cuesta el pan que supuestamente le robaron?

Mujer: 3 monedas de oro.

Jazmin:¿que? Aquí la ladrona es otra.

“Saqué las tres monedas y se las entregue”

Jazmin: Oye niño espero que ese pan sepa a la misma gloria por que si que costo.

El niño sujetaba el pan con su cuerpo, en verdad lo quería.

Niño: Gracias dama.

Jazmin: No hay por qué, ¿mejor dime donde están tus padres?

Niño: No tengo solo somos mi hermana y yo.

Jazmin: ¿Solo los dos?

Niño: Si

Jazmin: ¿Puedes llevarme con ella? Juro que no les haré daño.

El niño me miraba con temor.

Le puse mi mano sobre su cabeza.

Jazmin: Solo quiero ayudarlos.

Niño: Está bien sígueme.

Yo le hice caso, iba detrás de él siguiendo sus pasos, las calles por donde me metía parecía sacadas de un cuento de terror.

Llegamos a una casa inmensa pero a la vez sucia y abandonada.

Niño: aquí es..

Vi a una niña de quizas unos 6 años de edad salir de la basura.

“Roberto, haz vuelto”

Roberto: Hermana traje pan.

Vi como los ojos se iluminaron, los dos devoraban ese pan.

Jazmin: ¿hace cuanto que no comían?

Roberto: 3 días señora.

Jazmin: ¿No tienen más famllia?

Roberto: una hermana de mi madre, vive en el pueblo de Iris, son una semana de viaje pero no tenemos los medios para ir.

Jazmin: ¿Por que ella lo ha venido por ustedes?

Roberto: Bueno cuando nuestra casa se incendió todos creyeron que habíamos muerto junto con nuestros padres, así que ella no sabe que aún estamos aquí.

Jazmin: ¿Por que no han ido con los reyes? Ellos podrían ayudar

Roberto: Lo hemos intentado pero sus guardias nos impiden el paso.

Jazmin: Niños el pueblo que mencionan esta en mi camino, yo los llevaré donde su tía.

Roberto: ¿Enserio Dama?

Jazmin: Si, me llamo Jazmin, solo así.

Roberto: Gracias Jazmin, no tenemos cómo pagarle.

Jazmin: No se preocupen, serán mi compañía eso me basta.

Lleve a los niños a comer algo, me robe un caballo , pero antes de abandonar Zion debía hacer algo.

Jazmin: Niños me van a esperar en la salida del reino, por favor no se muevan, debo hacer algo y paso por ustedes ¿bueno?

Roberto: ¿Nos vas abandonar?

Jazmin: ¡No! Lo juro

envié a los niños, yo fui al centro del pueblo, tenía una cuenta pendiente.

Escuché una voz conocida, estaba otra vez esa mujer gritando, diciendo que la habían robado.

Jazmin: Al parecer siempre hace lo mismo…

Susurre.

Levante mi mano, lancé una bola de fuego e incendié su supuesta panadería, ya estoy cansada de las personas como yo, sin escrúpulos.

Mujer: Mi negocio ¡Ayuda!

La escuchaba gritar, por otro lado estaban los que me llamaban bruja.

Me di la vuelta para huir del lugar pero el maldito hombre encapuchado estaba allí.

“Jamás cambiarás Jazmin, sigues haciendo daños”

Eso es lo malo de ser siempre la villana, cualquier cosa qué pasa siempre te van a culpar.

Jazmin: Yo, bueno ella se lo merece por avara.

“Irás conmigo Jazmin”

Jazmin: Lo siento pero no deseo ir con los Zenda.

“No te voy a permitir que asesines al brujo”

Jazmin: ¿cuál es tu interés?

“No tienes por qué saberlo”

Jazmin: ¿Como te llamas?

“Soy Bastian”

El emperador… pensé

Jazmin: Un gusto conocerte, pero me voy.

Rompí la tierra en dos, tuve que correr, se que los niños me esperaban.

Los vi en la salida, pase y golpeé ligeramente su caballo para que marchara.

Jazmin: Vamos niños

Roberto: ¿Que pasa?

Jazmin: Incendie una tienda y rompí el suelo del pueblo en dos así que andando.

Mientras acelerábamos el paso mi corazón latía, no es que nunca hubiera hecho algo malo en mi vida, es solo que por primera vez temí que tuviera una consecuencia.

Se que Bastian estaba detrás de mi, así que lo había decidido, tan pronto como entregue a los niños con su tía hablaré con ese hombre.

“Es hora que él me diga su verdad”

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