Recargando

El emperador quedó solo con su pantalón, yo no sabía si estaba más mojada en interior o el exterior.

Estoy casi segura que él me estaba vacilando, quería jugar conmigo, vi como tendió su capa en la arena.

Me acerqué a él con cautela, iba a reclamarle que no estaba para sus juegos pero me cayó con sus besos.

Sentía como me devoraba, estaba siendo rudo con mis labios, me subí en su cadera, seguía besándome, en este punto ya no sabía si era una broma.

Me acosto en la capa, escuché como rompió mi ropa interior, sus manos apretaban mis senos, yo estaba impresionada, cómo es posible que este hombre me desee.

Sentía sus besos por mi cuerpo, él se quitó su pantalón, vi su virilidad, estaba listo para mi, el solo me sonrió, sentí como se introdujo.

Yo solo pude gritar, yo no era virgen ni de cuerpo y menos de pensamiento, pero este hombre tenía un amigo muy grande y fuerte.

Bastian me embestia con fuerza, ya en definitiva no era una broma, ese hombre me movía a su antojo, sus besos eran deliciosos, sentía su lengua explorando la mía.

No podía contar cuantos orgasmos tenía, cuando sentía que uno acababa llegaba el otro, sentí como se liberó en mi, que extraña sensación, juro que su líquido era caliente.

Cayo a mi lado, yo sentía que una manada de elefantes había pasado por encima mío, me levante, iría al agua, estaba echa un desatre.

Una vez el agua hacia su magia sentí sus brazos por mi cintura.

Bastian: Aún no acabó bruja

Jazmin: Me matarás…

Bastian: Mi familia estaría feliz.

Yo solo sonreía.

Bastian me levanto en sus brazos, sentí como volvió a entrar en mi, él podía hacer lo que quisiera conmigo y por lo que veo yo no me opondría.

Bastian estaba desesperado, la manera como me tomaba indicaba dos cosas, tenía tiempo sin hacerlo y yo era el desquite o que en verdad me deseaba. Pero algo en mi me decía que era la primera opción.

Jazmin: Emperador me vas a matar.

Yo solo podía hablar entre cortado, ese hombre me hacía vibrar con tantas embestidas.

Salimos del agua, ahora era yo quien estaba montándolo, la luna y el mar era los únicos testigos, yo podía gritar sin problema. Cada vez que gemía Bastian aceleraba su ritmo.

Todo el tiempo me llamaba bruja, pero Justo cuando se corria pronunciaba mi nombre.

Vi como el sol salió, yo estaba siendo sometida por ese semental, no se cuantas veces lo habíamos hecho pero él parecía no agotarse.

Bastian: ¿Que pasa bruja? ¿Acaso no era esto lo que querías?

Jazmin: Eres alguien de otro mundo, me vas a destrozar.

Ese hombre no me escuchaba, seguía embistiéndome, lo peor es que cada vez yo pedía más y mas.

La noche volvió a caer, tuve que alejarme de él por voluntad propia, de seguir así no volvería a caminar.

Escuché cuando me informó que era hora de zarpar, como pude camine hacia el puerto, el solo me miraba y sonreía. Yo quería matarlo.

El viaje fue tranquilo, el mar me daba paz, quise evitar al emperador todo el tiempo, aun me dolía la cadera.

Faltaba dos dias para llegar, yo estaba en mi camarote, aproveché para leer un poco, siempre es bueno aprender nuevas pociones.

Mi puerta se abrió, me imagino que saben muy bien quién era.

Jazmin: Emperador.

Bastian: ¿Por que me evitas?

Vi como se sentó en mi cama.

Jazmin: Eres una tentación y yo estaba muy adolorida.

Bastian:¿Así que soy una tentación?

Jazmin: Si y lo sabes muy bien. ¿Por que estás aquí?

Bastian: Vine a verte.

Jazmin: ¿Solo eso?

Solté mi bata, una vez en el suelo Bastian comenzó a soltar su camisa.

Bastian: Sabes muy bien que no era solo por eso.

Me subí a ahorcadas sobre el, tome su rostro entre mis manos, se que el tiempo con él era limitado así que no podía acostumbrarme.

Estoy segura que toda la tripulación nos escuchó, ese hombre tenía un singular gruñido Justo cuando se liberaba en mi interior.

Esa noche él se quedó a dormir conmigo, sentí su brazo sobre mi cintura, su respiración era tranquila, los dos creo que dormirnos muy bien.

Por fin habíamos llegado a tierra, Bastian aprovechó cada minuto en ese barco para usarme a su antojo, y yo, bueno feliz.

Al llegar al reino nos informaron que la cueva del brujo estaría a no más de una semana a caballo, por lo visto ya casi acababa nuestra travesía.

Decidí buscar una posada, dejé a los hombres de Bastian e incluido el lejos, necesitaba mi propio espacio.

Al entrar a la habitación pedí que me prepararan la bañera, derrame esencias, realmente necesitaba esto.

Creo que me quede profunda, pero mi sueño se volvió algo extraño, mi piel se estaba calentando, al abrir mis ojos ahí estaba el.

Bastian: Hola bruja

Jazmin: ¿Que haces aquí?

Bastian: Vine por ti, ¿por que me dejaste?

Jazmin: No me voy a escapar.

Las manos de Bastian ya estaban haciendo estragos en mi intimidad.

Jazmin: Emperador es mi impresión pero te está gustando tener sexo conmigo.

Bastian: Solo creo lazos de confianza.

Jazmin: Dime algo, hace días estabas débil pero desde que estamos teniendo intimidad te haz vuelto fuerte.

Bastian: Que observadora.

Jazmin: ¿Me estás quitando la energía verdad? Algo me dice que te estás recargando conmigo.

Bastian: Por un lado es así, me estoy recargando contigo bruja.

Jazmin: Honesto, ¿cual es el otro lado?

Bastian: Que me encanta hacerte mía una y otra vez.

El baño se volvió un poco caliente, este hombre era un especialista en el arte de la sexualidad.

“El problema es que me está gustando, creo que es algo más, en verdad estoy creando sentimientos hacia el”

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