Reino de las sombras

Dos semanas llevábamos de viaje, hacíamos solo paradas para comer y dormir un poco, Bastian traía consigo alrededor de 50 hombres, trataba de mantenerme lejos de ellos.

Yo hacía mi propia comida, montaba mi tienda de dormir con metros de distancia, no quería hablar con nadie. En ocasiones el pequeño Roberto activaba el cuarzo, lo escuché decir que iría a su primer día de clase.

Me considero una mujer muy observadora, las cosas siempre pasan por algo pero estoy segura que primero dan indicios o avisos.

El emperador no está bien, sigue siendo fuerte, pero algo en él está mal, como si los engranes del reloj no funcionaran en sincronía.

Se que él me ha encontrado observándolo, quiero detallar muy bien que es lo que le pasa, ¿será que puedo ayudarlo? O mejor no intercedo pues pensarán que deseo asesinarlo.

Hoy llegaríamos al pueblo Taín o fantasma, se le conoce así pues hace años un grupo de brujos pasaron por aquí causando mal y destruccion. Aún se siente la presencia de entidades no humanas en el lugar.

Una vez me contaron que estas entidades son especialistas en tomar el alma de los viajeros.

Tan pronto como llegamos me baje del caballo, tome un poco de tierra del suelo y la solté en el viento, podía ver pequeños fragmentos de huesos caer, era casi como polvo.

Bastian y sus hombres se adentraron sin cuidado alguno, yo iba detrás, mi caballo estaba inquieto pero creo que más yo.

Podía sentir la vibración del suelo, no creo que sea por nuestros pasos, algo aquí está pasando.

Trataba de abarcar todos los puntos ciegos, algo me dice que vamos directo al matadero.

Bastian: ¿Tienes miedo bruja?

Jazmin: Algo está mal aquí.

Bastian: Claro que si, aquí lo único que está mal eres tú.

“Preferí ignorar su comentario estupido, mi corazón aumentó el ritmo”

Jazmin: Dile a tus hombres que no den un paso más.

Bastian: ¿Por que tú lo dices?

Jazmin: Por que si lo hacen morirán.

Bastian: Este lugar está prácticamente abandonado, ¿cuál es el peligro?

“Algo raro pasa con este Zenda, ¿como no puede sentir la magia negra que nos rodea”

Jazmin: ¿Que es lo qué pasa contigo Emperador?

Bastian: ¿De que hablas?

Jazmin: Tu poder cada día se hace más débil, ¿estás enfermo o maldito?

“No me respondió, solo se dio la vuelta”

Entonces si tiene algo en su interior, lo está matando de a poco.

Ellos siguieron el camino, no quisieron escucharme, yo seguia estática junto al caballo.

Según lo predije el suelo se abrió en dos, sombras salían de ahí, los hombres de Zenda iban cayendo al enorme cráter.

Me subí al caballo, tenía que ayudarlos así no quisieran.

Tuve que pararme en el lomo del animal, iba lanzando conjuros, los hombres levitaban, uno a uno los iba lanzando lejos del lugar, las sombras atacaban a Bastian, así que tuve que hacer una gran bola de luz, la lancé hacia ellos, espero que el Zenda no muera por el impacto.

Las sombras al ver la enorme Luz se escondieron, lamentablemente el Zenda fue golpeado por mi poder. Escuché como los soldados decía que yo estaba atacando al emperador.

Aquí va de nuevo la fama de la villana, todo es mi culpa.

Las sombras detectaron mi presencia así que vinieron al ataque, salte del caballo, no es justo que muera por mi culpa.

Comencé a correr en la dirección del Zenda, él estaba de rodillas, se tocaba el pecho.

Las sombras me atacaban, las sentía atravezar mi cuerpo, lo bueno de ser una mujer como yo es que se nos llama sin alma así que las sombras no tenían nada que robarme.

Llegue al lado del empleador, una sombra estaba entrando en el, mi cuerpo emanaba luz, la sombra grito, por poco y me deja sorda.

Bastian cayó desmayado, tuve que sacarlo a rastra hasta donde estaba sus soldados.

Soldado: ¡Bruja! ¿Que haz hecho?

Jazmin: Salvarlo, ahora sáquenlo de aquí, yo detendré a las sombras.

Soldado: Las sombras nos perseguirán.

Jazmin: Dame tu espada.

Soldado: ¿Para que?

Jazmin: Hazlo o morirás.

“El soldado me pasó su espada, deposite en ella luz”

Jazmin: llévala siempre en alto, ella brillará, podrán salir sin que las sombras se acerquen. ¡Corran!

“Las sombras se acercaban, algunos hombres caían al suelo muertos”

Jazmin: ¡Ya!

Los vi correr, yo comencé a incendiar el lugar, eso me daría luz natural para combatir las sombras.

Escuché un gran estruendo, eso no es una buena señal.

Del cielo cayó el devorador de almas.

Jazmin: Así que fuiste tú el que se quedó a causar terror.

La bestia me atacaba sin piedad, solo podía hacer barreras de agua y hielo para defenderme del fuego y lava.

Era imposible que una bruja tan pequeña como yo lograra derribar a la bestia.

A lo lejos veía a los soldados correr con Bastian, aún estaban muy expuestos al peligro, mi barrera no resistiría mucho, debía hacer algo.

Él caballo del emperador llegó a mi lado.

Jazmin:¡Azabache!

Vi como se inclinó y movió una pata, supongo que desea que me suba en el.

Rompí la barrera y corrí hacia azabache, una vez encima comenzó a correr, yo iba rompiendo el suelo y de paso llenándolo de agua.

Ya había formado un gran lago, la bestia venía detrás de nosotros, lancé hielo a su boca Justo cuando más abierta la tenía.

Perdió el equilibro y fue a parar al lago, a penas escuché como se apagaba, ese sonido de una braza siendo atacada con agua. Shss

Azabache siguió su camino, me sacó del reino, una vez fuera del peligro me baje del caballo, le di un beso en la frente y me tiré al suelo.

Estaba agotada, es increíble que hace años yo trataba de asesinar a los Zenda pero ahora los protejo.

“¡Bruja!

Escuché decir…

Jazmin: ¡Ay por favor! Al menos déjame descansar un momento,

Soldado: Es el emperador, está delirando, no podemos detener su fiebre.

Jazmin: ¿Que?

Soldado: ¿Que hacemos?

“Me levante, le pedí al soldado que me llevara con el emperador”

Lo vi convulsionar… al tocarlo estaba ardiendo en fiebre.

Jazmin: Quítenle toda la ropa.

Comencé a recrear un lago, congele un poco el agua, debía tratar de calmar su temperatura.

Me introduje en el lago falso, estaba tan frío que me congelaba la piernas.

Jazmin: Ahora tráemelo.

Los soldados me pasaron a Bastian, poco a poco lo fui sumergiendo, mi manos dolían, el emperador comenzó a nivelar su temperatura. Me senté detrás de él, poco a poco pasaba un paño de agua por su frente. Escuchaba que balbuceaba…

Pedía perdón, ¿pero a quien?

Poco a poco su temperatura se normalizó. Lentamente abrió los ojos.

Bastian:Jazmin…

Susurro

Jazmin: Bastian…

Volvió a cerrar los ojos, ya estaba tranquilo así que pedí que me ayudaran a sacarlo, los soldados lo llevaron a su tienda de dormir, mientras tanto yo tuve que incendiar mi propio cuerpo, el frío estaba haciendo estragos.

Mi ropa quedó echa trizas así que solo pude colocarme una capa que traía.

Hice una fogata y me senté junto a ella. La noche estaba tranquila, se que Bastian se podría bien, solo debe dormir.

Bastian: Te he traído ropa bruja.

“Pensé que descansaría pero aquí estaba”

Jazmin: Gracias respondí

Me levante, me solté la capa, me vestiría inmediatamente.

Bastian: ¡Vuelta! - Gritó

Sus hombres voltearon su mirada mientras que él me sostenía la capa para que nadie me viera, una vez vestida volví y me senté en el suelo.

Él se sentó a mi lado.

Jazmin: ¿Tienes algo por decir?

Bastian: ¿Por que?

Jazmin: ¿Porque que?