Plan de Enrique

Enrique se recupera de sus dolores, pero está deprimido, triste y sin ganas de vivir, intentó suicidarse, pero su plan fracasó porque lo salvaron a tiempo; le han arrebatado su familia, le han arrebatado su felicidad, sus sueños y su hogar han sido destruidos. Ya es una semana que no come y si come su estómago se contrae violentamente para devolver. La está pasando muy mal, aún sigue en etapa crítica.

En su mente no puede dejar de recordar la extraña conducta de Sara, Enrique conecta la actitud de ese día y con el fatídico desenlace de la semana pasada, para él todo coincide, todo encaja. Hoy se pone de pie, hoy es hora de empezar a cobrar, a partir de hoy, hay que vengar la destrucción de su hogar.

Respira hondo, necesita salir y va a un bar, para tomar un poco y despejar su mente para planificar la destrucción de Sara, pero por su mente sólo piensa en Laura y se ahoga con sus propias lágrimas. Allí, un hombre desfigurado se le acerca.

- Chaval, ¿Por qué sufres tanto? ¿Qué te han hecho?

Enrique levanta la mirada, lentamente como si la cabeza fuera muy pesada.

- Esta perra ha destruido mi hogar. La quiero matar de a pocos para que se arrepienta, quiero hacerla sufrir hasta que muera. - Su voz era como un susurro.

- Por lo menos tuviste un hogar, en cambio yo, por culpa de ese accidente no puedo. – él tampoco supera su frustración.

- ¿Qué tipo de accidente tuviste? - mostró interés y eso es una motivación para dejar de sufrir por unos minutos.

- Gusto en conocerte chaval, soy ingeniero químico, trabajo en una empresa que fabrica productos de limpieza.

- Estas a contacto con muchos químicos peligrosos.

- Pues, allí fue mi accidente. Tuvimos un pedido de fórmula nueva de ácido para la desinfección y esterilizaron de áreas especiales, mi colega y yo estábamos en el laboratorio elaborando la nueva fórmula, de repente a mi colega le temblaron terriblemente las manos y la reacción química terminó en una explosión y aquí está el resultado.

- De seguro sigue con tratamiento.

- Me he vuelto muy sensible a la luz y calor. - Suspira con pesadez – mi novia me dejó por feo, y hasta ahora no puedo formar una familia.

- A mí me la arrebataron hace una semana, y estoy pensando en una venganza; quizás te beneficie.

- No, chaval, a mí no me metas en tus planes.

- Me has dicho que has tenido pareja, por lo tanto, necesidad de coger la tienes. Vamos tío, no seas tímido. Servicio sexual gratis las horas que quieras, y si ella no es capaz de satisfacer tus necesidades masculinas, pues te pago como indemnización.

- ¡Sexo gratis y por tiempo ilimitado! – estaba estupefacto - ¡Chaval!

- ¿Aceptas? No te aguantes las ganas, dale uso al cañón, arroja tu frustración en cama.

- Me estás tentando.

- Y si ella llega a parir un crío tuyo, te lo llevas, todo es cuestión de conseguir niñera y quién sabe si después te ligas a la niñera.

- La idea me está gustando, chaval.

- ¿Aceptas, tío?

- Me tentaste con el sexo gratis e ilimitado.

- Oferta y demanda. Está noche te recojo aquí a las ocho, te llevo a mi casa y subimos a la habitación, primero entro yo, la saludo, apagó la luz y te metes.

- ¿Y si ella prende la lámpara?

- Se prende al tacto y ella no lo sabe.

- Perfecto chaval, voy por fundas para el niño y te veo aquí a las ocho.

- Trato hecho.

Ambos se despiden del bar, de camino a casa, el ingeniero está contento su niño tendrá baile esta noche y gratis por tiempo ilimitado. En cambio, Enrique, piensa que Rodrigo podría ver otra opción pero que pasa con Rodrigo.

Alma sabe dónde vive y a veces le lleva de comer, está noche mientras él toma una ducha, Alma se quita el abrigo y se queda en vestido suelto y corto de tiras, se nota perfectamente dónde se ubican los picos de las montañas, el vestido es de seda por lo que trasluce un poco la piel. Prepara la mesa y espera a que Rodrigo salga de la ducha.

- ¿Qué haces aquí? ¿Por qué estás vestida así?

- Estoy con calor, tu casa es cálida y necesito del baño.

- Voy a vestirme.

- Con pijama no más, no hace falta la formalidad.

-Yo no uso pijamas. – se irrita un poco.

Alma está sonrojada pero feliz, Rodrigo duerme desnudo y ella sólo lleva puesto ese vestido de escotado ambos lados y corto. Ella entra a la habitación y descubre que Rodrigo tiene un tiburón y no un pescado.

- ¿Se puede saber quién te dio permiso para entrar? Lárgate. – se tapa con la toalla.

- Tenía algo que decir.

- ¡Fuera! – estaba muy enojado.

- Pero no te enojes, sólo quería preguntarte si eres tolerante al picante.

- ¿No podías hablar a través de la puerta?

Alma avanza.

-Te dije que salieras.

Alma deja caer un tirante del vestido.

- ¿Estás…?

- Shhh… - dejando caer el otro tirante y el vestido se cae – es sólo para ti.

- En el baño hay otra toalla te la paso.

- No – responde de inmediato – mis intenciones son para que me mires y me digas la verdad si soy bonita.

- Estas desnuda, vístete.

- Es todo lo que traje, mi amor.

- No soy tu amor.

- No te hagas el difícil – jala la toalla de Rodrigo – eres hombre, tienes deseos.

- ¿Estas loca? Dame la toalla.

- Saca tus manos, no tienes nada que esconder. Ya lo vi todo, lo vi grande y bonito.

Tiembla Rodrigo y una erección es lo sufre justo en ese momento.

- Mira lo que provocas.

Se vuelve al baño.

- Para calmar una erección es en la cama, la masturbación no es sana, he leído casos que hombre lo hicieron y sufrieron daños mentales.

- Eso no es cierto. – se defiende.

- Ven, yo te ayudo. No seas tímido, eso lo he venido notando, tienes ganas y no tienes con quien por eso he venido, quiero ayudarte.

Alma se hecha sobre la cama haciendo movimientos muy sensuales, Rodrigo se ponía más duro.

- Ven – ella lo invita y suaviza al máximo su voz.

- ¿Estás segura?

- ¿Quieres padecer enfermedad mental por masturbación?

- No, jamás ocurra eso.

- Entonces ven, - ella gatea sobre la cama y jala a Rodrigo - No tengas miedo.

Ella lo acaricia suavemente y eso provoca mucho a Rodrigo. El pobre ya pudo más y penetra en Alma y se consume el acto, ella esta secretamente feliz, por fin pudo ver cómo está hecho un hombre, está regalando su virginidad a Rodrigo, está sintiendo los movimientos, se está excitando, siente muchas cosas y cuando llegan al orgasmo, sonríe, pero cierra sus piernas para impedir la separación de cuerpos.

- Rodrigo, te he ofrecido mi virginidad. Estoy satisfecha de que hayas tomado mi cuerpo para saciar esa necesidad.

- Es mi primera vez también. Saca tus piernas de mi encima.

- Me ha gustado mucho. – ella se mueve, pero mantiene cerrada las piernas.

- ¿Qué haces?

- Quiero más, vuelve hacerlo, por favor. - Ella sigue molestando el tiburón de Rodrigo.

El tapicero no pudo resistir a la provocación y volvió hacerlo. Al finalizar, él se hecha, está boca arriba y Alma sube encima y le pone en boca el pico de una de sus montañas, con una mano se apoya y con la otra acaricia el rostro del hombre.

Rodrigo y Alma estuvieron jugando el resto de la noche que la cena se quedó en la mesa.

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play