La familia de Sara

Sara está en casa, está tan feliz de haber estado en cama con Enrique, la satisfacción es inmensa ella logró tener el cuerpo del hombre que dice amar, pero aún tiene dolor por todos los tirones de cabellos que le dio. Pese a ello, ella tiene una actitud arrogante y es tan notoria que su madre quiere saber.

- ¿A qué se debe tanta felicidad en mi hija?

- Estoy enamorada de Enrique. Enrique De Aragón es el hombre de mi vida.

- Ese hombre ya está tomado por tu prima, no es bueno destruir un hogar.

- Mamá se casó con Laura por qué no tenía otra solución. En cambio, él y yo nos hemos amado con total lujuria.

- Mira hija, - le habla con firmeza – la verdad es que Laura no es tu prima, ella es una recogida y ahora es la señora De Aragón. - soltó la sopa.

- ¿Cómo que no es mi prima?

- Ella fue recogida por la familia Olguín, porque sus padres no la querían, ellos son extranjeros, el lugar de origen no lo sé con precisión, pero lo que sí sé es que su madre dio a luz y la abandonó para poder retornar a su país junto con su pareja.

- ¿Por qué nunca me lo dijiste?

- Pensé que eso no era importante, así que, nunca le presté atención.

- Dime toda la verdad, tengo que decírselo a Enrique, que su esposa es una recogida. No es una Olguín.

- Ellos ya son un matrimonio, te has metido en esa relación.

- No me importa, el hombre que amo es Enrique, él también me ama, se casó con Laura por obligación, y como es alta, rubia y ojos claros aceptó.

- La carne es débil, pero ella es bonita, es natural que la acepte.

- Ella no puede quedarse allí, Enrique me ama a mí, y te lo repito, él y yo nos hemos entregado por amor, fue lujuria pura, toda la noche. Mamá, entiende de una vez, él me ama. Laura debe irse.

Sara está alterada, está mintiendo a su madre, y ella también inventa historias.

- ¿Enrique y tú se han acostado? ¿Usaron protección?

- Nos amamos, mamá y no nos cuidamos porque necesitamos un hijo para que Laura pueda ser expulsada de la familia De Aragón.

- ¡Hacer un hijo sin casarse! – está alarmada.

- ¡Qué escandalosa que eres, mamá! Enrique y yo necesitamos de un hijo para obligar a Laura qué se vaya de la familia De Aragón.

- Sólo una vez no siempre funciona.

- Ya sé, mamá. – pierde la paciencia – hasta la más estúpida lo sabe. Se supone que hay que intentarlo hasta que se logre.

- Deben procurar de no dejarse ver por Laura.

- ¿Por qué me tomas mamá? Dices cosas que hasta el más tonto sabe, así Laura nos vea, Enrique y yo estamos enamorados, que ella se olvide de ser la madre de sus hijos. Ella tiene que saber cuál es su lugar.

- Sí, pero y los señores De Aragón, ellos se pueden oponer a la unión de ustedes dos.

- ¡Ay, mamá! Se supone que se van a oponer, pero si quedo embarazada me van a tener que aceptar.

- ¿Por qué no planificas la muerte de Laura para que parezca un accidente? Puedes sobornar al guardaespaldas y así te sería más fácil estar con Enrique y no tener prisa por hacer el bebé. Cuando Laura esté muerta ustedes dos serán bendecidos con un matrimonio feliz.

- Puede ser. Debo pensarlo con cuidado para que sea perfecto.

- Cuenta conmigo.

- Muy bien mamá. Primero comamos, luego pienso en como acabar con la vida de Laura.

Mientras Sara almuerza en compañía de su madre, Enrique y Laura pasean como dos adolescentes, comieron en un restaurante, en el parque comen golosinas, se dan muestras de cariño, pero no va a trabajar, canceló su agenda para la tarde, hoy da atención a su esposa y al terminar el paseo, Laura es dejada en la puerta de su casa. Se despiden con un tierno beso y Enrique retorna a casa. Camino a casa recibe una llamada de su abogado

- Señor De Aragón, fui a su oficina y no lo encontré.

- Tuve que ausentarme ¿Cuál es la actualización?

- El juez mandó a redactar la carta para que la demandada presente su descargo.

- Ella es mitómana, va a dificultar el proceso. Hubiera sido mejor hacer un interrogatorio cerrado.

- Presentaremos una petición de estudio psicológico para la señorita Montalván.

- Igual quiero planificar mi venganza en contra de ella por si algo sale mal.

-Tenga cuidado.

- Se muy bien lo que tengo que hacer.

Enrique cuelga la llamada, no está contento con lo que podría presentar de descargo la mentirosa de Sara.

A la noche, la madre de Sara conversa con su esposo.

- ¿Qué tal tu día?

- Pesado, pero se avanzó con la obra.

- Después de cenar te hago un masaje para que te relajes.

- Descuida, iré con mis amigos al spa. Allí hay especialistas.

- Pero yo quiero ayudarte.

- Agradezco tus buenas intenciones, pero cuando me das masajes me siento fatal.

- ¿Me estás diciendo que lo hago mal?

- Lamento decir que sí.

A ella no le gusta como su esposo le dirige las palabras, pero cambia de tema.

- ¿Sabes qué, mi vida? Sara me ha contado que se ve con Enrique.

- Enrique está felizmente casado con Laura, lo vimos en su boda.

- Mentira, porque Sara me ha contado que Enrique y ella se encuentran y se entregan, el matrimonio de Enrique y Laura sólo es fachada porque no le quedó de otra.

- Por qué eres mi esposa y Sara mi hija, las conozco bien.

- ¿Qué me quieres decir?

- Tengo que poner los puntos sobre las íes.

- Sara también me ha contado que Enrique le ha pedido un hijo a nuestra hija para poder expulsar a Laura cuanto antes. Y resulta que nuestra hija lleva de enamorada con él mucho tiempo.

- Sí es así, que así sea. Voy por ropa limpia para irme a la ducha.

- Está bien cariño, terminaré de preparar tu cena.

El hombre fue a su cuarto, mientras buscaba algo de ropa llama a alguien.

- Buenas noches, señor Montalván ¿Qué se le ofrece?

- ¿Estás sola?

- Un ratito.

A los pocos segundos se reanuda la conversación.

- Dime, Luis Alberto.

- Hola cariño, necesito tanto de ti, mañana podrías darme un masaje, tengo dolores en la espalda.

- Deberías ir al quiropráctico para tu columna.

- Quiero estar contigo cariño mío. Varios días sin vernos, no crees deberíamos vernos también.

- Está bien.

- Mañana, después de la sesión de masajes, te voy a llenar de pasión.

- Voy a procurar algo que morder.

- ¿Por qué?

- Cuando tomas mi cuerpo me haces sentir demasiadas cosas.

- Tus gritos y jadeos me vuelven loco de placer, lo haces con una suavidad que parece música para mis oídos. Eres perfecta en todo, me gusta todo de ti. El próximo mes estoy de vacaciones, ¿Escapamos?

- ¿De verdad?

- Quiero estar contigo. Estoy enamorado de ti. Nos iremos a Ibiza.

- ¡Que lindo detalle!

- Allí celebraremos tu cumpleaños.

- El viaje es más que suficiente. La fiesta sale sobrando.

- La fiesta empieza con un desayuno y hasta la noche pura cama, puro amor, puro deseo, puro placer, entrega total.

- Parece que tendré el mejor cumpleaños de mi vida.

- Ok, mi amor, nos vemos mañana.

- Hasta mañana.

Luis Alberto tiene una amante y ella está enamorada y encantada por como Luis Alberto la trata. Ella es muy diferente a la mujer que tiene en casa y está relación tiene buen tiempo y bien guardado. Este romance es su secreto mejor guardado.

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