Cancelar todo

Casi amanece, en el cielo las estrellas están dejando de brillar y se vuelve cada vez más claro, un nuevo día comienza.

No he dormido y mi cuerpo empieza a sentir el cansancio, la pesadez de los sentimientos también se comienza a evidenciar.

Dario se pone de pie, toma mi mano y me ayuda a incorporarme.

Señorita, tienes que ir a dormir, sino ya comienzan a notarse las marcas negras debajo de tus ojos y eso arruinara tu belleza.

-Esta bien, vamos- sin querer me sonroje por sus palabras, no es la primera y seguro no será la ultima que alguien me hacen un cumplido, pero no fue lo que dijo sino como lo dijo, palabras que no sonaban tan a la ligera como suele suceder.

Me dejo en la entrada del hotel, ahí nos despedimos, sin antes quedar para vernos más tarde.

Subí a mi habitación, todo estaba como lo deje; le mande un mensaje a Sofí, para saber si estaba bien, la muy desvergonzada me respondió con la foto de la espalda desnuda de un hombre, obviamente no estaba sola, y en lugar de escribir un texto, prefirió mandar la evidencia de sus travesuras.

Me lave, me puse algo cómodo, programe la alarma para la hora de la comida y me hundí en un profundo sueño.

Desperté al escuchar la alarma, me vestí y arregle un poco, no mucho maquillaje por que el calor hace parecer como si la cara fuera una figura de cera que se derrite.

Solo algo de labial y una coleta para evitar que el cabello se alborote con la humedad del mar.

Es un clima tan agradable pero poco favorecedor para las chicas vanidosas.

Le mande de nuevo mensaje a Sofí, para saber si nos acompañaría a comer algo; después de un rato, me mando nuevamente una foto, pero esta vez era una posición diferente, ella tomo la foto estando debajo de él - que bochornoso, Sofí no tiene ninguna pizca de pudor-

Estaba saliendo de la habitación cuándo entro una llamada, el número era el mismo que había dejado los mensajes de voz.

Conteste, con el temor de escuchar gemidos de placer de una pareja "haciéndolo", no quería saber que tan apasionado es mi novio con otras mujeres, como en los mensajes que había dejado anteriormente. Para mi sorpresa y buena suerte no fue nada de eso.

Una voz femenina, me saludo de manera muy cordial, como si fuéramos amigas.

-Azalia, ¿Cómo estas?. ¿Qué tal el viaje?

-Dime ¿quién eres? y ¿Qué es lo que quieres?

- No tienes que ser tan ruda, no te enojes, deberías estar agradecida, te mostré la verdadera cara de Rubén.

- ¡Quién quiera que seas, no me interesa saber sobre tu relación con Rubén! Y aún que lo digas en broma si te agradezco por abrirme los ojos. Pero ¿ahora qué quieres?.

-Bueno, si tu ya te diste por vencida con Rubén entonces no tengo nada más que decir.

-¿No piensas en decirme quién eres?.

-No tiene importancia, siempre que sepas que el es mío y nada más.

La llamada termino y me dejo un mal sabor de boca. Pero la vida sigue, no voy a dedicarle más tiempo a este asunto.

Comenzaré a cancelar todo lo relacionado con la boda después de salir a dar un paseo y comer algo.

Dario ya estaba en el lobby del hotel esperando. Me agradaba tener compañía en un día como hoy; todo el peso de lo sucedido con Ruben, el tipo de salón de baile, esta apuntó de caerme encima y necesitó estar frente a alguien para ni demostrar mi debilidad y no dejarme cae al abismo de la tristeza y de la desilusión.

-Dario, hola buenas tardes.

-Señorita, ¿descansate?

-Por su puesto que lo hice, pero dime por mi nombre soy Azalia.

-Vale, así lo haré.

Fuimos a un restaurante, comí las delicias del mar hasta estar sumamente satisfecha.

Fuimos a una plazuela donde se juntan personas a bailar al aire libre, la banda esta debajo de un kiosko y hay ambiente de jubilo y alegría.

Después de ir a la plazuela, Dario me quería llevar a un lugar a beber, pero mi ánimo cada vez era peor.

Pensaba en todo lo que tenía que hacer aún, llamar al salón, el servicio de banquetes, el salón de belleza, a las chicas que serian mis damas de honor, todo lo demás, pero aun tenía que platicarle a Sofí y lo que me daba más miedo era hablar con Rubén; tenía miedo de que si escuchaba su voz y su explicación " aunque fuera mentirá " yo estúpidamente le creería y bajaría la guardia.

Dario me dejo en la entrada del hotel; alguien me observaba, hizo que mi piel se erizará, entre rápido al ascensor para correr a mi habitación. Una vez entrando ahí estaría segura.

¿Quién me estará vigilando y con qué intensiones?

Llegue a la habitación, aun con el corazón agitado; para calmarme cerré muy bien la puerta y entre a darme un baño.

Tenía deseos de nadar desde el primer día que llegamos pero si alguien me vigila no puedo salir así como así.

Después de meditarlo por algunos minutos, decidí mejor hacer las llamadas necesarias, aun que ya es tarde algunos proveedores siguen atendiendo llamadas.

Saque la agenda y comencé a hacer las llamadas y enviar correos electrónicos, lo necesario para cancelar todo, tendrá costo moratorio pero es mejor pagar con dinero que con sentimientos.

Flores √

Servicio de banquetes √

Iglesia √

Salón √

Música √

Limusina , etc..√

Falta lo más importante, cancelar a los amigos y familiares.

Haré un correo y lo mandaré de forma masiva, no quiero hablar; me preguntarán que pasó y no quiero dar explicaciones, me derrumbaré si digo una y otra vez lo que paso, lo que escuche, como mi novio de cinco años le dice a otra que la ama, como es tan cruel de admitir que solo me uso.

Estaba tumbada en la cama, reflexionado en que tendría que decir el texto; cuando sonó el teléfono, era Rubén, no quiero hablar con él en este momento. Así apague el móvil.

Después de comenzó a sonar el teléfono de la habitación, una y otra vez, lo tuve que desconectar.

Me estaba hundiendo en mis pensamientos nuevamente, tenia mis ya clásicos monólogos personales, que planteaba tener con Rubén, en ellos siempre gano, hasta que tengo el diálogo real y mi seguridad se rompe, por que caigo rendida a sus pies, sólo vasta unas caricias o que me hable suave y todos mis enojos se derrumban. Por eso no quiero escuchar nada que salga de su estúpida boca.

Cuando por fin creí que ya no podría molestarme, tocaron a la puerta.

-¿Quién es?

-Soy Sofí, abreme.

- Sofí, estoy por dormir hablamos mañana.

-Azalia mañana ya nos vamos, ¿todo esta bien contigo?, abreme y platicamos.

-Vale, dame un minuto.

Abrí la puerta y ahí estaba Sofí con Rubén. ¿Qué rayos paso?, ¿Cómo es que él esta aquí?; Rubén tenía una expresión amable, y en cuanto abrí me sonrió y me abrazo.

-Amor, por que no contestas el teléfono, quería avisarte que estaba aquí, para que nos divirtiéramos juntos. Te ves cansada es eso, querías descansar un rato.

-R-Ruben ¿Qué haces aquí?

-No te gusta la sorpresa. Trabaje duro estos últimos días para poder estar a tu lado, te amo tanto que no puedo estar más como tiempo lejos de ti.

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