Tenía  semanas que Azalia no veía a Sofía, pero ella estaba ahí… en la fiesta.

Iniciaron a buscar a la novia para comenzar el baile. Ella estaba hablado con Sofia, quien con mirada mustia la había estado observando desde hacía mucho tiempo, hasta que encontró la oportunidad para poder hablar a solar con ella.

Azalia de verdad que no quería verla, así que cuando ella apareció evito mirarla y pasó de largo, ni siquiera se detuvo un instante.

-AAzalia, por favor escúchame!- dio con tono suplicante.

Fue enseguida tras Azalia y la tomo del brazo; Azalia en un movimiento se librero del agarre de Sofía.

"Escúchame por favor…yo no sabía que lo tuyo era serio, a-además no te quería perder.

Todos estos años yo te he amado en silencio, si tú te quedabas en la Isla estarías lejos de mí, no podría vivir así, tal vez te parezca una mala broma, pero esos hombres y mujeres saltando de mi cama no son nada, solo eran un paliativo para poder estar a tu lado y no sospecharas de mis verdaderos sentimientos, tenía miedo a ser rechazada.

Con cada uno de los que estuvo en mi cama imaginaba que eras tú quien me besaba, quien estaba entre mis brazos, ese pensamiento me hacía sentir tan feliz, aunque te casaras con Rubén tu seguirías ¡aquí conmigo!,

Te podría ver todas las mañanas, ir a almorzar, salir como lo hemos hecho desde que te conozco, nunca intente más porque creí que Rubén de amaba. 

Entiéndeme por favor, te lo ruego, ti sabes lo que es amar y querer estar a lado de tu persona favorita, si estas lejos no te veré más, con el trabajo tal vez podría visitarte una vez al año, no puedo con eso, eres la única persona en mi corazón, déjame regresar a ser tu amiga, prometo no pedir más y siempre te apoyare”

Sofía comenzaba a llorar mientras se aferraba a la parte baja del vestido de novia, su llanto era tan amargo, realmente tenía tanta culpa y remordimiento en su interior.

Azalia se giró y la miro a los ojos

-Tu amor es egoísta, no me interesa, te pareces tanto a Rubén un par de farzantes hipócritas, no quiero volver a verte nunca más - después de decir eso siguió caminando para poner distancia entre las dos.

Por fin uno de los invitados encontró a Azalia, le comunico que todos la estaban esperando para que tuviera su primer baile con su ahora esposo Rubén; ella sonrió y se dirigió a la pista.

Rubén estaba como en un ensueño, creía que después de esa noche él y Azalia, podrían intentarlo de nuevo.

Cuando hizo el trato con Azalia dos semanas atrás ya había dejado a Paulina y la había llevado a una clínica de aborto, pero eso no lo sabía Azalia, pensaba decírselo este día tan especial para los dos.

El inocentemente creía que después de decirle que había terminado esa relación y que no habría ningún bebé; Azalia consideraría mejor pasar su vida juntos, después de todo habían vivido 5 años de noviazgo y una vez se habían amado, ese amor podría resurgir.

La noche terminó, los recién casados llegaron a su nueva casa,  Azalia le exigió a Rubén le devolviera sus documento de identificación, él se negó.

La abrazo e intento besarla, ella lo empujo mientras le dirigía una mirada de repulsión y odio.

-Azalia, eres mi esposa y tienes que cumplir tu parte del trato, no me puedes dejar un día después de nuestra boda.

-Jajajajaja- Azalia soltó una risa estruendosa e irónica- estas borracho, lárgate de aquí y no me vuelvas a tocar. Eres repulsivo

-P-pero te tengo una sorpresa. . .

-Te puedes meter tu sorpresa por donde gustes, no me interesa -

Dijo Azalia  mientras se dirigía a una de las habitaciones.

-¡Regresa aquí¡, he matado a mi hijo por ti…te exigo que regreses…Azalia…¡por favor!

Azalia regreso a la sala, miro a Rubén que estaba en el piso de rodillas, él intentaba contener su llanto.

-Rubén, nunca te pedí que mataras a tu hijo, sin embargo ese no es asunto mío,  levántate, te ves patético…me enfermas.

Esa mujer que tenía un corazón dulce y sincero ahora era fría y despiadada,

¡En qué momento se volvió así…!

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