En el auto de camino al hotel donde se hospedaban, Sebastian noto que Azuna guardaba un silencio inusual, algo difícil en ella.

-¿Todo esta bien?

Pregunto dos o tres veces Sebastian, pero Azuna estaba ensimismada e ignorándolo por completo.

Él dejo de preguntar, cuando llegaron al hotel él le tomo la mano, pero Azuna seguía sin reaccionar.

Sebastian pidió al chofer que saliera del auto y se abalanzo sobre Azuna, con besos y caricias, ella reaccionó.

-Oh, espera a que lleguemos al hotel, el conductor nos puede ver.

Sebastian soltó una sonrisita traviesa,

-¿No te gustaría que nos vieran?, ¿No crees que seria muy emocionante?

Azuna coloco su palma de la mano en los labios de Sebastian para callarlo, pero el comenzó a lamer sus dedos, los metió en su boca, Azuna sentía su lengua suave y mojada de Sebastian, la piel se le erizaba y su deseo comenzaba a surgir.

-Oye, espera a llegar al hotel - en su voz había destellos de enfado.

-Bien, bien, esperaré a llegar al hotel. Pero siguio con los besos que no sólo se restringieron a la mano de Azuna, poco a poco avanzaron al cuello y luego a sus labios.

Azuna lo alejo de ella

-Oye, dije que en cuanto llegáramos al hotel y además el conductor nos ve.

-Querida estamos en el hotel y el conductor no esta aquí. ¿Podemos continuar?, hoy te ves simplemente exquisita.

Azuna se dio cuenta hasta ese momento que el auto estaba detenido en el estacionamiento subterráneo, y que efectivamente el conductor no estaba en el auto.

-Estas loco, aún no salimos del salón de la subasta.

-Claro que si, no te haz dado cuenta, ¿en qué estabas pensando?

-En nada, en nada. Entonces si ya estamos en el hotel hay que ir a nuestra habitación.

-Eso me parece excelente, ¿tienes apetito?

-No, solo tal vez algo de beber.

Ambos bajaron del auto y tomaron el elevador exclusivo que los llevaría a su piso.

En cuanto entraron en el elevador ambos sabían que no había cámaras de seguridad en el. Sebastian se abalanzo a Azuna, besos salvajes recorrían todo su cuerpo.

Azuna estaba disfrutando el momento, pero llegaron muy rápido a su destino. Las puertas se abrieron y vaya sorpresa. . .

Se encontraron de frente con Kelly Onassis y su acompañante.

-Buenas noches.

-Buenas noches.

- Iremos a cenar algo, ¿gustan acompañarnos?- Pregunto de forma amable Kelly

-Gracias señora pero no tenemos apetito y al parecer no somos bienvenidos por su compañero.

- Ah, él, tal vez no lo entienden el es muy callado, parte de su personalidad. Pero esta de acuerdo. ¿Cierto Jack?

-Por supuesto, estaría encantado de que nos acompañen.

Azuna se puso blanca, su voz era tan similar a la de Dario, pero él estaba muerto. No podía ser.

-L-Lo siento, no puedo ir con ustedes no me siento bien. Ve con ellos Sebastian, sólo dame la llave de la habitación.

Sebastian no quería ir con Kelly, pero ella lo había tomado del brazo y lo dirigía de nuevo al ascensor. Sebastian saco de su bolsillo la tarjeta llave y se la extendió a Azuna, pero ella camino rápidamente sin esperar a que Sebastian le diera la llave.

Jack tomo la llave

-No se preocupe Sebastian yo se la entrego, bajen, en un momento estoy con ustedes.

Mientras decía eso picaba el botón para que el se cerrará.

Azuna llego a la puerta de su suite, pero no entro, se dejo caer pesadamente, estaba sentada en el piso, con la cabeza entre las rodillas, su rostro permanecía oculto.

Jack se sentó junto a ella,

-¿Estas bien?

Ella escuchó esa voz de nuevo y levanto el rostro. Que estaba empapado por las lágrimas.

- ¿Quién eres tú?

-Soy Jack Miller, socio de la señora Kelly.

-No pregunte tu nombre, sino quien eres tú.

-Perdón no creo entender tu pregunta, tengo la llave de su habitación. ¿Quieres que te ayude a entrar?

- No, solo dejala. . .

-Bien, me voy

Azuna, tomo la llave que estaba en el piso, se puso de pie y alcanzo a tomar de la mano a Jack.

Abrió la puerta y lo llevo adentro de la suite, Azuna se limpio el rostro, con la palma de la mano, le puso los brazos alrededor del cuello, se puso de puntas y lo beso en los labios.

Después de ese beso ella se alejo súbitamente. La voz y las piernas le temblaba

-¿Estas bien?

-Eres tú, pero como,tu rostro no es igual, como puedes ser tu. . . ¿Donde has estado?, ¿Por qué me dejaste?

Azuna lloraba y reía, parecía que había entrado en un estado de histeria

- Oye, tomas medicamentos, necesito llamar a tu esposo.

-¡NO!, Sebastian no es mi esposo, ni mi novio. . . solo compartimos la vida por el momento.

-Bueno si dices que estas bien, entonces me voy. Me espera la señora Kelly.

-No, por favor quedate un momento más, por favor.

-. . .

-Por favor, te pareces a él, su rostro es diferente pero tu voz y tu mirada son como las de él. . .

Azuna lo abrazo y se soltó el llanto.

Jack solo la abrazo, sin hacer otro movimiento.

El la miraba con ansias de más, recordaba ese cuerpo que fue suyo a placer. Se mojaba los labios, pensó en insinuar sus ganas, la deseaba a morir.

Pero su orgullo le impidió hacerlo, después de unos minutos tuvo miedo de caer con esa mujer. La alejo y se dispuso a salir de la habitación.

-Sabes, yo lo amaba, fue sólo una ilusión estar con él, construí castillos en el aire. Y me duele tanto . . .

-Dices amar a un hombre pero duermes con otro. . .

-Es estar con Sebastian o dejarme morir. No pido que lo entiendas pero ya no tengan ilusiones, respiro por que soy muy cobarde para morir. Pero no diría que esto es vida.

-Bien, me tengo que ir antes de que la señora Kelly se preocupe por mi.

-Gracias por acompañarme y perdón por lo que dije e hice.

Jack aviso a Kelly que estaría bebiendo y fue al bar del hotel, después de unas copas subió a su habitación.

Creía que estaba preparado para el reencuentro pero no era así, todo en su mente era difícil de descifrar. No sabía que hacia Azalia con Sebastian, no sabía por que se había cambiado el nombre, tantas preguntas estaban en el aire.

Lo más importante, ¿si amaba a un hombre por que estaba con otro?