El viaje

Azalia pidió un ubery paso por su querida amiga a su con dominio; Rubén es un hombre muy ocupado y no quiso o simplemente no se le pego la gana llevarla al aeropuerto.

Azalia realmente lo ama, de otra forma no toleraría tanto desapego.

-Chica ya sal, el uber cobra su tiempo, si tardas más tu pagaras la tarifa - le grito por el auricular del celular a Sofía que ya había tardado demasiado en bajar de su departamento.

- Ya voy pero no grites me duele la cabeza -dijo Sofia con una voz apagada

Por fin bajo cargando una pequeña maleta.

En su cara se notaba que el día anterior se había ido de parranda, las gafas oscuras son clásicas de ella cuando tiene ojeras pronunciadas, por las marcas en su cuello y los labios inflamados había tenido una noche de mucha acción.

Azalia veces siente un poco de envidia, Sofía es tan liberal, no le interesa la opinión de los demás; Azalia quisiera ser un poco más como ella, pero es demasiado miedosa para arriesgarse, tontamente cree que su vida esta arreglada y no necesita más, tal vez la aventura es para los valientes y sin duda ella es una cobarde.

-Azalia date prisa, no eras tu la que hace unos momentos me estaba gritando.

-Ya voy Sofí, mi batería se descargo y estoy buscando la batería de carga rápida.

-Anda la sigues buscando en el avión.

-Bien, bien, ya voy.

Decía Azalia mientras seguía hurgando en su bolsa de mano y con cara de fastidio y frustración por no encontrar lo que buscaba

-Deje la batería en la maleta, que documente, hasta que lleguemos a Cuba podre sacarla y cargar el celular- gruñó para si misma mientras caminaba.

El viaje fue rápido, y ya le urgía disfrutar de la playa y la piscina del hotel.

Cuando llegaron al hotel fueron recibidas por unos hermosos hombre de tez morena, por la emoción de por fin llegar a su destino o por el clima tan agradable se olvido por completo del celular.

Azalia estaba súper dispuesta a refrescarse en la alberca del hotel, pero como era de esperarse Sofí ya había hecho planes, tendríamos un paseo en lancha para ver algunas bellezas naturales de la zona.

Así que de resigno, tomo su bolso y salió a toda prisa.

-Oye...amiga, ya viste lo guapo que es el lanchero.

-Sofí eres un demonio de la lujuria - dijo entre risas y susurros

-No soy un demonio de la lujuria, tengo un libido completamente normal, lo que pasa es que tu tienes una alma vieja, no me entenderías jamás.

Subieron a la lancha, íban solo las dos, ya que a Sofí no le gusta compartir y pidió fuera el servicio exclusivo, primero visitaron los manglares, los pequeños cangrejos andaban entre las raíces de los arboles que salían del agua, se escuchaban varios sonidos de la fauna silvestre.

Pasaron por un criadero de cocodrilos, la piel se le erizo, son animales a los que les guardo mucho respeto, por no llamarlo miedo.

Fueron a un restaurante que es del hotel donde se hospedan, este chico guapo de la lancha, es más que un simple lanchero, sin dudas esta capacitado para ser un guía de turista, ya que al llegar al restaurante, logro ver como interactuaba con otros comenzales, a los cuales les hablaba en sus idiomas, de forma que Azalia noto que ese "lanchero, " hablaba por lo menos cinco idiomas diferentes además de que tenía la habilidad para mostrar el lado mas amable de la Isla.

Después de comer un delicioso pescado a la plancha, algunos otros mariscos y beber unos cuantos mojitos subieron de nuevo a la lancha.

Dario (el guía de turistas) le pidió a ambas chicas que se colocaran el chaleco salvavidas, ya que es una regla, Sofia hizo caso de forma inmediata; sin embargo Azalia fue otra historia, ella se sentía tan satisfecha por la comida que no quería colocárselo.

Azalia hizo un gran berrinche, hasta que Dario se dio por vencido ya que estaba oscureciendo y no era recomendable andar por ahí de noche, ya que los cocodrilos suelen confundirse con troncos, golpear las lanchas y estas pueden llegar a volcarse, obviamente el final sería trágico.

Subieron a la lancha, sin duda no colocarse chaleco salvavidas fue un gran error.

El movimiento de la lancha, el estómago demasiado lleno y los mojitos en apariencia inofensivos, hicieron que Azalia tuviera grandes deseos de vomitar, se acerco a la orilla de la lancha.

La lancha golpeo con algo y de repente dio un salto, la chica no se sostuvo lo suficientemente fuerte y cayo por la borda

Sin duda entro en pánico, al parecer se a calambro y no podía nadar a la superficie.

En esos momentos de desesperación probablemente creo que moriría, y por la situación solo había había dos posibilidades;

a) moría ahogada o

b) moría comida por un cocodrilo

Azalia poco a poco iba perdiendo la conciencia.

Lo ultmo que alcanzo a sentir fue el fuerte agarre de unos brazos fuertes me la halaban, seguido de unos labios tibios que de pegaban a sus labios, después se perdió por completo.

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Comments

Elvira Fretes

Elvira Fretes

bueno Azalia parece que ese cubanito será el indicado. Pero que cabeza dura porque nunca quieren obedecer las reglas

2023-02-04

2

Graciela Peralta

Graciela Peralta

que bueno que la ayude con todo esto

2022-10-30

0

Graciela Barragan

Graciela Barragan

De tercos están llenos los hospitales y panteones!

2022-10-27

0

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