Alessio
Entre al despacho con Alexa y mis padres tomamos asiento y Alexa comienza a hablar.
— Alessio hijo, es verdad que yo le fui infiel a Maximiliano, pero la verdad es que cuando estaba con otro también estaba con él. Por mucho tiempo pensé que tú no eras su hijo, pero luego descubrí que así lo era, le hice creer a él que no para hacerlo sufrir.—
— No me llames hijo y lo que dices es mentira por qué creerte.— Le grité a Alexa.
No podía creer lo que Alexa decía, tenía una angustia y un dolor en el pecho, no podía ser cierto mi amor, no podía ser mi hermana.
— Hijo, por favor escúchame tienes qué creerme regresé para buscarte Hace unos días y tu padre me contó lo que ha pasado, entonces decidimos hacerte una prueba de ADN.—
— No sigas con esta mentira por favor, no sigas lo hacen para separarnos no sean tan crueles.—
Alexa sacó un examen y me lo enseñó, era una prueba de ADN entre mía y yo y no lo puedo creer que era 99.9% compatible, yo me quería morir, me faltaba el aire, caí de rodillas y empecé a llorar como un niño pequeño.
— No, no, no, esto no puede ser verdad, por favor Alexa Si alguna vez me quisiste un poquito dime qué es mentira me estás matando.— Le supliqué de rodillas a Alexa.
— Te estamos diciendo la verdad, hijo debes aceptarlo, ustedes no pueden tener nada.— dijo Alexa y yo ese mismo día morí por dentro.
— Alessio debes entenderlo, es pecado ese amor que se tiene por favor, aléjate de Mía, ahora sal y dile que no es posible cuéntale todo.— Dijo mi padre poniendo su mano en mi hombro.
Reaccioné de inmediato y le quité su mano de mi hombro de un manotazo.
— No, yo no le puedo causar este dolor, a mi niña voy a salir y le diré que me casaré con Camila y es todo, les prohíbo que le cuenten esto que me dijeron a mí.— dije firme y salí del despacho.
— Mi amor dime que no les vas a hacer caso, dime que nos vamos a ir lejos, dímelo mi amor por favor Alessio.— Dijo lanzándose a mis brazos.
La separé de mí y bajé la cabeza.
Ella negó repetidamente llorando desesperada.
— no, no, no amor, dime que no. Dime que no es lo que pienso, dime que no lograron separarnos.— Se arrodilló y me suplico, se veía tan rota.
Massimo trataba de levantarla, pero ella seguía allí suplicando entonces le dije.
— Ya basta Mía, levántate lo nuestro, no puede ser, me voy a casar con Camila y es mi última decisión. Ellos tienen razón, solo eres una niña y necesito una mujer.— Dije sintiendo como mi corazón se partía como mi alma dolía como yo moría por dentro.
— No sé lo que te dijeron Alessio, pero piénsalo bien, me estás matando y no creo que te pueda perdonar esto.— Me grito.
— Ya lo pensé y es lo mejor, no podemos tener nada ni siquiera me hables.— Dije en tono frío.
Mía se levantó del suelo, se secó sus lágrimas con brusquedad Se volteó a su padre y les gritó
— No sé lo que le dijeron a Alessio para que me dejara, pero véanme bien, ya lo hicieron, pues qué bueno porque esta será la última vez que me verán.— dijo secando las lágrimas que seguían cayendo de sus ojos a montones.
— Los odio y a partir de hoy hagan de cuenta que su hija se les murió, porque para mí están muertos.— dijo y salió corriendo de La Mansión.
Cuando quise reaccionar ya había escuchado su auto, salir a toda velocidad, en ese momento caí de rodillas, empecé a gritar de dolor, de frustración, maldiciendo mi vida y a todo él que se me acercara.
Me levanté y también salí de ahí, no podías estar en esa casa, todo me recordaba a ella, fui a mi apartamento, ese lugar donde la hice mía, tantas veces ese lugar tenía su olor, pero por lo menos no estaban esos hipócritas contaminándolo. Destapé una botella de whisky y empecé a tomar como loco, tomé sin parar, ya no sé si es lunes o sábado, ya no sé cuántos días o semanas han pasado, solo sé que no me he movido del sofá, no tengo vida no tengo alma no siento nada ella lo era todo y ahora ya no más.
Me despierto por el dolor de cabeza y el horrible sonido de la puerta, me levanto y la, abro es mi amigo
yo solo abro la puerta y me regreso al sofá.
— Amigo hasta que por fin abres hasta cuándo vas a estar así, hasta cuándo te vas a estar destruyendo, tienes que levantarte, tienes que pararte de ese lugar, llevas casi un mes, así debes parar.— Dice mi amigo preocupado.
— Lárgate de aquí, lárgate de aquí, no quiero ver a nadie, a quién le importa lo que me pase o no que te largues.— Le grité con rabia.
— pues me iré, pero por ayuda porque no voy a perder a mi amigo.— dijo desapareciendo por la puerta.
Ya es de noche y sus recuerdos me vuelven a invadir, como la extraño, pero está mal pecamos de la peor manera, pienso en lo que dijo mi amigo y ni él ni nadie me sacarán de aquí no me importa lo que me pase, hay veces que ni como, ni me interesa solo me quiero morir es más esa es la mejor opción, voy a mi habitación y saco la caja que está en la parte de abajo del armario, saco una pistola que se encuentra allí y regreso al sofá me coloco de rodillas coloco la pistola en mi cabeza y grito.
— ¡Mía mi amor, te amo! Si no es en esta vida será en la otra.—
Pero mi intento de suicidio se ve frustrado por un golpe en mi cara y luego otro.
— maldita sea, parece que viajé al pasado y estoy viendo a Maximiliano a ser la misma estupidez que tú ahora mismo te vas a bañar.— dice Alejandro jalándome hasta el baño, me mete en la ducha y abre la llave, está muy fría el agua.
Luego de un rato salgo con una toalla, me siento en la cama, está él viéndome y detrás de él está mi amigo y Maximiliano.
— Qué demonios hacen aquí y porque carajos no dejaste que me matara, quién mierdas te crees.— Les grito.
— Mira mocoso, respeta y Cállate la boca antes que sea yo el que te pegue un pepazo en la cabeza escucha a Maximiliano.— Dice Alejandro.
— No quiero, que se largue.— Digo tapándome el rostro.
— Alessio hijo perdóname, estaba cegado, no quería ver que usted se amaban y que los demás no importan perdón por hacerte eso.— dice Maximiliano y yo levanto mi cara para verlo con el ceño fruncido.
— De qué estás hablando.— pregunto.
— Yo estaba desesperado, no sabía cómo hacer para separarlos y llamé a Alexa, le comenté todo y ella trajo esas pruebas falsas, tú no eres mi hijo.— Dijo y me levanté enseguida.
— Qué carajos, tú me estás diciendo que me mentiste e hiciste que le partiera el corazón al amor de mi vida maldita, sea Maximiliano responde.— Le dije con furia.
— Por favor perdóname hijo por mi estupidez, casi te matas y mi princesa está desaparecida.— dijo suplicante Maximiliano.
— Cómo que mía está desaparecida no ha regresado a la casa, no han sabido nada de ella maldición, hablen.— Dije desesperado.
— No, Alessio mía se fue y no sabemos a dónde contraté un investigador y le perdió la pista.— Me contesto Alejandro.
— No, esto no puede ser cierto, debo encontrar a mi princesa, debo decirle que fue mentira, debo encontrarla Alejandro, ayúdame a encontrarla.— La desesperación se apoderó de mí y otra vez las lágrimas me ganaron.
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Updated 23 Episodes
Comments
Rosa María Corrales Pèrez
Son unos desgraciados de padres ni se merecen ser padres que idiotas por su culpa perdieron a su hija
2024-12-31
3
Ibelitza Oliverovelis
malos padre como van a jugar con sus hijos si no son hermanos
2024-12-31
0
Ariana Cavallaro
Ni siquiera te pusiste en su lugar, cuando tú mismo pasaste por una desesperación así, Egoísta 😡
2025-01-27
1