Actualidad.

Actualmente.

Hoy es mi cumpleaños número diecinueve y estoy feliz, soy mía Santorini la muñequita de papá y de mi tío Alejandro, hoy le pedí a mis padres permiso para salir de fiesta, voy con mis primas Alejandra, ella tiene veintiún años, Aria también de veintiún años y Saira de dieciocho años, vamos a salir a un antro que es nuevo, ya me hicieron una reunión en la casa y terminó, ¡aburrida!, por eso nos vinimos a celebrar mis dulces y anhelados diecinueve años.

Manejo mi Lamborghini rojo que me regalaron mis padres y llegamos todas divas, Saira parece de veinte años se cambió y se puso un vestido dorado con un escote divino, unos tacones y está hermosa, Aria esa muñeca se puso un vestido azul rey corto con encaje en el pecho y la espalda al aire y unos tacones a juego, mi mejor amiprimis (Amiga prima). Alejandra usa un vestido color rojo pegado, corto, con escote de corazón y solo tirantes cubriendo toda su espalda, con unos tacones rojos, y yo la cumpleañera llevo un vestido negro corto, con una abertura en la pierna y un escote muy pronunciado en mi pecho y mi espalda solo tiene un encaje casi transparente. Con mi cabello suelto y mis tacones negros de plataforma, divinas todas.

Llegamos a la pista de baile y empieza el show, comenzamos a bailar y no hay ojos que no nos observen, tengo la sensualidad nata de mi mami así me dice ella.

Veo como abordan a mis primas unos chicos y mientras bailan nos ofrecen tragos, pero que va somos hijas de los Santorini Berluchy, regla uno no tomar nada que tú misma no te sirvas, ni nada preparado por amigas, únicamente tu familia, de este modo evitamos malos ratos.

Volteo y veo a Massimo alejando al chico que baila con Saira, me río, pero no me dura mucho por qué el chico que baila conmigo me da un beso en el cuello, para luego caer al suelo por un golpe certero, volteo mis ojos y subo a la zona VIP y mis queridos niñeros suben tras de mí a regañarme.

— En que pensabas al bailar con un desconocido Mía, ¡eres una niña!.— Me reprende Alessio muy enojado.

— Si pequeña Mía este no es sitio para una niña como tú.— Agrega Xavier desde cuándo se llevan bien estos dos me pregunto.

— Me tienen harta, hoy estoy cumpliendo diecinueve años, no soy una niña ¿ok?. Alessio dejaste a tu noviecita botada por ir a dañarme el momento ve con ella, y tu también la estirada de Analía te está esperando Xavier.— Digo volteando los ojos.

Salgo de allí y voy de nuevo a la pista de baile, volteo y Xavier me sigue, pero su novia lo detiene, aprovecho y voy a la barra pido un trago de whisky en las rocas y no quito mis ojos de la preparación, cuando está listo me lo tomo de un solo trago y pido otro, sostengo el trago en la mano y miro hacia donde está Xavier, y se lo quieren tragar, bueno por lo menos así no me molesta.

Llevo el trago a mi boca, pero este no llega, un atrevido me lo quita y se lo toma de un solo trago, y dice.

— Gracias. No tomes mía, ¿qué te sucede? Bailas con desconocidos, tomas, y que más mía, cuéntame, de esta manera no te recuerdo yo.— Me dice Alessio mirándome fijo.

— Valla que te sorprende si con los años las cosas cambian y no te quejes, tú te fuiste por cinco años, y ¿ahora llegas con aires de protector?, no me hagas reír Alessio, sí, tomo, fumo, bailo y ando con quién me dé la gana de esta forma soy yo me presento.— Le digo estirando mi mano con una sonrisa burlona.

— Cállate Mía, no te creo, tú no eres así de atrevida.— Responde irritado Alessio.

— A no me crees, ja, ja, relájate y observa el show.— Digo mientras pienso en hacerlo rabiar.

Me levanto con mucha rabia quien se piensa, me dejó sola cinco años y viene como si nada, ¿a reclamar, qué?. Salgo de mis pensamientos y veo un mega papi me dirijo de manera coqueta, le bailo muy sensual y pongo mis manos en sus mejillas con toda la intención de besarlo, grave error, el pobre terminó con la boca rota y yo voy en el hombro de Alessio camino hacia afuera del antro.

— Bájame Alessio no entiendes, bájame, por qué le pegas, yo soy la que lo quiere besar, abrazarlo y hacerle cosi... — digo, pero Alessio me baja bruscamente y sus labios se apoderan de los míos sin dejarme terminar de hablar y entonces grito en mi mente ¡¡síiii!!, sabía que funcionaría me las vas a pagar imbécil.—

Me separo de Alessio y corro a mi auto, me subo y tal y como fue planeado entre mis primis y yo, el niño subió a la parte de atrás.

Conduzco de manera feroz o sea normal para mí, pero él no lo sabe y empiezo a hablar como si no me hubiese dado cuenta de que subió en mi carro. Entonces me meto en el personaje e interpreto mi mejor papel.

Mía: ¿Quién se cree él ah? ¡Estúpido!, ¿cómo se atreve a besarme?, él muy idiota se va cinco años, me rechaza, me deja destrozada y ¿ahora regresa como si nada y con novia?, ¡ha!, hoy voy a tener el sexo más salvaje y delicioso de mi vida, en tu nombre imbécil, me metí tanto en mi papel, que ni cuenta me di que Alessio se pasó al puesto del copiloto.

— ¡Mía frena ahora!— Grita Alessio.

Del susto de verlo a mi lado y no detrás frené el auto.

— Repite lo que dijiste, que ibas a hacer qué esta noche, ¡Mía!.— Grita frustrado.

— ¿Qué?, aaah que voy a tener sexo con el primero que vea en tu nombre, pues sí y que haces en mi auto idiota.— Le digo levantando la voz.

Su mirada se oscurece y se apodera de mis labios, ¡maldición son iguales a los de hace cinco años!. Me separo, lo empujo y le doy una cachetada.

— ¡Aléjate enfermo!, tú eres mi hermano.— Grito ofendida.

— Ja, ja no me hagas reír tú y yo sabemos que es mentira, y eso no te importó hace cinco años, por esa razón me alejé, pero ya regresé y lo hice por ti, por qué tú eres Mía me entiendes?.— Dice pegándome a él.

— Claro que entiendo que soy Mía tarado, así me llamo ¿no?.— Le saco el dedo del medio y arranco hasta llegar a la mansión.—

Bajo del auto y subo a mi habitación azotando la puerta me recuesto en esta y suspiro.

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