Viaje al lago

Alessio...

Ayer tuve un día genial con mía, pero no termino como imaginé, pensé que al menos me dejaría cortejarla, pero no y eso me tiene algo molesto, mis padres me llamaron diciendo que fuéramos a la casa de campo que tienen a las afueras de la ciudad es hermosa y hay un lago precioso, ya había llamado a mis primos también llame a Camila para que me acompañara con ella borraría mi rabia es muy divertida.

Bajé a desayunar y todos ya estaban desayunando, pero mía no se veía por ningún lado, al terminar de desayunar llegaron los trillizos, máximo con su novia, Alejandra, la novia de Xavier, una amiga de Massimo y Camila, Massimo iría en su auto con su amiga laura, máximo y Ana la novia de máximo, los trillizos irían con Alejandra y yo me iría con mi amiga Camila, Xavier y su novia.

Cada uno subió en su auto y nos fuimos a la casa de campo al llegar nos esperaban nuestros padres con mis hermanos pequeños, los abuelos Berluchy, el abuelo y la abuela Sasha con sus hijos pequeños, la tía Dayana, el tío Vladimir y sus hijos y la tía Paty con mis primitos no estaba ni mía ni mi tío Alejandro.

— Donde está Mía, chicos—. Pregunto mamá Ania.

— Ella viene en un rato con mi papi tía.— respondió Alejandra y la rabia me consumía.

De pronto Camila empezó a sentarse en mis piernas todos estábamos en el lago con sillas y mesas para un día maravilloso, trate de alejar a Camila, pero está solo rozaba mi cuello con su nariz voltee inconsciente y Vi la cara de mía, Camila me dio un beso cerca de mi boca y cuando voltee de nuevo venía Mía sobre los hombros de mi tío Alejandro como si fuera una niña, todos gritaban alegres luego se acercó a mis padres, abuelos y tíos y la bajo no sin antes darle un beso en la frente mi tía Alejandra también la beso, al igual que mamá Ania ella se lanzó a los brazos de mi padre este la arrullaba y ella hacía pucheros, luego de las demostraciones de cariño se acercó a dónde estábamos todos los jóvenes por así decirlo.

— Hola mis locas como están no se diviertan sin mí.— Dijo y las abrazó.

Luego se dirigió a dónde estaban los chicos y los saludo uno por uno a Javier lo saludo muy cariñosa para molestar a su novia y luego se acercó a Camila y a mí.

— Hola hermanito no me vas a saludar.— Dijo abriendo sus brazos quité a Camila de mis piernas y me levanté para abrazarla se me lanzó encima abrazándome por el cuello y enroscado sus piernas en mis caderas muestras daba besos en mis cachetes.

— Hermanito cómo estás llévame al agua de esta manera.— Dijo haciéndome ojitos y un hermoso puchero.

— por supuesto pequeña.— La llevé al agua y nos tiramos en el lago, se hundió y salió un poco lejos, yo la seguí y me besó rápido mientras sonreía con picardía, en ese momento todos entraron al agua para empezar a divertirnos, bueno casi todos Camila no entro así que fui a ver qué tenía.

— Oye Camí por qué no entras al agua te sientes mal.— Le digo preocupado.

— Si un poco Alessio.— Dice y se deja caer en mis brazos mareada yo solo la cargo y la acuesto en una de las toallas que están en la sombra.

— Te sientes mejor toma agua.— Ella la bebé.

— No te vayas por favor Alessio quédate conmigo.—

Asiento y me quedo allí y veo salir a mía hecha una furia y hacia la otra parte de nuestras tierras, si y allí viven los Carson y no los conozco, pero igual me preocupa que carajos hace.

Trato de levantarme, pero Camila no me deja se siente muy mal después de un muy largo rato logro quedarse dormida y yo me levanto en dirección a dónde se fue mía y la veo hablando con un hombre como de veinte y tantos años piel blanca, cabello oscuro y alto ella se está riendo y él le hace muecas con su cara para que Mía sonría.

Me acerqué furioso los celos me carcomían únicamente al solo pensarla con otro hacía que el pecho me doliera.

— Mía que haces aquí, y tú eres?.— Dije viéndolo con desprecio.

— Evans Carson su amigo, un gusto y tú eres.— Pregunto estirando su mano hacia mí

— Alessio su novio, y si me permites nos vamos.— dije y la aleje de ese imbécil cuando la tuve lejos de él la besé, pero no me pude controlar le grité, y le dije todo lo que sentía solamente con ese beso era demandante posesivo e intenso al separarnos la miré y le dije.

— Eres mía.— Le di viéndola fijamente.

— Y tú mío y si esa estúpida no se va en este momento voy y como a besos con Evans.— Dijo desafiante mirándome directo a mis ojos.

No lo pensé dos veces y le dije a la amiga de Camila que como ella no se sentía mal que la acompañara a su casa y el chofer las llevo.

Mía tenía una sonrisa triunfante y yo me acerqué a ella.

— Listo ahora repite lo que dijiste hace rato quiero escucharlo de nuevo amor.— Le intentando besarla.

— He cálmate eres mío, pero eso no quita lo que me hiciste tienes que demostrarme que va a valer la pena y que no volverás a huir de nuevo. —

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