Mi Diosa.

Desde el día de mi cumpleaños soy otro, Alessio, al principio no quería, pero esa mujer me enloquece, diosa tiene algo que me vuelve loco, estoy molesto conmigo mismo por qué estoy engañando a mi princesa, no importa que esté con ese hombre, ella siempre será mía y cuando le cuente la verdad volveremos a ser felices, pero eso también me descompone un poco, porque estoy tan bien con mi diosa y ahora no sé qué hacer amo, a Mía y a diosa el deseo la pienso sus besos me hacen falta me vuelven loco

Hoy volveré al bar como siempre a ver si la veo ya van dos meses desde que salgo con mi diosa, de mi princesa no he sabido nada, he tratado de buscar la manera de verla y no he podido quiero decirle la verdad, no entiendo por qué no quiere vernos, la vi muy acaramelada con Erick y me dio rabia e impotencia, pero no puedo hacer nada por ahora estoy perdido en mis pensamientos y la anuncian.

— Con ustedes, la diosa de la noche — dice el presentador y cada vez me molesta más el hecho de que todos la vean, ella es mía.

Ella empieza con su baile, es sensual, es simplemente perfecta, estoy adicto a esta mujer, me enloquece después de tan maravillosa presentación, pido un privado con ella como siempre, la beso me la como completo, nos dejamos llevar por la desesperación esta mujer es increíble grita encima de mí mientras nos dejamos llevar por el deseo y la pasión

—Oh mi diosa, oh mi amor te deseo— Digo entre gemidos.

— Alessio mi príncipe te Amo— Eso hace que me mueva aún más fuerte en sus brazos, pero también hace que me sienta mal porque tengo que sentir esto yo ya amo a mis no puedo.

Utilizó esa impotencia para embestirla con tanta fuerza y tanta pasión que sus uñas rasgan mi espalda, el sonido de nuestros cuerpos chocando inunda, la habita que maravillosa sensación, Dios está mujer, es una verdadera diosa y me fascina tras mucho rato de pasión y lujuria nos dejamos llevar por el clímax extasiados de tanto placer.

— Alessio mi amor— Dice y me besa.

Eso me duele tanto la estoy usando, la estoy engañando, yo amo a Mía nadie más, pero está sensación que siento al tenerla cerca me confunde y hace que no esté seguro de nada en este preciso momento.

— No lo sé diosa, estoy sintiendo por ti algo extraño y no te quiero engañar, amo a mi esposa, la amo como nunca, ella ahora está con otro, pero solo será hasta que le cuente la verdad.— Le digo Abrazándola.

— De qué verdad habla mi amor.— Dice y ese amor me llena de culpa.

— Diosa a mi esposa y a mí nos separaron con una mentira muy grande que luego descubrí, solo quiero verla para decirle la verdad y volver a estar juntos.— Digo apenado.

— Por qué agachas la cabeza sígueme contando.— dice

— Me da vergüenza contigo, pues, tú te has metido en mi corazón también, pero yo amo a Mía, la amo como nunca amararé a nadie.— Digo sincero.

— Y cuéntame entonces para saber.— Pregunta con curiosidad.

— Mis padres inventaron que éramos hermanos, es falso, por eso la aleje, pero ahora la necesito conmigo intente suicidarme si no es por qué llegan no estuviese aquí.— Digo sinceramente y apenado.

— Oh mi amor, por qué hiciste eso mi vida, no mi amor, tú no te amo Alessio.— Dice y me abraza desesperada.

— Cálmate bebé estoy bien, ya pasó y no me ames que sé que ella regresará y la amo.— Bajo mi mirada al decirle.

Toda la noche fue de besos y deseo, no sé cuántas veces estuvimos juntos, está mujer me da felicidad, me llena de vida, le da color a mi vida, la noche termina y debo regresar y pienso en duda y en sus palabras y siento algo por ella, pero no quiero aceptarlo yo debo amar solo a mi niña Dios ayúdame que hago Mía es mi esposa y la estoy engañando y eso me parte el alma soy un desgraciado un infeliz un infiel, con ese pensamiento quedo profundamente dormido.

Los siguientes días a ese no vi a mi diosa había desaparecido, estoy en la empresa y llama Massimo diciendo que Erick avisó que Mía irá hoy a la mansión a firmar el divorcio y nos quiere a todos juntos, yo me emociono y me apresuró para llegar a la mansión al hacerlo todos están en la sala mis padres, mis hermanos, mis primos, mis tíos, y mis abuelos todos y mi amigo también, luego Massimo recibe una llamada y lo veo llorar luego se limpia con disimulo las lágrimas y asiente con su cabeza, corta la llamada y nos dirige al búnker que está detrás de la biblioteca en el despacho de papá y nos pide que pase lo que pase no salgamos de este lugar, así veamos lo que veamos.

Alejandro es el único que está en la cena, pues, tuvo un imprevisto y llegará después, no entiendo nos encerramos y todos están a la expectativa hasta que de pronto ¡qué carajos!.

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