El es...

Cuando llegue a la mansión estaban todos me sentía feliz, pues, volvería a ver a mi niña, a la mujer que amo y aunque suene loco también siento cosas muy fuertes por Diosa, no sé qué pasará, pero deseo volver a ver a mi princesa.

Massimo nos informa después de recibir una llamada que lo dejó un poco nervioso que nos fuéramos todos al búnker que está detrás de la biblioteca en el despacho de papá, luego de unos minutos empezaron a entrar unos hombres disparando y matando a todos los guardias que estaban en el camino y a uno que otro empleado los otros se habían ido a esconder.

Vimos todo porque en el búnker había varias pantallas donde se veía toda la casa por las cámaras, fue entonces cuando vi entrar a una mujer y esa mujer era diosa, se veía tan hermosa estaba vestida de negro tenía su antifaz empezó a disparar como toda la profesional, yo estaba intrigado y asustado de que le pudiese suceder algo, sentía una presión en mi pecho que me ahogaba después de matar a todos se plantó frente a él y le apuntó, en ese momento todos salimos del búnker, pero ella empezó a hablar y a decirle un montón de cosas a él, a reclamarle el maltrato que él le había dado y luego se quitó la peluca porque él quería saber quién era ella.

Yo pensé que esto era un sueño, no podía creer, Dios era mi princesa, diosa y mía eran la misma persona, quería acordar a abrazarte, pero ella estaba apuntando a ella con un alma y lo más probable era que no quisiera a nadie cerca.

Cuando está a punto de matarlo mi padre habla y le dice que no lo haga, que ellos hicieron todo lo posible para que nosotros no viviéramos en este mundo, ella le empieza a decir que ellos son los culpables y en cierta parte es verdad, además ese bastardo le hizo demasiado daño.

Mi padre decide hacerse cargo,

del bastardo y lo envía a una bodega, princesa se voltea hacia mí y me ve, para luego correr a mis brazos y besarme, a ver qué beso más rico, sentir que todo a mi alrededor desaparecía Solo existíamos ella y yo, mi niña ni todo y yo su príncipe, no puedo evitar sentirme más feliz.

— Oh, cuánto te extrañé mi amor, te amo, no me sueltes jamás, no sabes todo lo horrible que viví.— Dice mi amor entre lágrimas.

— Shh trata de olvidar lo malo princesa, no te volverá a suceder nada más, te amo y jamás te soltaré de nuevo.— Digo para luego besarla.

Después de separarlo toda la familia empieza a abrazar y a decirle cuánto la ha extrañado, con lágrimas en los ojos, mis abuelos Bartoli, mi tía Patricia, Damián, Dayana, el abuelo Dante y la abuela Sasha todos la abrazan y la llenan de besos. Luego cada uno de mis primos Alejandra parece no estar muy sorprendida de verlo al parecer ya ella sabía, por último se acerca a nuestros padres que la abrazan y le piden perdón de rodillas, ella se baja a su nivel y les dice que no importa que todos nos equivocamos y que ella ya los perdone y que todo lo malo que vivió solo es una experiencia para ella.

Luego entra Alejandro a la sala y ella sale corriendo y lo abraza el cuello y enrolla sus piernas en las caderas de este y enterrando su cara en el cuello de Alejandro llora como una niña pequeña, él solo la consuela y le dice que ya todo pasó, qué trate de calmarse, y que estuvo muy bien, luego este la carga en brazos y la lleva a una habitación donde voy a abrazar a mi princesa y acostarme con ella, pero toda la familia entra también y quieren verla, quieren hablar con ella, quieren recuperar el tiempo perdido, mi niña se sienta en la cama y nos ve a todos, se aclara la garganta y nos informa o más bien me ve a mí y me pide que la perdone que lo tenía que hacer y que todo fue por protección.

— No tienes por qué pedirme perdón, te entiendo, perdóname por haberte tratado mal, pero pensé que éramos hermanos.— Le dije delante de todos.

— Eso lo sé, lo averigüé poco tiempo después se me fue, pero ya estaba secuestrada por Erick y aparte me tenía amenazada.— Dijo mi princesa con lágrimas en los ojos.

Verla así y saber por todo lo que ha tenido que pasar, me rompe el alma, mi dulce niña, mi princesa que no era capaz de matarme una mosca, tuvo que convertirse en una persona muy fría y hacer cosas muy malas para sobrevivir, pero prometo que lo voy a curar prometo que voy a hacer que mi niña regrese, la abrazo y beso y le pido que me perdone.

— Por supuesto que te perdono amor Te amo además si no lo hago quién me ayudará a cuidar a Alessandro.— Dijo mi niña viendo a Alejandra y está desapareció del cuarto y entro con un hermoso niño de un año y un poco más.

El niño es idéntico, a mí estoy tan feliz, pero igual nervioso le pregunto.

— Este niño... es... amor él es tú... hijo...— Digo totalmente nervioso.

Haciendo que ella asiente con una sonrisa llena de lágrimas y contesta.

— Nuestro mi amor Alessandro es tu hijo.— Dice y mi corazón no puede, con tanta alegría, un pequeño pedacito de nuestro amor y es hermoso.

Lo cargo y lloro como un pequeño, por fin tengo conmigo a mis dos grandes amores, todos están emocionados y empieza a cargar a mi hijo mientras mi niña me abraza a mí.

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