XX Unión

Caspian y Aria había decidió compartir la misma tienda, sus guardias estarían haciendo vigía y otros dos seguían de cerca a la pequeña Kiara.

Ambos había decidido no abordar el rescate inmediato de Kiara, quería saber que otras intensiones tenía Cenora, ya que ser simplemente miembro del mundo marino no debía ser su propósito principal.

Ella estaba recostada sobre una fina tela, estaba acostumbrada a dormir bajo las profundidades del mar, pero aquí la historia era otra, Caspian estaba sentado junto a ella y la observaba con admiración. El estaba acostumbrado a salir de incursiones constantes, pero ella era diferente ella delicada la veía con sumo interés.

-Seguirás viéndome o te recostarás conmigo.

-Voy a recostarme.

Aria sintió la calidez del cuerpo de Caspian cerca de ella, cuando él estuvo inmóvil a su lado ella, volteo para quedar frente a él, si bien en la oscuridad no lograba verlo, podía sentir sus músculos y su aroma, ella no dudo en pasar sus manos, para descubrir que él estaba a escasos centímetros de ella, sus respiraciones se mezclaron, y el aliento de Caspian la invitó a darle un beso, el cual fue escalando en pocos segundos, si bien ya se habían besado antes, este beso era diferente, Caspian deslizó sus manos por el cuerpo de Aria, y pudo sentir su piel erizada, sus manos inquietas recorrieron partes que no debían ser tocadas hasta después de la boda.

Pero no había fuerza que los separara, las manos de ambos comenzaron a recorrer el cuerpo del otro, de los labios de Aria se escapó un pequeño gemido, que en vez de aplacar la situación la encendió.

Las prendas fueron desapareciendo poco a poco y los cuerpos desnudos se encontraron, Caspian se posicionó sobre el vientre de Aria y fue entrando en ella, Aria dejo salir un quejido de dolor, pero cuando Caspian intento salir de ella, no se lo permitió. Lo que estaban sintiendo era nuevo para ambos, nada de lo que les habían explicado estaba sucediendo.

Al momento de llegar al clímax el cabello de Aria brillo y los ojos de Caspian también lo hicieron.

La pareja quedó rendida, pero no sé soltaron en ningún momento.

Despertaron a la mañana siguiente abrazado, cuando ella abrió los ojos, él estaba observándola.

-Descánsate? ¿Deseas algo de comer?

-Si, yo si descanse y tú - lo beso - Podemos desayunar juntos?

- Podemos hacer lo que desees - Uno de los guardias llegó cerca a ellos.

-Si Majestad el carruaje en el que llevan a la princesa se está moviendo, la están embarcando pero...

-Habla con tranquilidad.

- Es un lago señor, necesitamos ayuda.

-Voy a conversar con mi prometida y tomaremos una decisión.

Ella lo miraba con una ceja enarcada. - Su majestad? - Caspian la miro a los ojos.

-Al igual que usted mi Reina, mi padre decidió informarle a la guardia que yo era su nuevo rey, y seré coronado en dos días, pero debo estar con mi esposa y después regresaré.

-Caspian, cómo haces algo así, debes estar con tu pueblo, no aquí ayudándome a rescatar a mi hermana.

-Eso jamás, eres mi esposa, mi pareja y mi reina, jamás te dejaría sola, mucho menos con ese hombre. -Luego miro al guardia - Retírate, en unos minutos saldremos.

-Que haremos, si viajan lejos del mar Kiara morirá, no soportará estar así.

-Eso no sucederá, mis hombres los están siguiendo, no permitirán que tomen esa ruta.

-Debemos rescatarla.

-Debes recuperar energías, debes entrar al mar. Lo haremos juntos.

Caspian tomo la mano de Aria, estaban cerca de la playa, sus hombres estaban siguiendo el carruaje y otros los interceptarían, Su esposa necesitaba recobrar energías, llevaba mucho tiempo fuera del agua.

Se sumergieron tomados de la mano, Ambos se había deshecho de sus prendas y cuando tenían varios metros lejos de la orilla, las colas de ambos se hicieron presentes, Aria se sintió renovaba, Caspian estaba acostumbrado a esas travesías, pero su esposa no.

El quedó embelesado con su belleza, sus pechos estaban al descubierto, sus ojos violeta ahora eran azules, la tomo por el rostro y la beso, una esfera de agua los cubrió, eso era obra de él, no quería que nadie viera el cuerpo de su amada, sus cuerpos se entrelazaron, y volvieron a unirse.

Aria se sentía dichosa, pero intranquila, ellos debían esperar a su boda para unirse, habían dado un paso que no debían, pero la pasión la sobre paso y ya no podía arrepentirse.

Regresaron a la superficie, Caspian tomo una capa de la arena y cubrió a Aria.

-En la tienda hay prendas para ti, no usarás esas ropas, eres hermosa y tus atuendos no deben opacarte. - al llegar a la tienda, ella pudo ver que había unos vestidos, sencillos, muy diferentes a las prendas que llevaba, las prendas azules de seda claro, dejaban ver sus muslos, sus pechos estaban protegidos bajo la tela, pero permitían que Caspian se complaciera con la vista.

-Te gusta lo que ves?

- La verdad es que la vista es muy tentadora, pero está sociedad no es igual a la nuestra, serás asediada y acosada, no quiero que a mi reina le falten al respeto.

-Debo cambiarme de ropa, entonces? - ella se veía bastante enojada, si era cierto, en el mar ella usaba este tipo de prendas, y se sentía cómoda, pero al escuchar las palabras de Caspian decidió que debería usar otro tipo de prendas.

-Usaré otra prenda, está la luciré en otro momento. - Tomo otro vestido, este cubría más su cuerpo, dejaba ver sus torneadas piernas, pero su pecho estaba más protegido a la vista, había elegido también una pashmina para cubrirse del sol.

Y partieron al encuentro, debía rescatar a la princesa ese mismo día. Ya no podían esperar más.

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