BAJO EL MAR
Hoy es mi cumpleaños número XVI, por normas en el reino podemos subir a la superficie.
Mi nombre es Aria Primera del Mar Blanco o solo Aria, soy la tercera hija de mi padre Egeo y mi madre Adela murió cuando tenía cinco años por culpa de un barco que llegó a nuestro arrecife y rego una sustancia biscosa sobre el mar, en el afan de salvarnos mi Madre se quedó tratando de sacar a mi pequeña hermana.
Soy un sirena, mi cabello es blanco y mi cola es perlada, que dependiendo los cambios de luz y las corrientes cambia a un color morado.
Mis hermanas son chicas hermosas, pero todas tenemos un color de cola distintos al igual que nuestros ojos, mi hermana mayor Luana tiene la cola verde al igual que sus ojos, mi segunda hermana tiene Sahory tiene los ojos Azules, y mi última hermana Kiara tiene los ojos rojos, los míos son Morados, aunque mi padre dice que aveces se ponen blancos. Aún no sabemos por qué pero, no le he dado importancia.
Mis días pasan entre el entrenamiento y clases de etiqueta. Cada una de mis hermanas tenemos una habitación diferente, y tenemos un cuidador personal.
Cómo les decía hoy podemos subir a la superficie. Mi padre tiene el poder de darnos una pequeña bebida para que nuestras colas se conviertan en piernas, nos dan unas cuantas prendas, pero debemos salir al medio día y regresar antes del atardecer.
Mi cuidador es Anla, Ella fue asignada a mi, y de verdad a veces me incomoda un poco, por qué siento que es como mi esclava, la pobre chica se la pasa de aquí para allá detrás de mi, si salgo de arrecife ella está allí, a donde sea que yo valla ella siempre está allí. Pero no puedo hacer nada por alejarla, ya que algo en su naturaleza la hace estar al menos cien metros de mi.
Se hace la hora de subir, mis hermanas dicen que es hermoso sentarse en la playa y ver el atardecer, que hay comidas deliciosas y que algunas bebidas son frías. Luana dice que hay chicos muy guapos, pero que en ocasiones miran de forma desagradable. Hoy veré qué tan agradable es ese lugar.
Mi padre y la guardia real están al borde del arrecife, deben abrir la barrera para que nosotras logremos salir, mi padre asigna dos guardias más para nuestro cuidado. Pero nos recuerda que debemos volver al atardecer.
Llegando a la orilla, nos tomamos las pociones y podemos ver cómo nuestras colas van dando paso a unas piernas, las prendas que nos llevamos ya las tenemos puestas pues al parecer hay ciertas partes que quedan a la vista que no podemos mostrar.
Nadamos un poco más hasta que llegamos a tierra firme y podemos caminar.
Lo primero que observo es que hay un par de personas en las orillas del már, mi padre debe replantearse esto, llegar al medio día es una locura, alguien podría vernos y sería peligroso. lo mejor es que el viaje dure un día completo, desde la media noche a la media noche.
Esperamos que las personas se dispersen y comenzamos a salir, siento que estás nuevas extramidades se van a quebrar. logro dar un par de pasos y los guardias tienen que ayudarme. No comprendo como es posible que Anla lo haga bien.
Después de unos minutos mis piernas comenzaron a funcionar bien?, no sé cómo decirlo pero bueno, podía ver qué mi andar era más acordé a los demás, llegamos a una cabaña, allí habían muchas cosas de humanos.
-Su Alteza su padre le dejo este vestido y algunas otras cosas, la señora Anla le ayuda a vestirse.
-Gracias - ambas caminamos a algo que era una habitación, aquí todo era diferente. Eo aroma era distinto, los colores, todo era diferente, aunque en el arrecife tenemos artefactos que alumbran todo el lugar esto es distinto la luz es más clara, los colores son más vivos.
Anla me ayudó a poner un hermosos vestido y unas sandalias? dice que son acordé a las costumbres del lugar, salimos de allí y caminamos otro trayecto.
-Quien cuida este lugar?
-Sirvirntes su Alteza, ellos se encargan de mantener el lugar limpio y ordenado.
-He visto que hay un muelle en la Parte de atrás, por qué no se usa ese lugar para salir de la superficie?
-Hemos hablado de eso con su padre pero els e niega a salir a la superficie. Pero es algo en lo que no podemos intervenir su Alteza.
-Bueno, pero les voy a pedir por favor que mientras estemos aquí, me llamen Aria, es incómodo que me digan su Alteza.
-Pero Alteza su padre nos asesinaría si sabe que le faltaron al respeto.
-Entonces díganme señorita, mis hermanas me dijeron que no hay realeza en este poblado, por lo que es incómodo que me llame así.
-Si su Alte... Señorita - se corrigieron.
Llegamos a un lugar era como una plaza, el aroma era delicioso algo en mi vientre se movió y Anla sugirió que nos acercamos a comer. Así lo hicimos, estuvimos allí un buen rato, comí de todo lo que me ofrecieron y tome unas bebidas que hacian que de mi salieron sonidos grotescos.
Salimos a una plaza, allí había varios jóvenes, algunos bastante guapos, uno de ellos se acercó a mi, y comenzó a hablar de lo bello que era mi cabello que hacia años había visto a una chica con mi tono de cabello, pero que jamás la volvió a ver, me imagino que era una de los hermanas.
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Elizabeth Sánchez Herrera
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2023-07-02
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