IV Nuevo Reino

Por estar asustada por el turbulento viaje, no me percate del lugar donde estábamos, al parecer la corriente, nos llevó muy cerca de la superficie, pero con la velocidad que nos arrastraba llegué a sentir mucho temor.

Al detallar el reino puedo notar que su nombre no le hace justicia, todo está en tonos azules, muy hermosos, los arrecifes están cargados de muchos colores y belleza pero el azul predomina sobre los otros, pude ver que mi cola se torno de un azul claro.

-Como logras hacer eso Aria.

- No tengo idea- le respondi a mi hermana .

-Hasta tus ojos son de otro color, se tornaron morados pero tienen destellos de azul. No sé que haces pero se ven hermosos.

-Gracias hermanita.

Bajamos del carruaje y nos fuimos adentrando al lugar, había una enorme entrada, decorada con arcos de piedra. al fondo había un hermoso palacio de unos tres pisos, sin torres. Hermosamente decorado de azul.

Cuando llegamos al salón del trono pudimos darnos cuenta, que la magia de este lugar se estaba extinguiendo.

-Padre, he traído a las jóvenes del mar Blanco, espero que me ayudes a elegir a mi esposa.

-Acercalas - el hombre era ya mayor, sus manos temblaban, su cola era azul, pero era un azul pálido, su cabello era pálido y en sus ojos no había brillo. Este hombre estaba a punto de morir.

-Su majestad, mi nombre es Sahory Primera del Mar Blanco.

-Su Majestad, mi nombre es Aria Primera del Mar Blanco.

-Saludamos a su majestad.

-No son necesarias tantas presentaciones, acerquense jovencitas, mis ojos ya no logran ver muy bien. - Nos acercamos a el. Cuando toco la mano de mi hermana sus ojos se volvieron de un azul intenso. y después me pidió a mi que me acercará.

Valla sorpresa cuando lo toque. De sus ojos salió una Luz blanca su cabello se torno de un hermoso azul al igual que si cola.

Cuando deje de tocarlo volvió a la normalidad.

Yo no sabía que decir, no sabía si había hecho algo bueno o malo, estaba quieta en mi lugar esperando a que el hombre volviera a hablar.

-Eres una chica poderosa Aria. Puedes llevarlas a su habitación hijo.

Así, y solo así, mi hermana me miraba con intriga, quien sabe que abre hecho en realidad.

Nos llevaron a nuestras habitaciones la mía era hermosa, amplia espaciosa.

Decidi ponerme una camisa decorada con perlas, con mangas largas me ate el cabello en una cola, cuando alguien llegó a mi puerta. Era un sirviente.

-Su Alteza, el Principe Caspian la espera. - Pero que hombre tan necio. Solo tengo un par de horas aquí. que quiere.

-Michas gracias, Enseguida estoy con el. - termine de darme unos detalles con maquillaje y salí.

En el pasillo Anla me esperaba, ella no se separaba de mi ni un momento, cuando llegue frente a aquel chico, mi hermana estaba junto a el, lo rodeba como quien ronda una presa, definitivamente el le atraía, a mi más sin embargo no me causaba ninguna gracia, sus facciones eran serias. Desde que lo conocí lo sentí un engreido nada que ver con el chico de la superficie. Me gustaría volver a verlo, pero para eso falta mucho tiempo.

Los carruajes fueron preparados, Sahory y yo íbamos en uno tirado por tiburones, mientras el iba en un caballo de mar.

Nuestros guardias iban a pie. 'Que tirano' pensé.

Después de unos minutos de viaje se veía que cada vez se veían más gente, más viviendas, había un gran alboroto. Pedí bajar del carruaje ya que era incómodo, haciamos paradas constantes, mi hermana como toda princesa de negó a bajar, ella decía que hacer actividad era agotador, y como miembro de la realeza debía evitar la fatiga.

Después de bajar, Anla se acercó a mi.

-Su alteza, debe tener cuidado. los habitantes del lago azul son muy celosos y no permiten a extranjeros en sus aguas.

-Y para que nos invitan si no nos quieren aqui- refute.

-Por que hace años hubo una invasión, de otro reino llegaron al nuestro y secuestraron a la joya más preciada y la expusieron, después de su muerte. El domo de protección se instalo. Fue por orden de mi padre, desde allí no hemos tenido más incursiones.

-Principe Caspian, es bueno que nos visite. Necesitamos nuevas herramientas. -Dijo un poblador.

-Hare que los visite alguien del almacén debemos tener algunas.

-Su alteza, estos agradecido - dijo otro - Los cultivos crecen muy fuertes.

-Estoy para servirles. -Si que le gustaba llamar la atención.

-Su alteza, usted es la princesa Aria? - se acercó una chica. -los rumores son ciertos es usted hermosa.

-Gracias, son ustedes muy amables. -Sonrei, la verdad me avergonzaba cuando decían ese tipo de cosas.

- Tu ojos cambiaron de color al igual que tu piel, te pusiste roja - que vergüenza, no se por que me pasan estas cosas.

-Si, disculpen, es que a veces me pasan este tipo de cosas.

-Es usted el vivo retrato de su madre, yo la conocí hace años cuando solo era una niña.

-Si mi madre visitó estas tierras, junto a su familia, pero no sobrevivieron a la guerra. -Dije con trsiteza.

- Su alteza, no es nuestra intensión hacerla sentir triste. - me tendió una prenda - Aceptela, espero que me disculpé. - El aldeano desapareció.

-Ven me gustaría que vieras algo conmigo - me invitó Caspian. no pensaba negarme la verdad quería olvidar lo que pasó.

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