8 Tiempo

Durante el tiempo que estuve aquí en el reino, atenta a mi educación han pasado casi un año.

Caspian me visita con constancia y le ha pedido a mi padre permiso para acompañarlo a su reino, si bien cuando estuvimos en el lugar solo conoci la capital, en los otros viajes que he tenido he conocido otros pueblos.

Durante mis estudios he aprendido las costumbres, políticas y religiones del reino.

Han Sido meses agotadores.

Mi hermana Lauana por fin encontro a su futuro esposo, aquel hombre que ella sintió que era poco apuesto, y un tanto desgarbado.

Pero cuando volvió a hacer su visita encontro a alguien muy diferente.

El chico era guapo, no demaciado tenía una cabellera roja y unos ojos como fuegos, era un poco flacucho, la primera vez que nos visitó, pero ha medida que si educación fue mejorando el chico fue cambiando su contextura, ahora estaba calificado para ser un buen rey.

Su reino era el Mar del Llano, era un lugar hermoso según descripciones de mi hermana.

Neves cómo era su nombre era el tercero en la línea de sucesión del Mar del Llano, su hermano mayor que era a quien mi hermana habia elegido y se encontraba prometido con una joven dama de la alta sociedad.

Sahory también habia recibido la visita de un Rey, este hombre había acendido al trono hacia muy poco y estaba buscando una esposa, mi hermana era una de las jóvenes en su lista.

El día de mi cumpleaños llegó, había olvidado por completo que podía subir a la superficie.

Con tantos compromisos habia considerado que no era necesario, pero mi padre insistió.

Ese día me dió una posima diferente. Y Anla le acompaño en compañía de otros guardias y hombre de mi futuro esposo. Quienes siempre estaban custodiandome.

Los hombres me guiaron hasta la antigua cabaña, pude ver que mis ideas se habían aplicado, pues hicieron una entrada desde la orilla del mar, entre a aquella casa y me puse un sencillo vestido, un par de sandalias y salimos del lugar.

Estaba un poco diferente, no había cambiado mucho, Anla y yo caminamos por la plaza vimos aquellos jóvenes, se veía todo como la primera vez que vine. Al fondo de aquel lugar me pareció ver a alguien conocido, pero lo descarte. En este lugar yo no era su alteza, era Aria a secas. Por la espalda se acercó un joven que me dió un susto, era Sebastián, recordaba muy bien su nombre, el me había robado el aliento la primera vez que lo ví.

Me pidió que lo acompañará al bosque y yo quería volver a ver aquel lugar.

Los guardiad del Reino Lago Azul me seguían, por más que les decía que me dieran un poco de esparció ellos se negaban.

Por lo que no tuve más ocpcio que aceptar su compañía pero se quedaron a unos pocos metros.

-Tu padre te tiene muy bien cuidada, es la segunda vez que te veo y puedo jurar que eres de una familia con influencias.

Mi risa era nerviosa, si decía algo indevido pondría en riesgo a todas nuestras familias.

-Si, mi padre es un hombre que protege a su familia.

-De dónde son, yo te estuve buscando durante muchos días, pero no logré volver a verte, y pensé que hoy sería mi día de suerte.

-Hoy es un día especial y podemos pasear a nuestro gusto.

-A las otras chicas las ví en fechas distintas, y solo una vez. - Rayos, mi padre tenía razón debí haber elegido otro lugar para salir.

-A si, aún las recuerdas, ellas y yo no podemos salir el mismo día, mi padre es demaciado protector.

-Me gustas - se declaró sin darme tiempo y robó un beso de mis labios, yo estaba asustada, la seguridad estaba muy cerca y si reportaban esto, yo estaría en problemas.

Me aleje de él, pero sentí algo en mi cuerpo que me hizo sentir temor y entonces lo ví, era Caspian, estaba vestido de forma sencilla. Su cabello era negro y sus ojos de un azul intenso, me miraba con enojo.

-Señorta -fueron sus palabras -Su padre le ha permitido salir para que usted conosca, no para que fraternice.

-Eso no es de su incumbencia. La joven y yo estamos teniendo un momento agradable -Sebastian puso sus manos sobre mi cintura pero yo me aleje, jamás le había dado esa clase de confianza es más era la segunda vez que lo veía. Por qué estaba tratandome así.

-La joven es mi prometida, y nadie fue derecho a tocarla solo yo. -Caspian me jalo del brazo y acercó sus labios a los míos, un leve roce me hizo sentir un deliciosa corriente, sus ojos me miraban suplicantes y yo lo bese. Fue un beso casto, solo puse mis labios sobre los suyos y sentí que me desvanecía en ellos.

-Es tiempo de volver-Susurro en mi oído -Este lugar no es seguro. No comprendo por qué tu padre te envío aquí.

Me tomo de la cintura con una gentileza y me llevo al puerto, allí todos tomariamos un barco, en total viajabamos doce personas entre los guardias reales y nosotros.

Pude notar que yo tenía más seguridad que Caspian.

Sebastián nos miraba desde el muelle sus ojos eran de satisfacción? Curiosidad?

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