Tras despertar en una habitación diferente, Anabella recobra la consciencia. Intentando moverse siente como tiene las muñecas y los tobillos atados en una silla.
— ah... Veo que te despertaste. Impostora...— anuncio una voz femenina, mientras que se acercaba las luces se prenden mostrando la apariencia de la santa Alisa— fuiste tan estúpida como para caer en mi trampa.
— caí a propósito.
— ¿Como?
— quería acabar con esto de una vez, así que por eso no use todo mi poder en deshacer el portal... Sabía que tú harías algo así.
— ¿Estás diciendo que viniste a propia voluntad? Que estúpido. Solo eres un alma humana sin mucho poder. A comparación de mí, que sacrifique algo para obtener un poder mayor y destruir tu miserable alma y traer la verdadera.
— ahora lo entiendo... Bueno, realmente no me importa lo que hayas sacrificado para llegar a obtener tal poder, no dejaré que me separes de Máximo.
Alisa no podía creer lo calmada que estaba Anabella, no mostraba miedo o algún signo de cobardía.
— ¿Por qué?... ¿Por qué tan confiada?... Máximo no sabe la ubicación y tú no podrás escapar, me aseguré de atarte con magia de anulación impidiendo tu poco poder... Pero creo que solo estás haciéndote la valiente al darte cuenta que tú final está por llegar.
Alisa se acerca a Anabella, no tenía ningún arma solo sus manos que se alzaba en dirección de la doncella.
— te prometo que te dolerá mucho. Si hubieras seguido el destino como es, yo sería feliz con el príncipe...
— pero no lo hice... Alisa, no comprendes que Máximo jamás te querrá, ni siquiera volviendo el curso original del destino, el té odiara por ésto.
— eso ya no me importa, lo único que quiero es que desaparezca, tu felicidad es Máximo y la de él eres tú, sería un buen final que ambos ya no estuvieran juntos. Asi que me encargaré de eso.
Con las manos en la cabeza de Anabella, Alisa comienza a recitar unas palabras que no eran entendible, pero daban a saber que no sería nada bueno. La santa había hecho un pacto con las sombras para así tener un poder más allá de la divinidad, en otras palabras, ya Alisa no podría ser considerada una santa, pues pactó para algo malévolo y traicionó su religión.
Anabella comenzaba a perder la conciencia, sin embargo no tenía miedo, pues sabía lo que estaba haciendo. De pronto, Alisa sentía una cálida aura, era diferente a la de Anabella, no debería sentir algo así, si estaba conjurando para que su alma desapareciera, debería sentirse débil, pero no, cada vez es mas fuerte.
— ¿Que?... ¿Quién eres?... Sé que no eres esa impostora o la original.
Anabella estaba inconsciente, pero al parecer alguien más tomó su cuerpo, pues cuando ella respondé lo hace con una voz diferente, como la de una mujer más adulta.
— mi nombre es Agatha, yo soy quien trajo a la chica a este mundo... Yo soy el poder de ella. Y no permitiré que una ambiciosa lastime a mi protegida.
— ¡...!
“¡No es posible. Este es el poder de una santa ancestral...! Al querer devolver el alma su poder divino se manifestó"
Alisa retrocede, no podía creer en lo que se estaba metiendo, ya que no sabía que Anabella tenía semejante poder.
Antes de que esto pasará, sabemos muy bien que Anabella estaba entrenando su poder divino. Y en unos de esos entrenamientos tuvo un encuentro espiritual con su magia. Es cuando conoce a Agatha, el espíritu de una santa antigua que siempre estuvo con Anabella en la historia original, pero como se mencionó, la villana en la historia jamás recurrió a sus poderes divinos, y por ender Agatha jamás hizo su aparición, hasta que encontró el alma de Elena y decidió darle una oportunidad en este mundo, en el cuerpo de Anabella Hills.
volviendo al presente. Alisa ve asombrada como poco a poco el cuerpo de Anabella comienza a brillar como la aparición de un ángel.
— es imposible... El cuerpo de Anabella no puede resistir tanto mana. La matarás si sigues ahí... O mejor dicho, ya la estás matando con solo tener tu manifestación en su cuerpo— anuncio Alisa con una sonrisa temblorosa.
— ¿Crees que dejaría que eso pasará?... Anabella tuvo un entrenamiento enfocado en la resistencia del maná, fue muy apresurado pero pudo lograrlo... Aún así, tienes razón, Anabella no puede resistir mucho y por eso terminaré esto de una vez. Alisa Bell, has traicionado a los dioses entregando una parte de tú alma a las sombras, por eso debo de castigarte...
Anabella o mejor dicho Agatha, rompe las cuerdas que retenía su poder, suelta la de sus tobillos y se levanta de la silla. Alisa retrocede.
— ¿Crees que te tengo miedo?... Hice un pacto con las sombras, asi que derrotarme no será nada fácil...— Alisa se prepara para atacar, más solo unas palabras Agatha pronunció para acabar con esto.
— Omne divinum donum deleo...— un brillo tan fuerte ciega la vista de la mujer.
— no... No... ¡Nooo!— gimiendo de dolor, Alisa sentía como su cuerpo se quemaba, pero no había fuego, aún así, el dolor era insoportable.
Segundos después, ese brillo desaparece. Dejando inmóvil el cuerpo de Alisa, que cae como piedra al suelo, no tenía heridas pero eso le había causado mucho dolor.
Lo que recitó Agatha causó que ella perdiera su poder divino completamente y con ello su alma que ya no merecía estar en este plano. Agatha abandona el cuerpo de Anabella y su cuerpo cae igual.
Tanto como Alisa como Anabella, estaban en el suelo, inconsciente de la rápida batalla que tuvieron. Agatha debía de terminar con esto de una vez, y por eso no se contuvo en ello, tampoco permitió que le hicieran más daño a Anabella, así que por eso abandonó su cuerpo de inmediato para no lastimarla.
No pasó mucho cuando los pasos de varias personas se acercaban a la habitación oculta. La puerta es abierta con fuerza, varios guardias imperiales entran seguido del primer príncipe, Máximo.
— ¡Anabella!...— buscó en la habitación casi oscura y pudo ver ambos cuerpos en el suelo.
Con una velocidad, Máximo se acercó y solo prestó atención al cuerpo de Anabella, quién aún estaba inconsciente.
— Ana... Anabella... Responde por favor...— tomando su pulso, se sentía muy débil, pero aún respiraba, él la abraza con delicadeza.
Máximo pudo encontrar a la doncella gracias al mago imperial, que con su ayuda se encontró la ubicación. Resultando ser nada mas que un templo antiguo y descuidado que Alisa estaba utilizando para su plan.
— su alteza... Esta mujer ya no tiene signos vitales. Esta sin vida...— aclaró un soldado que revisaba a Alisa.
— déjala...— Máximo mira el cadáver de esa mujer sin emoción— ella misma se lo busco. Vayámonos, hay que volver rápido al castillo, Anabella me necesita...
Cargando el cuerpo de aquella doncella, Máximo se marcha con Anabella hacia el palacio, para así sanarla y ayudarla a que recupere su conciencia.
Lo que se suponía ser un lugar para llevar a cabo su plan, Alisa termino en su tumba por solo pensar en la ambición y en lo que pudo tener si Máximo se hubiera enamorado de ella. Alisa solo era una chica que no tenía familia y se refugió en el templo de Dios, que al crecer lo único que quería era la atención de alguien, y con tan solo saber que el príncipe en una realidad alterna la amo la cegó pensando que esta vida también lo haría aún viendo las consecuencias de sus actos.
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Comments
janell cr
pues pobre pero eso no la justifica de hacer lo que hizo se merecía su final aunque le fue bien para mi gusto yo le haría sufrir un poco más
2024-08-21
3
Cruz Mejia
Sólo obtuvo lo que se merecía, amor no creo que sintiera por Máximo más bien era el poder del tronó 😔
2024-07-21
4
Cruz Mejia
Y la santa ya fue, ahí va una alma al infierno 👺
2024-07-21
4