capitulo 20: “estoy de vuelta"

En un lugar lleno de luz, Anabella abre sus ojos para así encontrarse en un ambiente totalmente cálido.

— ¿Dónde estoy?...— tras preguntarse eso, alguien le responde detrás de ella.

— en tu propia mente, Anabella...— esa voz era conocida para la doncella, asi que rápidamente se voltea y dice su nombre.

— Agatha... ¿Que pasó?... Dejé mi consciencia en tus manos en ese momento.

— lo que pasó fue que ya no habrá más molestias para ti ni para Máximo. Esa chiquilla entrometida recibió lo que merecía. Ahora, solo preocúpate en volver, ya que hay personas que te esperan...

Anabella termina de levantarse y se acerca a Agatha.

— te lo agradezco... El plan contra Alisa resultó... Además... Fuiste tú quien me trajo a este mundo donde conocí al hombre que amo y a la maravillosa compañía que tengo.

— no podía evitar sentir tu alma desde aquí. No desee tu muerte, pero deseaba alguna forma de tráete aquí para que cambiaras este destino original a uno mejor. Y mírate, ya a solo un paso de la felicidad...— Agatha le pide su mano para devolverla a despertar—... Yo siempre estaré ahí para ti. Protegiéndote...

Con una dulce sonrisa, Anabella la toma, le agradece profundamente por haberla ayudado mucha veces.

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Despertando, Anabella abre poco a poco sus ojos, para así encontrarse a Máximo, él tomaba con sus dos mano la de ella, y la tenía sobre sus labios, el hombre llevaba los ojos cerrados, como si rezara para que ella recobrará la conciencia.

— Maxi... mo...— al escuchar ese susurro, Máximo abre en par sus ojos.

— ¡Anabella!— su voz era algo quebradiza. Éste la abrazó con delicadeza y sollozando, solo se disculpó— perdóname... Prometí cuídate de cualquier peligro.

— no... No fue tu culpa. No llores, que estoy aquí contigo...

— pensé que te perdería... Al verte en el suelo, yo me sentí un inútil al no poder proteger...

Anabella acariciaba la espalda de Máximo para así darle afecto y empatizar lo que siente ahora.

— no... Prometimos estar el uno con el otro sin importar que. Jamás sería capaz de romper mi promesa contigo. Y no piense eso se tí, eres el hombre que cada día me da seguridad. Vencer a esa mujer solo era un paso para ser felices en nuestro futuro...

Sentadose en la cama, Anabella le limpia las lágrimas a aquel hombre, sin importar tan serio o fuerte mostrará su rostro Máximo, él solo era un humano con miedo a perder a la persona que más quería. Lentamente ella se acerca, quería calmar sus emociones que aún seguía en tristeza con un dulce beso. Máximo se reincorpora y toma de la cintura a la doncella, ese beso que empezó lento tomaba movimientos a pasar los segundos.

Al separarse por falta de aire, Anabella acaricia el rostro de él, Máximo se afinca sintiéndose aliviado por tenerla.

— ¿Cuanto tiempo estuve inconsciente?

— 3 días...

— ¡¿Ah?!... ¡¿Tanto tiempo?!...

— hasta que tu mana no se recuperará por completo, tú conciencia seguía aún dormida... Buscamos al sumo sacerdote para ayudar en el proceso... Él nos pidió ser paciente a la hora de tu recuperación.

Anabella aún había quedado sorprendía, no esperó quedarse inconsciente por tanto tiempo. Aún así, escucha pasos y voces del otro lado de la puerta.

— ¡Mi lady!... ¡Escuché su voz!... ¡¿Ya está bien?!— Sofía entra sin haber pedido permiso, pero su preocupación era más.

— Sofía...— sonrió Anabella.

— ¡Oh, mi lady...!— junta sus manos mientras se acercaba a la cama, y en el camino comienza a llorar— pensé que ya no la vería más... Tenía miedo de que se nos fuera por culpa de una loca.

— ven...— Anabella alzó sus brazos en modo de que Sofía fuera para abrazarla, sin dudarlo lo hace...— jamás me iré, yo estaré aquí con ustedes siempre... No más lágrimas, solo de felicidad.

— está bien...— Sofía comienza a llorar más fuerte.

Máximo le había dado espacio, él sonreía al ver la escena donde Anabella muestra su sonrisa, pues para él era lo más preciado.

La recuperación y despertar de Anabella se llegó a saber tan pronto, que los mismos emperador y padres de ella la fueron a visitarla, sintieron un gran alivio al ver que ha recobrado consciencia y que ahora está bien. Por supuesto que ellos saben de lo que intentó hacer Alisa, además, Anabella contó del cómo derrotó a la supuesta santa, con su poder divino que pudo erradicar la maldad de esa mujer, sin embargo, todo eso quedó en el pasado y ahora ella solo miraba su futuro con el hombre que ama.

Próximo y último capítulo: “el protagonista ama a la villana"

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