capitulo 13: ”defensa"

Anabella veía el rostro de sorpresa del príncipe, aún así, ella se sienta y le toma las manos para darle una explicación de lo que entendió. De inmediato, Máximo la abrazó pues no pensaba ver su cuerpo de esa forma otra vez en buenas condiciones. jamás imaginó que conocer a esta mujer sería su completo alivio.

— Anabella... Gracias.

— no te preocupes, Máximo... Yo siempre te voy a cuidar...— mencionó ella mientras que acariciaba todo su abdomen y espalda esculpida, ella aprovechaba el momento.

Ya entre un rato de haberse arreglado, Máximo y Anabella sabían que debía presentarse ante los emperadores por su falta en el banquete, así que tan pronto terminaron se dirigieron donde podría estar su majestades. Cuando ambos se fueron al salón privado de los emperadores, ellos se encontraba ahí, con Arasha, además que también estaba la doncella de Anabella, Sofia, pero vestida normalmente como sirvienta.

— Máximo Alejandro...— pronunció algo enfadado el emperador.

— padre... Se que no tengo como disculparme... Aun así, te pido que me perdones, no era mi intención falta es que... Como sea, aceptaré el castigo necesario para recompensarlo.

— el banquete era para tí, en tu honor y para presentar a tu futura esposa... Realmente esperaba a que tomara responsabilidad en eso...

Anabella interviene para que Máximo no lleve toda la responsabilidad.

— sus majestades, por favor, no se molesten con él, yo también tuve la culpa de que se perdiera de su reunión... Así que yo también pido que nos perdonen.

El emperador habla.

—aun así, señorita Hills, Máximo debió llevar su responsabilidad ante que nada. Aceptaré esto porque ambos son jóvenes, pero no sé puede volver a repetir, Máximo próximamente serás el emperador y el tiene una imagen que respetar...

Luego la emperatriz habla con una pequeña sonrisa para apaciguar el humor del ambiental.

— supongo que ella es tu prometida... ¿No?...

— así es madre, lamento no haberla presentado en el compromiso...

— no importa, solo son reuniones que a tu padre le gusta hacer... Podemos anunciar su compromiso de otra forma que no sea un baile. Aceptamos tus disculpas...

— Máximo, de igual forma no te salvarás de tu castigo... Te llenaré de trabajo, así que vendrás conmigo ahora. Hay mucho que hacer dentro de estos meses. Ya que al final del año tu tendrás una gran responsabilidad...

— entendido padre...

Levantándose el emperador, piensa llevarse a Máximo para que comience a trabajar con él. El príncipe se despide de Anabella con un beso corto en la mejilla y afirmando que la verá más tarde. La emperatriz tenía unos asuntos que hacer con Arasha, asi que antes de irse ella le dice a las doncellas.

— realmente mis hijos son afortunados en conocerlas... Puedo ver que ambas llevan un gran corazón así que estoy feliz de que ellos esten en buena manos...

Despidiéndose así la emperatriz se va.

Tanto como Anabella y Sofía tenían mucho que contar así que ambas se van a otro lado para charlar.

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Ya en el jardín, Anabella comienza primero, donde con gran confianza le contó a Sofía de su noche con Máximo, obviamente omitiendo algunas partes que solo quedarán en los recuerdos de ella y el príncipe, pero le relató que fue muy especial para ambos.

Luego, cuando Sofía le cuenta su historia con Arasha y que le dió su primer beso deja sorprendida a Anabella.

— ¡Oh!... Me da gusto por tí, de verdad que había una gran chispa entre ustedes dos. No temas, yo te apoyaré.

— gracias, mi lady...

Después de hablar un pequeño tiempo, Anabella piensa en algo importante y le pide algo a Sofía.

— Sofia... Necesito un favor tuyo.

— por mi lady, lo que sea.

Anabella le manda a preparar un té anticonceptivo, pues al pasar la noche con Máximo debe guardar responsabilidad. Antes de tener un bebé debe estar segura con Máximo, apenas están iniciando su relación así que aún no está lista para ser madre y desea serlo cuando ella sienta que es el momento.

— en seguida se la traigo, mi lady. Espéreme aquí, no me tardaré...

Sofía toma el mandado de inmediato, se va a la cocina, nada mas se tardó unos minutos en crear el té anticonceptivo, así que ya se encontraba de regreso.

Caminando por el pasillo, Sofía tarareando con la bandeja en mano, no esperaba cruzarse con un dama. Ligeramente la doncella hace una reverencia y quería seguir su camino, pero es cuando esa mujer se le atraviesa en el camino, era la únicas personas en el pasillo. Ella miraba con asombro a Sofía.

— ¿...?— miraba confundida Sofía—... Discúlpeme, pero... Esta en mi camino.

— Sabía que te encontraría aquí, pero no puedo creerlo... No puedo asimilar que mi príncipe se haya fijado en una criada mugrosa...

— ¿Ah?...— de imprevisto, esa mujer ataca a Sofía con un arma oculta dentro de su abanico. Una navaja lo suficiente afiliada para herir.

Sofía suelta la bandeja para defenderse, nada más un rasguño en su mejilla fue lo que rozó el filo de la daga, la doncella atrapa la muñeca con la que atacó esa mujer, la apreta con fuerza hasta que ella suelta el arma.

— suéltame, criada... Te destruiré ese lindo rostro, no volverás a besar así el príncipe, él es mío...— la doncella se da cuenta que está era la mujer que los estaba espiando esa noche.

Sofía ya no hace caso en eso y le aplica una llave que hace caer a la mujer al suelo inmovilizandola por completo, Sofía sabía defensa solo por haber leído un libro del mismo, memorizó algunas técnicas y ahora lo puso en práctica, ella no quería ser la damisela en peligro así que quiso saber de defensa propia.

El alboroto era tanto que las sirvientas del lugar no dudaron en ver que era lo que estaba ocurriendo.

— rápido, llamen a los guardias. Hay una loca en este pasillo...— anuncio la doncella.

Aunque no lo pareciera, Sofía tenía una gran fuerza, así que le fue fácil retener a esta mujer. Los guardias llegaron rápidamente y para sorpresa de ambas, también el príncipe Arasha.

— ¡Príncipe Arasha!... Sabía que iba a venir... Por favor, dígale a esta criada que me suelte... Yo-...

— ¡Llevense a esa mujer al calabozo!— ordenó Arasha muy molesto.

Sofía suelta por fin a la mujer y ésta es llevada por los guardias en ambos brazos, forcejeaba y suplicando al príncipe que esa criada no lo merece, sino ella. Arasha no hace caso y piensa castigarla, pero lo primero era Sofía.

— ¡Sofía...!— Arasha se acercó lo más rápido a la doncella, veía su mejilla herida.

Rápidamente le ordena a una sirvienta lo siguiente.

— llama a una santa. La requiero para sanar a Sofía, de inmediato.

— A-Arasha... Estoy bien. Solo fue un roce...

— aún así, hay que verificar que con lo que te hirió no tuviera envenenado... Te llevaré a una habitación.

— ¿Cómo supiste de esta situación?

— Estaba ahí en el momento de que una sirvienta buscó a unos guardias y escuché que la doncella de los Hills había atacado a una mujer.

— ¿Conoces a esa mujer?

— solamente nos presentaron un vez, y de ahí ya no la vi más hasta ahora... Ni siquiera me acuerdo de su nombre pero se que es una hija de un ministro que trabaja aquí... Pero creo que ya no, me aseguraré de eso.

La mujer que intentó atacar a Sofía era la hija de unos condes y su padre trabaja aquí. Ella y Arasha solo se conocieron una vez en una reunión, pero esa mujer quedó enamorada de Arasha, obsesionada por el príncipe en secreto. En la noche de banquete cuando ésta vio que él tenía de pareja a Sofía no lo soporto y se frustró más cuando vio a Arasha besar a la doncella.

Así que planeó ir contra ella para amenazarla y que no se acercara más al príncipe. Entrando al palacio con la excusa de ver a su padre. Pero al darse cuenta de que ella era una sirvienta sus frustración creció y decidió atacarla. Era claro que lo que sentía por el príncipe era una obsesión dañina.

Sin duda alguna, Arasha encontrará la forma de castigar a esa mujer que intentó herí a Sofía. Pero primero, él va a sanarla con ayuda de una santa.

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