Capitulo 17: Noche de películas.

-¿Qué película quieren ver?- dije dirigiéndome al sofá en el que siempre me sentaba.

-Mmm...-comenzó a decir el castaño-. ¿Guerra de novias?

-Ya la hemos visto miles de veces.- dije-. ¿Deadpool?

-No, dice muchas groserías.- me contesta.

-¿Qué con eso? Tú quieres ver cómo dos chicas inician una guerra solo porque una no quiere cambiar la fecha de compromiso porque la agencia que les dio los turnos se confundió cuando las agendo.

-Chicos, cálmense.- dice el de ojos verdes-. ¿Y si vemos algún clásico? Como... El exorcista.

-Les dije que de terror no.- le contesta su marido.

-¿Y que tal Shrek o La propuesta?

-¿No estás grande ya para ver Shrek?- me dicen ambos.

-Shrek es un clásico del cine, además está llena de cosas con doble sentido y nadie se ha dado cuenta.- me defiendo-. Solo que lo disfrazan como película para niños.

Marco empezó a reír a carcajadas ante lo que acababa de decir, él sabía que tenía razón y ante la mirada de su esposo se puso serio.

-Mejor pon La propuesta.- dijo este intentando ocultar que seguía riéndose.

Con un suspiro puse la película que habían determinado que veríamos. Cuando Sandra Bullock está haciendo la escena en el bosque con la abuela no pude evitar pararme y hacer y decir lo mismo que ella estaba diciendo, esto provoco que mis padres se rieran.

-Vaya, no me acordaba que tanto te gustaba esta escena.- suelta el castaño.

-¿Te acuerdas cuando dijiste que quería aprenderse esa parte?- dijo el otro.

-Si, solo tuvo que estar una hora intentando aprenderse el baile y lo que decía.

-¿Siempre se me facilito más lo artístico que lo matemático o cualquier otra cosa?- pregunté sentándome nuevamente.

-Igual de fácil que utilizar el sarcasmo y hablar tanto como lo hace Robert.- me confirma mi padre-. A veces creo que eres más hijo de él que mío.

-Que vanidoso.- suelta el otro con su típico sarcasmo.

-Como si Eli no fuera igual de sexy y guapo que tú.

-Okay, los voy a detener en estos momentos antes de que empiecen a dirigir esta conversación a otras situaciones que no quiero imaginar.

-¿Desde cuándo sabes usar el doble sentido?- dicen.

-Desde que crecí.- dije tirándoles un almohadón que tenía a mi alcance.

-Mierda, como pasa el tiempo.- dice Robert-. Pero hablando enserió cantas igual o mejor que tu padre.

-No es verdad...- comencé a protestar.

-¿Chicos creen que podemos terminar de ver la película antes de seguir discutiendo esto?- interrumpe Marco con tono ofendido y medio en broma.

Luego de que la película terminara uno de mis padres, Robert, ya estaba profundamente dormido recargado en el pecho de mi padre.

-¿Quieres que te ayude a cargarlo arriba? Se va a contracturar si se queda dormido aquí.- le susurro a mi padre.

-No, tranquilo creo que puedo levantarlo.- dice meditando un poco antes de seguir hablando-. Aunque voy a aprovechar que estás aquí para pedirte que me ayudes a levantarme.

Reí por lo bajo y lo ayudé, luego este cargo al que estaba dormido como si fuera lo más liviano en el mundo y al verme sonrió.

-Parece como si lo hubieras hecho millones de veces.- susurré.

-Es que si lo he hecho millones de veces, también me ayuda cuando tú te quedas dormido aquí.- dice señalando con la cabeza el sofá-. Muchas veces no te das cuenta pero a ti también te he cargado hasta tu habitación mientras dormías.

-Eso explica mucho.- dije mientras empezaba a bostezar-. Llévalo a la habitación y duerman.

-Tú también hijo...- hace una pausa-. ¿Sabes que te adoramos?

-Si y se encargan en demostrármelo todos los días.

-También sabes que no tienes que guardar lo que sientes y, sin embargo, sigues guardándote las cosas y sobre todo lo que sientes.

-Lo sé.- suspiré- Les diría todo lo que pasa por mi cabeza pero todo est... esta...

-Echo un lío.

-Sí.

-Ve a dormir, si quieres seguimos hablando mañana de esto.

-¿Le puedo poner espuma en la mano?- dije-. Verlo así tan tranquilo me está molestando no puede quedarse dormido así y salirse con la suya.

-No te atrevas a hacerlo.- susurra mi padre dormido.

-Algún día voy a tener éxito en esas bromas.- dije riendo y seguí a mis padres por las escaleras.

-Buenas noches, hijo.- dice el moreno.

-Buenas noches, descansa.

-Tú también.- dice mientras abre la puerta de su habitación-. Ah recuerda que mañana nos iremos a acampar.

-¿Llevarán la guitarra?

-Solo su tú cantas.

-Sabes que eso no va a pasar, además quiero que ustedes dos canten hace mucho que no cantan para mí.

-Tú ganas.

Entra con el castaño, todavía en brazos, y veo que lo acuesta en la cama antes de cerrar la puerta de su habitación. Esto me saca otra sonrisa y luego entro a mi habitación.

No podía dormir, daba vueltas en la cama, me levantaba y empezaba a escribir alguna que otra canción, en eso agarro el teléfono y entro a Instagram para ver las notificaciones que tenía pata volver a salir.

Puse música en el computador, me puse los auriculares para no despertar a mis padres y entre a la galería del celular, pasé por cada foto que he tomado en las vacaciones, había fotos haciendo caras con Alessandra, otras estaba con mis primos y mis padres. Seguí así por varios minutos hasta que me llegó un mensaje.

..."¿Estás despierto?"...

Era un mensaje de Tyler.

..."Si, no me puedo dormir". ...

Por el resto de la noche me quedé hablando con él hasta que me volvió el sueño y tuve que acostarme a dormir.

En el sueño.

"No eres nadie novato. Solo eres el raro que tiene dos padres gay, nunca serás alguien importante en la vida..."

Le decía la voz inconfundible de Fernando, mientras se escuchaban risas y murmullos alrededor de ambos.

"Nadie se te acerca por miedo a que le contagies la enfermedad que tienen tus padres. ¿Sabes si es hereditario? Seguro que tú también la tienen".

Intentaba defenderse de Fernando pero la gente que estaba a su alrededor señalándolo y alejándose cuando se acercaba a pedirles ayuda. En eso distingue a sus mejores amigos entre la multitud.

En eso Alana dice algo que hiere los sentimientos del chico.

"No sé por qué mierda me gustas y no sé porque mierda no desapareces de mi vida."

Tyler empieza a hablar a la par de la chica.

"¿A caso no te das cuenta de que estamos contigo por pena?"

"Eres un fracasado que no tiene amigos y sus padres tienen que pedirles a los padres de tus compañeros que se acerquen a ti para que no estés solo". Dice Jackson.

Todos se pone a dar vueltas alrededor de Eli y este chico empieza a llorar pidiendo que pararan de decirles todas esas cosas malas. En eso escucha las voces de sus padres pidiéndole que se tranquilice que todo estaba bien.

**Fin del sueño**.

Desperté cuando mis padres intentaban tranquilizarme, uno de ellos me estaba abrazando y el otro me agarraba una de mis manos.

-Hijo, abre los ojos.- dice el castaño que se aferraba a mi mano-. Por favor.

-Eli, respira.- dice el moreno-. Abre los ojos, solo es un mal sueño.

A la par que abrí los ojos grité intentando sacarme de los agarres de mis padres, estos me sujetaron con un poco más de fuerza.

-Eli, todo está bien respira.- seguían diciendo.

La mano que tenía libre me la llevé al rostro y sentí que tenía las mejillas húmedas, la que significaba que estaba llorando en la vida real.

-Me estaban diciendo cos...cosas ho...horri... horribles.- dije sin poder parar de llorar.

-Sh, está bien, solo fue un mal sueño, respira.- me decía Robert-. ¿Quién te decía cosas horribles?

-Jackson, Alana, Tyler, Paula, Eathan y Fernando... y.. Y había más gente riéndose de mí..-dije-... Ethan, Scott y Derek y...

-Shhh.- Marco me abrazo mas fuerte mientras intentaba tranquilizarme, ya que todavía estaba temblando-. Fue solo un mal sueño, sabes que tus primos y tus mejores amigos jamás se reirían de ti y mucho menos te dirían cosas horribles.

-No, no lo entienden también estaban ahí... ambos.- dije mirándolos-. Ambos estaban mirándome con desaprobación y desprecio.

Baje la vista al mis manos y Robert, me soltó la mano para llevar la suya a mi mentón.

-Eli, mírame.- dijo-. Nosotros jamás, Eli... Maldición mírame de una buena vez.

Levante la mirada y lo mire a los ojos.

-Nosotros jamás te miraríamos con desprecio y mucho menos con desaprobación. ¿Si?- dijo firme pero se notaba que le temblaba la voz-. Tú eres la luz de nuestra vida, una bendición y jamás estaríamos así contigo.

-En eso tu padre tiene razón.- determina el otro-. Desde que llegaste a nuestras vidas solo has provocado una tormenta de alegría y risas...- hace una pausa mientras se separa un poco de mí-. Lo único que tienes que saber y te tiene que importar es que estamos muy orgullosos de ti hijo, de la persona en la que te estás convirtiendo y no vamos a permitir que nadie, incluso tú mismo te haga y te hagas creer de lo contrario.

Seguido de esto ambos me abrazaron al mismo tiempo y este abrazo se prolongó por varios minutos.

-¿Puedo dormir con ustedes esta noche?- dije en un susurro.

-Lo que sea para que estés bien.- dijo el castaño.

-Los amo.

-Nosotros también hijo, nosotros también.- dijo el de ojos azules.

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