^^^Mimi De angelis.^^^
Isa se encargó de recoger todas las compras que hicimos en la Boutique, dejando mi maleta dentro de su camioneta porque probablemente la tirará en alguna parte.
Afortunadamente, todavía tengo ropa en mi habitación aquí en Italia y la mayor parte de ella está en Nueva York en los dormitorios de la universidad. Decidí mudarme antes de regresar porque de esa manera no tendré que molestarme en hacerlo cuando esté de regreso y comience el primer año de la universidad de Nueva York.
Al entrar en la casa de Isa y Poe, porque Antonella vive del otro lado de la cerca con su esposo y dos hijos. Me encontré con ojos familiares que comenzaba a extrañar porque no los he visto durante mucho más tiempo que mis hermanos.
—¿Hicieron una reunión para darme la bienvenida? No, olviden la pregunta. Por supuesto que lo hicieron.—Sonrío cuando el chico de cabello rojizo llega a mí, esperando ser abrazado porque Narciso nunca empezaría uno en primer lugar.
El chico es tímido hasta la médula, tiene la misma edad que Poe y es mayor por 2 meses. Es hijo de Adrian, un amigo de la familia y nuestro vecino.
Poe y Narciso asistirán al mismo campamento de verano con su equipo de fútbol, así que este chico de cabello rojizo y ojos verdes se irá en dos días con mi hermanito.
Lo abrazo fuerte y esta vez soy yo quien levanta al chico porque es delgado y un poco más bajo que yo. No como Poe, ese idiota será tan grande como Isaac.
—Bienvenida.—Dice Narciso casi sin aire, solo entonces decido dejar ir al chico para besar sus dos mejillas, primero la izquierda y luego la derecha.
—Precioso.—Le digo una vez que le beso otra vez, en esta ocasión su frente.
Narciso se sonroja porque como mencioné, el chico es tímido y pronto viene Poe para quitármelo de los brazos.
—¿Por qué eres tan empalagosa?.—Se queja mi hermanito mientras se lleva a Narciso.
Pero no tengo tiempo para responderle porque se acerca la hermosa Chiara, con su cabello negro atado por una coleta alta y esos fascinantes ojos grises que son muy comunes en nuestra familia.
—Chiara. Pequeña lindura.—La abrazo porque es imposible no hacerlo. Es hija de mi hermana mayor y eligieron su nombre por mi recomendación.
La chica es hija de Zane y Antonella, o sea, es una niña dueña de una de las fortunas más grandes de Italia. Ella y su hermanito de 5 años.
Ella tiene 10 años, pero cumplirá los 11 a finales de este año. Es pequeña y hermosa, una señorita educada que baila Ballet.
—Me alegro de que estés aquí.—Dice Chiara cuando corresponde a mi abrazo.
Su hermano Romeo también se acerca, pero únicamente me da un asentimiento de cabeza como saludo. Juro que ese niño es idéntico a su padre, aunque Zane tiene el cabello negro y los ojos azules mientras Romeo es rubio, pero con el mismo tono azul oscuro en su mirada. Ambos, padre e hijo tienen esa aura tranquila y controlada a su alrededor.
No esperaba verlos a todos aquí, pero obviamente me hace feliz esta reunión sorpresa por mi regreso a Italia. Incluso se encuentra Adrian (padre de Narciso) y Zane (esposo de Antonella) cuando se supone que esos dos hombres siempre se encuentran ocupados.
Chiara me deja ir para saludar a los dos hombres adultos. Así que saludo al tío Adrian y luego saludo a mi cuñado que envió un regalo por mi cumpleaños número 18 que me dejó la boca abierta.
Dos cuadros exclusivos de mis dos aristas favoritos, uno de ellos era de Van Gogh y es de locos porque el cuadro que tengo guardado bajo 7 llaves debería estar en un museo.
—Tu regalo hizo ver mal al mío porque yo solamente te regalé una corbata en tu anterior cumpleaños. Pero oye, este año intentaré algo mejor, tal vez compre lencería para mi hermana.—Le guiño el ojo.—Ambos sabemos que disfrutarás el detalle.
—Si pudieras hacer que tu hermana lo utilice, entonces tendría que recompensarte con algo mejor para tus 19 años.—Dice Zane.
—Es un trato.—Le sonrío.
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