Episodio 18: Recordatorio

^^^Mimi De angelis.^^^

Arrastré a mis hermanos durante el resto del día hacia los sitios que había mencionado en la morgue. Fue divertido y agotador, ver a Poe reírse como el niño que es hizo que mi corazón se sintiera menos herido al estar enfrente de Isa como si anoche no hubiera ocurrido.

Isa tampoco parece querer traer el tema de mi confesión a discusión, y no sé cómo sentirme al respecto.

Por un lado, estoy aliviada porque no necesito escuchar lo enferma que estoy por haberme enamorado de mi medio hermano, pero, por otro lado, también quiero saber su opinión sobre mis sentimientos.

Quiero ser rechazada como corresponde, tal vez de ese modo pueda darle un cierre a este amor.

...¿A quién estoy engañando?...

He pasado la última década enamorada de Isa, tal vez no exactamente ese tiempo, pero es más o menos lo mismo considerando los años que llevo suspirando por él. La cuestión es...

Es imposible dejar de amarle sin importar lo que decida hacer con mis sentimientos.

Puede pisotearme y lo amaré por entregarme la más mínima atención. Siempre supe que tenía una parte masoquista en mi interior, no podría no serlo cuando he abrazado el dolor de amar a mi hermano durante demasiado tiempo.

...Le amo. Le amo. Le amo....

Y es un poco frustrante no decírselo en la cara cuando parece haber olvidado que le besé hace menos de 24 horas.

...¿Y si lo olvidó?...

Frunzo el ceño al verle viendo la gran pantalla del cine, atento a la película de acción que elegimos Poe y yo. Yo estoy en medio de ambos, los tres sentados en la última fila del fondo.

Anoche me había emborrachado con unas pocas copas de vino, eso hizo que tuviera un golpe de valentía que me llevó a hacer lo que hice.

Isa también había bebido y estaba medio ebrio, pero no pensé que lo estuviera tanto como para haber olvidado lo que ocurrió.

...Debería sentirme aliviada si es así....

Pero no, no podría perdonarle si ha olvidado mi primer beso. O sea, lo estuve guardando para él.

Estuve guardando todas mis primeras veces para mi jodido controlador hermano mayor que posiblemente ha olvidado mi maldito primer beso y mi primera confesión de amor.

...Oh santo cielo....

...Ahora estoy jodidamente molesta....

...¿Cómo pudo?...

...¿Cómo se atreve a olvidarlo?...

Porque tiene que haberlo olvidado, o sino es un maldito buen actor, porque no parece afectado en lo más mínimo por mí.

...Tal vez no fue tan importante para él....

Hago callar la vocecita de mi cabeza porque entonces haré una tontería de autodestrucción conmigo misma.

Veo a mi izquierda y veo a Poe concentrado en la película, así que regreso a ver a mi derecha para ver a Isa y me inclino hacia él para susurrar.

—Quiero que sepas, por si lo has olvidado, que anoche pasó y aunque estaba bajo las influencias del alcohol no estoy ni remotamente arrepentida.—Digo muy bajito para ser escuchada únicamente por él.

Se voltea a verme—No sé de...

—Juro, que si dices que lo has olvidado te daré una pequeña demostración ahora mismo del beso que te di, y que por cierto, me gustaría volver a repetir.

...Tiene algo que decir, pero no hace....

Lo veo luchar por demostrar su absoluto rechazo a mi descarada respuesta.

—Ve la maldita película.

—Significa que no lo has olvidado.—Sonrío porque estoy aliviada, no debería estarlo, pero lo estoy.—¿Cómo estuvo? Puedes ayudarme a practicar para mejorar.

—Joder, cállate.—Susurra en un gruñido.

—Nadie nos está prestando atención, mientras mantengamos el tono bajo dudo que alguien pueda escucharnos.—Le digo.—Entonces, dime.

—¿Qué?

—¿Cómo estuvo?.—Tengo curiosidad.

He leído y visto un sin fin de escenas de besos, pero nada puede acercarse lo suficiente a la realidad como cuando lo estás haciendo realmente.

—Basta, no quiero hablar de eso.

—Dijiste lo hablaríamos si seguía insistiendo sobre mi confesión y esta soy yo insistiendo. Ahora dime, no debe ser tan difícil decirme como se sintió.

Isa ve detrás de mí, probablemente viendo a Poe todavía demasiado atento a la película y ajeno a nuestra conversación.

—Bien. No estuvo mal, ¿contenta?

—¿No estuvo mal?.—Repito medio molesta.—¿Qué hice mal?

—Mimi.—Advierte.

—No hago las cosas mal, nunca. O sea, casi nunca hago nada mal. Exijo saber que hice mal.

Isa se inclina un poco más a mí, acortando la diminuta distancia que nos separaba.

—Escúchame, no le diré a mi jodida hermana lo asombroso que besa. Que su maldito labial dejó un rastro de brillo con sabor a cereza que sigue impregnado en mis labios y que no podido ignorar.

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