Diversión

Amelia continua su viaje, con sus paradas en diversos pueblos, había tardado más de un mes en llegar a la frontera, la cual cruzo sin problemas, a tan solo un día de la capital de Orión, amelia se despide de su primo Adrian.

-Amelia, por favor no te metas en problemas, tienes que presentarte con el Archiduque Estefan, no vayas a ser grosera, él es de un carácter muy fuerte, el ha mantenido esa frontera resguardada, una vez de tu entrevista estarás a solo un día de tu nuevo territorio.

-Oye tampoco soy tan mala educada y si sé quien es el archiduque, Lucas me dio un informe de los nobles.

-Está bien me despido y estamos en contacto.

-Te acompañará una de mis rosas ella es esmeralda, una vez que te deje en la academia irá conmigo.

Y así Adrian se encaminaba hacia la academia y Amelia hacia el Ducado del Este de Orión, su señor era el gran Archiduque Estefan, un hombre que desde muy joven heredó las tierras de su padre, que es hermano del actual Emperador, para llegar ahí, eran unos días más, pero al ir a caballo es más rápido.

-Falta mucho para la posada?

-Te dije que no tardarás en la cascada que pasamos y si faltan como tres horas.

-Entonces acampamos estoy cansada 🥱

-Jade adelántate a checar la zona.

-Si mi señora.

Tras unos metros adelante un choque de espadas, resonaba en la obscura noche

-Su excelencia, son muchos es una trampa.

-Maldición todos al centro!!

-Pero miren lo que tenemos aquí, el Gran archiduque, este será tu fin, pero primero mataré a todos tus soldados y sobre todo a él

Apuntando a un joven albino, se dice que sientes un cariño especial por él.


-El ataque a la aldea fue una trampa.

-Sí, sabía que si capturaba a los niños y los mandaba por un camino diferente, ahí mandarías a todos tus soldados y tu solo perseguirias al líder, pero mírate de rodillas ante mí.

Pagarás por haber matado a mis hijos.

-Pues si fueras buen padre, seguirían vivos.

-Cállate sin más clavo su espada en el joven albino, quien cayó en un charco de sangre.

-Te voy a matar. *Gabriel, no él ha estado a mi lado desde niño, no te puedes morir*

-Ahora sigues tú, poco a poco, hundía su espada en su hombro izquierdo

Las instrucciones fueron matarte lentamente

-*Que fue lo que dijo, quien me quiere muerto, bueno creo que lo logro, vaya que mi ego está herido, mira que terminar de esta manera*

A lo lejos en la copa de un árbol, Amelia veía todo

-No escucho lo que dicen.

-Mi señora si hacemos ruido es capaz de matarlo.

-Si, por eso que apuestan si le doy en el pecho.

-Cómo puedes decir eso -Expreso Lucas

-Hay eres un aguafiestas, nadie intervenga son míos, es hora de ver los resultados de mi entrenamiento, me divertire un rato.

*Mis ansias de sangre han estado escondidas y es hora de liberar algo de esa ansiedad*


Cuando el Archiduque estaba a punto de aceptar su patético destino una flecha de fuego atravesaba a aquel mercenario, el archiduque por la pérdida de sangre no podía enfocarse bien y sus fuerzas lo estaban abandonando


Los demás ladrones solo miraban hacia todos lados, cuando una lluvia de flechas caían sobre ellos, pero no eran flechas comunes eran de fuego vivo, los hacía cenizas en segundos sin darles tiempo de reaccionar.

Amelia al ser pequeña y delgada se movía en la obscuridad, siempre fue letal con las dagas, no por nada en su otra vida era la ejecutora de su hermano, en esta vida lo complemento con su magia de fuego y era más poderosa.

En tan solo unos minutos todos los mercenarios estaban muertos

-Debiste dejar uno vivo para interrogarlo, han atacado a un noble - Le decía Lucas molesto.-

-El jefe era al que mate primero, es obvio que él era el único que sabía. No me regañes, revisa si el otro está vivo iré a ver al que está ahí medio muerto.

Estefan apenas con una rodilla en el piso, intenta levantarse sin lograrlo solo ve como una mujer se va acercando a él, lo único que ve son sus ojos de color rojo, algo muy extraño de ver, solo la mira caminando hacia él.


En cuanto llega a su lado él se desmaya

-Oh rayos, Lucas!! Creo que ya se murió, vamos guapo reacciona, todavía tiene pulso, llama a rubí.

-Mi señora, está muy débil y perdió mucha sangre,

su herida está curada solo falta que se recupere de la pérdida de sangre.

Rubí era una de sus rosas, con magia de curación y tenía el rol de médico, ya que también curaba con plantas y hacia pociones.

El campamento fue alzado metros adelante, como solo tenían una tienda que era para Amelia, esa es la que ocuparon para los dos desconocidos

-Cómo están?, este... Lucas donde dormiré yo.

Solo hay una tienda, pero te aparté una cobija, estarás bien junto a la Fogata.

-Mi señora el hombre de cabello negro, tiene magia de agua usted puede pasarle maná para que recupere la conciencia más rápido y nos diga quien es, al de cabello blanco yo le pase maná tiene magia de curación igual que yo.

-Eso cómo lo hago, lo beso?

-Ja, ja, ja No mi señora con que ponga su mano sobre su pecho es suficiente, solo canalice su maná hacia él.

-Mmmm así que chiste, oye pero viéndolos bien los dos son muy guapos. *La verdad es muy atractivo y tiene algo que me atrae, haak, calma Amelia, esta abstinencia me está pasando factura*

Jade ve al pueblo para preguntar si los conocen llévate su espada, diles que salvamos a dos hombres muy guapos, revisaron si solo ellos viajaban.

-Sí por qué, crees que había más caballeros?

o familiares, si fuera así habría un carruaje y solo hay caballos.

Afirma Lucas ya que él revisó los alrededores mientras amelia mataba a todos.

-Viéndolo bien albino tiene más o menos tu edad, pero el moreno, se ve más grande, guapo pero ya más grande, a su edad ya debe estar casado y los nobles si tienen hijos varones acostumbran viajar con ellos, en ningún caballo hay pertenencias de un niño o adolescente?

-No mi señora, Jade reviso todo y solo traen agua y víveres.

-Bueno si hay posada en el pueblo, también pregunta si no falta el esposo de una dama, iré a dormir con mi cobija afuera.

Lo que no sabía amelia era que desde que Estefan cayó en sus brazos, estaba consciente sin fuerzas para siquiera despertar pero consciente y no podía creer todo lo que ella decía

Quien es esa mujer, como se atreve a decirme viejo y con hijos, pues que edad crees que tengo, solo porque me salvo no le diré sus verdades



Amelia se acercó a la Fogata, se sentía cansada pero no por pelear, sino por pasarle maná al hombre de cabello negro.

-Amelia hasta cuando vas a cargar el cabello negro. Le pregunta Lucas.

-En este reino no es un color común inclusive en nuestro reino es raro, mi familia desciende de magos, de ahí el color.

Ella había cambiado el color de su cabello gracias a su magia.

Y también porque al entrar al reino de Orión se encontró con unos niños y salieron corriendo porque pensaron que era una bruja y para viajar sin complicaciones decidió usar magia.

Ya que llegue a su hogar dejara de utilizarlo.

A la mañana siguiente

-Mi señora, Despierte, mi señora

Le decía Jade pero Amelia dormía profundamente.

-Si ya voy, ya voy, cinco minutos más.

Cuando abrió los ojos se vio rodeada de muchos caballeros con grandes armaduras y el escudo del archiduque.

-Jade, que paso, estamos en problemas?

*voy a morir otra vez*

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