llegada

A las afueras de la ciudad había un carruaje escoltado por los generales, un joven emperador entra con ellos y van hacia el palacio.

-Mire padre por fin llegamos

-Claro mi bella hija tú serás la emperatriz de ese palacio, la prometida del príncipe no podrá hacer nada.

En los pasillos el pobre mayordomo corría, ya que las banderas se habían alzado, solo significaba que el emperador estaba entrando al palacio, en la entrada el carruaje se detenía y Ricardo apresuradamente abrió las puertas, solo sirvientes y el mayordomo los recibían, por un momento Ricardo busco con la mirada a Amelia, cada vez que él llegaba ella estaba ahí en la puerta esperando por él.

-Majestad que bueno que haya regresado

-Gracias, ella es lady Elisa, espero que las habitaciones de visitas estén listas

-Por supuesto majestad todo está listo

-Majestad todo es hermoso.

Elisa veía con asombro ese gran palacio.

-Elisa, ve con tu padre a descansar, nos vemos en la cena.

-Claro majestad.

Las doncellas los guían hasta sus habitaciones, ella con una sonrisa y amablemente les agradeció, quedaron sorprendidas que la dama llegara con el emperador, al parecer los chismes eran ciertos.

-Felipe...

-Sí, mi señor.

-Dónde está Amelia?

-En su palacio

-No salió a recibirme siempre lo hacía, está enferma?

-Este... no mi señor ella dijo que lo mejor era no interrumpir con sus visitas. *Realmente me dijo que no pensaba salir a recibir a su amante pero no le puedo decir eso* 😓

-Dile que la veo en la cena

-También mando decir que no cenaría con usted

-Que, pero que se ha creído, iré a verla yo mismo.

-Espere majestad, mejor descanse, su invitada lo estará esperando para la cena si va con la señorita Amelia se va a tardar más, su baño ya está preparado.

-Está bien dile que mañana quiero verla temprano

-Si majestad yo le informo *uff y eso que no le dije que la señorita no quiso organizar el banquete, Dioses que será de mí.*

Mientras tanto Amelia estaba disfrutando de su cena, se había enterado de la llegada del emperador, pero poco le importo, no tenía ganas de verle la cara.

-Mi señora el mayordomo manda a decir que el emperador la espera mañana temprano en su despacho.

- Que? Pero que se ha creído, pero bueno es mejor al mal paso darle prisa.

La cena del emperador estuvo normal, pero Ricardo por primera vez vio a Elisa estar en una gran mesa, a ella se le dificulta comer con los cubiertos y no sabe para que es cada uno, en el fondo le molesta, como no va a saber comer, ella estaba nerviosa y solo sonreía, así que Ricardo solo continuo con su comida, como venían cansados solo se despidieron y se fueron a dormir.

El emperador en su habitación pensaba por qué la actitud de Amelia si era para llamar su atención eso no funcionaria, estaba decidido a romper este compromiso, solo seguía pensando en los modales de Elisa, Amelia es muy pulcra a la hora de comer, debe asegurarse que sepa cómo comportarse, no quiere que ella sea humillada.

Ricardo se cambiaba en su cuarto, tenía mucho tiempo que no estaba ahi, el traje colgado ahí le parece extraño

-Este traje es para mañana?

Le pregunto a la mucama que le ayudaba

-Si majestad el Sr. Felipe lo mando a preparar

-Felipe? Pero Amelia es quien prepara mi ropa, siempre está a juego y no me gusta, este se ve que no tiene detalles de ningún otro color

-No sabría decirle, solo mandaron su traje, la señorita Amelia tiene su propia modista, que yo sepa ella no se hizo cargo de su ropa.

-Que?

-La señorita solo se ha hecho cargo de su palacio los mayordomos y jefas de mucamas son los encargados del palacio principal y de visitas

-Pero que, a que se deben estos cambios.

-Me retiro majestad que tenga buenas noches

La mucama salió casi corriendo de ahí, no quería que le hiciera más preguntas, porque no sabría que contestar, además que no están de acuerdo de que Amelia se vaya, ella ha sido muy amable con todas ellas.

El emperador también cayó rendido, solo espera que Amelia comprenda, no le gustaría verla sufrir o que ella pida a los nobles su apoyo, él sabe que si lo hace el compromiso puede tardar en romperse.

Al día siguiente Amelia se había levantado y desayunado a tiempo.

-Lili preparaste todo lo que te dije..

-Si mi señora todo está listo.

-Está bien, vamos *es hora de ver al cucaracho*

Los pasillos le parecían largos a pesar de todo se sentía nerviosa, desde su regreso es la primera vez que lo veía, en su vida pasada todo había sido diferente ella nunca supo de Elisa hasta que la vio salir de aquel carruaje, había salido a recibirle y le había preparado una gran bienvenida, su sorpresa fue que acabo cenando con Elisa, su padre y el emperador que no dejaba de verla, ese día sintió que su corazón se rompía.

Pero esta vez ella sabía que todos esos sentimientos estaban en el pasado.

Un guardia la saco de sus recuerdos, abriéndole la puerta y ahí estaba el sentado en su escritorio

-Majestad

Ricardo de un paso llego hasta ella queriendo tomar su mano, pero ella reacciono a tiempo que tomo asiento en la sala que estaba dentro del despacho, sin darle oportunidad de reaccionar y tuvo que sentarse frente a ella.

-Cómo has estado de salud?

-Bien majestad, pero no creo que quiera hablar de mi salud

-He?, si en realidad me sorprendió que no estuvieras ayer cuando llegué y en la cena

-Usted llegó con visitas y no quise importunar

-Amelia yo necesito hablar contigo de algo muy importante.

-Yo también majestad pero lo escucho.

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