Baile

Ricardo ya no fue a ver a Elisa, solo le mando decir que estuviera lista.

Al ir por ella lo veía decaído pero empezó a contarle que todos son atentos con ella y que incluso en el pueblo la modista fue muy atenta.

Así fue todo el camino hasta llegar al comedor donde ya los nobles estaban listos

En la puerta dan el anuncio de que su majestad ha llegado y entra del brazo de Eliza.

La cena era solo para sus generales y sus ministros, Amelia no asistió su lugar quedó vacío, el Sr. Felipe la había considerado, ya que ella también fue muy importante en esta guerra, pero de una manera educada se disculpó.

Los ministros veían con desaprobación a lady Elisa incluso se propusieron presentar a sus hijas al Emperador, sin Amelia tendrán el camino libre.

Al terminar la cena, todos pasaron al gran salón ahí ya estaban todos los de más nobles, incluyendo Amelia quien presentaba a Adrian como el marqués.

-Amelia te has vuelto el centro de atención

ya van varios nobles que preguntan si vas a tener un compromiso.

-Malditos buitres, han de pensar que por estar sola ando buscando marido. *Y marido como tal no, pero ya todo esté tiempo en abstinencia me va a pasar la factura*

Cuando el Emperador entró paso a tomar su lugar al trono, desde ahí veía como amelia reía y platicaba con varios caballeros. A su lado podía escuchar las conversaciones de los nobles diciendo que cualquier casa noble estaría orgullosa con Amelia, eso por alguna razón lo molestaba.

Al dar inicio el baile, el emperador bajo de su trono, en dirección a Elisa, tomando su mano se dirigieron hacia la pista de baile.

Contrario a lo que pensaba fue un baile desastroso, Elisa nunca se coordinó con él y acabo con los pies adoloridos y el tobillo lastimado ya que Elisa se enredó con su vestido y casi cae.

-Elisa por qué no me dijiste que no podías bailar.

-Si se bailar majestad pero los bailes aquí son diferentes

-Si me hubieras dicho, le pude decirle a alguien que te ayudara, ese vestido es muy grande y tiene muchos olanes. *Son como los que usaba antes amelia, llenos de olanes y joyas*

-Lo siento majestad, en la boutique me dijeron que esto estaba de moda.

Y si al voltear todas las damas llevaban casi el mismo diseño solo diferentes colores, a excepción de una que llevaba un vestido elegante obvio amelia, ella había mandado hacer sus diseños, viniendo de otra época era imposible volver a usar tanto trapo.

(imaginen a Amelia así pero con cabello rojo, no encontré una imagen con ese color de cabello)

-Amelia bailamos? Le dijo Lucas

Espero que no me pises, aún recuerdo que me obligaste a practicar contigo, cuando alguien se canso de que lo pisaras.

-Jajaja si es verdad, en mi defensa, fue para no hacer el ridículo como cierta dama * Si lo obligue, cuando el príncipe ya no quiso practicar porque en cada clase lo pisaba, así que practique y practique y Lucas me ayudo.*

De un momento a otro el centro del salón se quedó vacío ya que una pareja bailaba perfectamente sincronizados, lo cual provocó que se hicieran a un lado para verlos.

Elisa moría de celos y rabia, se notaba en como apretaba su vestido, cuando una voz detrás de ella le dijo:

-Para bailar así, se necesita practicar desde una edad muy pequeña, no para presumir, sino para no dejar en ridículo al emperador.

La emperatriz debe saber eso, ya que no solo bailará con el Emperador, imagínese que baila con un ministro de otro país y acabe con los pies torcidos y en el piso, puede provocar hasta otra guerra, lo siento por el emperador tendrá que gastar mucho en maestros.

Dijo una hermosa rubia que se abrió paso a la pista para bailar con otro caballero

-Maldita, pero no se quedará así, todos te odiarán, solo espera tendrás que inclinarte ante mí.

Decía Elisa en un tono suave para no ser escuchada.

La noche transcurrió con normalidad, al salir todos a los balcones para el espectáculo de luces, Amelia aprovechando para retirarse, pasaría unos días en el marquesado para emprender su viaje.

Al llegar cayó rendida y les dijo a todos que dormiría hasta tarde.

En el palacio uno a uno se retiraban a sus cuartos que eran los nobles que venían de fuera y los locales se iban a sus casas.

Al día siguiente Amelia ya despertaba tarde para alistar todo

-Buenos días, primo.

-Buen día, ya está todo listo, en una semana podemos partir.

-Estás segura de ir a caballo, no será muy pesado

-No, desde pequeña he cabalgado y lo sé hacer muy bien además hace más de un año que he perfeccionando mi magia, mi guardia personal es de 10 mujeres que están muy bien entrenadas, la única que se va mañana es lili, ella no quiere viajar a caballo así que nos esperara en las posadas para tener todo listo.

-Te despediras del Emperador?

-No, ya lo hice, bueno técnicamente no, pero con lo que dije en el mausoleo fue suficiente y le deje una carta se la darán cuando yo ya esté muy lejos. *También en mi otra vida ya lo hice, fue más doloroso, de todos modos no sabría que decirle, en una de esas me arrepiento y me quedo, hay no que cosas pienso*

-Bueno te dejo voy a ver a mi linda prometida que no la vere como en 7 meses, regreso en la tarde.

-Sí que te vaya bien.

-lili, prepara el jardín trasero, me voy a nadar, el día está soleado el agua estará fresca.

-Si mi señora.

En el castillo sin anfitriona la gran duquesa del norte Victoria hacia una pequeña reunión en el palacio que tenían, al ser su esposo el gran Duque protector de las fronteras norte tenían un palacio propio, ahí las damas pasaban un rato platicando más bien chismoceando del baile, elisa no había sido invitada algo que la tenía muy molesta.

-Majestad, lo busca lady Elisa.

-Que pase

-Majestad le traje unos postres y té.

-Elisa a partir de mañana se te asignarán maestros para tu preparación, tendré una reunión con el consejo y los ministros para que sepan de nuestro compromiso

-Majestad me da pena, pero creo que pueda mudarme al otro palacio, todos me ven con desprecio y me gustaría que me vieran en el palacio de la Reina para que poco a poco me fueran aceptando.

-Te mudarás ahí una vez se haga oficial nuestro compromiso, que será después de la coronación, la cual está planeada para dentro de unos meses.

-Está bien majestad *maldición, tengo que sacarla de mi palacio*.

Como Amelia había restringido el acceso al palacio el único que sabía que ya no estaba era Sr. Felipe, que no dijo nada porque andaba muy ocupado, y dio de hecho que el emperador ya sabía, no podía imaginarse que Amelia se iría sin despedirse.

La mayoría de los nobles de fuera se quedarían por lo de la coronación los caballeros por sus negocios y las damas arrasaban con las tiendas, que estaban al tope de pedidos.

Mientras Amelia se relajaba en su laguna privada, solo pensaba en salir de ahí, Altair es un reino grande, aún así está decidida a irse, esta vida quiere que sea plena.

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