Destino Cruel. Cruel Destino.

Nicol...

Han pasado ya varios días desde que Ale se enteró de que estoy embarazada y, a decir verdad, ya me veía venir que ella fuera así... ¿Se imagina? Era ella quien quería estar embarazada. La verdad, las náuseas matutinas me tienen en el desespero total. No sé cómo existen personas, o bueno, mujeres que se embarazan más de vez... Yo, cada vez que siento este malestar, solo puedo pensar en lo mucho que amo a Alex, y además, este cansancio que me traigo... siempre, siempre quiero dormir, y estas jaquecas ya no me las soporto... De verdad que es muy fuerte lo de ser madre.

Estoy sentada comiéndome un gran pedazo de pastel de chocolate, pues es lo único que se me antoja. No logro comer nada más, y no es por exagerar.

Suena el teléfono...

_ Señorita Salvatierra, soy Sofi, la secretaria del doctor Mariano.

_ Ah, sí, dime, ¿ya están los resultados?

_ Sí, señorita, el doctor me manda a preguntarle si puede venir a su consultorio en la tarde.

_ Sí, claro, ahí estaremos.

_ No, señorita, me dice que si puede venir sola.

_ Ok, entonces iré sola, gracias Sofi.

Es muy extraño que Mariano me pida que vaya sola, pero de cualquier forma voy a ir. Ale está llevándole unos medicamentos a su Nana, y creo que tardará, así que iré sola. Me levanto del sofá, me cambio y salgo para el consultorio. Llego luego de media hora. Al entrar, saludo a Sofi, quien me indica que pase, ya que Mariano me está esperando. Lo que me parece mucho más raro, a decir verdad, pero sin embargo, entro y lo veo en su escritorio, muy preocupado y con unos papeles en la mano, que asumo son mis resultados. Tomo asiento.

Yo: Marino, ¿qué pasa? Me estás asustando - pregunto intrigada -

Mariano: Nic, lo lamento mucho, pero los exámenes arrojaron que tienes células cancerígenas... Yo lo siento mucho...

Yo: ¿Qué, cómo así? No entiendo, Mariano - Estoy desconcertada -

Mariano: Lo siento tanto, mandé a repetir el examen dos veces y me arrojó el mismo resultado. ¡Lo siento mucho! - dice él con una lágrima en el rostro -

Yo: Yo... no sé qué decir... Estoy en shock.

Mariano: Nic, te debo internar para hacerte otros exámenes y una resonancia, ya que en una condición es mucho más complicado. También debemos validar dónde está el tumor para saber cómo debemos proceder.

Yo: Yo... mmm, está bien.

Me ingresaron a la clínica y me hicieron todo tipo de estudios. Estoy supremamente agotada y aún no le he llamado a Ale. No sé cómo le voy a decir esto... Solo han pasado dos horas y creo que es momento de llamar a Ale y avisarle... Así que al mal paso darle prisa, ¿no?

Suena el celular...

Hablante 1: Hola, amor.

Hablante 2: Cariño, hola. Ya casi estoy de vuelta.

Hablante 1: Ale, yo... estoy en la clínica.

Hablante 2: Sí, ¿ya te dieron los resultados? Voy en camino.

Hablante 1: No, no, amor. Yo...

Hablante 2: ¿Anda, Nic? Ya dime, ¿te pasa? ¿No te han dado los resultados?

Hablante 1: Sí, me los dieron, pero algo pasó y me internaron en la clínica, cariño. Debes venir ya.

Hablante 2: ¿Cómo que algo pasó? ¿Tú y los bebés están bien?

Hablante 1: ¡Solo ven, por favor!

Estoy devastada. No sé cómo se lo diré. Ella se va a ir muy triste. Parece que el mundo entero se aferra en que ella y yo no tengamos un final feliz.

Condujo muy rápido, pues no han pasado ni 30 minutos cuando ella viene entrando.

Hablante 2: ¿Nic, mi amor, qué rayos pasa? - me pregunta ella dándome un tierno beso en la frente y otro en el vientre -

Hablante 1: Cariño, solo abrázame, por favor. - le pido a ella y obedece. Me da un cálido y tierno abrazo, y yo solo reviento en llanto.

Hablante 2: Vamos, mi amor. Ya dime qué pasa.

Hablante 1: Amor, tengo...

No termino de decir mi frase, pues entra Mariano con unos papeles en mano y dice:

Mariano: Nic, ya tengo los resultados. ¡Hola, Ale! - dice Mariano mientras se acerca a nosotras -

Hablante 2: Nic, ¿de qué hablan?

Mariano: Tienes un tumor maligno en la cabeza y, lamentablemente, no puedes continuar con el embarazo. - dice Mariano sin saber que está destruyendo nuestras vidas -

Hablante 2: ¿Cómo un tumor? ¿Qué está pasando, Nic?

Hablante 1: De eso tenía que hablarte. Yo... lo... siento. - no puedo hablar. El llanto no me deja hacerlo. -

Marino: Chicas, lo lamento, pero si queremos que Nic sobreviva, debemos iniciar ahora con el tratamiento. Lamentablemente, los bebés no resistirán la quimio ni el medicamento, y lo mejor es interrumpir el embarazo. Ahora las dejaré solas y una vez más ¡lo lamento!.

Ale: No, no, esto no puede ser cierto... - Ale se derrumba en el piso y llora -

Yo: Cariño, no voy a interrumpir mi embarazo. Debe haber otra forma - le digo mientras le tomo la mano -

Ale: ¿De qué hablas? No voy a dejar que mueras. Escúchame, ¡tú eres lo más importante para mí, Nicol! Y no, no está a discusión. No podemos continuar con ese embarazo.

Yo: Pero yo no quiero. Yo ya escuché su corazón y sé que están ahí. No los voy a perder. No puedo - le digo tomando sus manos y poniéndolas en mi vientre -

Ale: Amor, yo mejor que nadie entiendo lo que pasa, pero no voy a dejar que mueras. No me puedes hacer eso.

Ella solo me abraza y me dice que no me dejará morir, pero yo no dejaré morir a mis hijos. Y sé que es egoísta, pero no lo voy a hacer. Tiene que haber otra forma, y la voy a encontrar.

Siento un fuerte dolor de cabeza y pierdo el conocimiento...

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