Capítulo 15. Las 7 reliquias.

Edward y la princesa Elena se despertaron al día siguiente, sintiéndose renovados y esperanzados. Musgo los saludó con una sonrisa y les dijo que la elfa anciana los esperaba en su casa.

Los tres salieron de la cabaña y siguieron a Musgo por las calles de la ciudadela. Los elfos los miraban con curiosidad y respeto, y algunos les sonreían o les saludaban.

Llegaron a una casa más grande y lujosa que las demás, rodeada de un hermoso jardín. Musgo tocó la puerta y una voz suave les dijo que entraran.

Entraron en la casa y se encontraron con la elfa anciana, que los recibió con una sonrisa. Estaba sentada en un sillón, junto a una mesa llena de libros y pergaminos. Tenía el cabello blanco y largo, y los ojos verdes y sabios.

-Bienvenidos, queridos amigos. Me alegro de verlos de nuevo. Soy Galadriel, la líder de los elfos de esta ciudad. Nos dijo con voz dulce.

-Buenos días, señora Galadriel. Gracias por recibirnos en su casa. Somos Edward y Elena, y venimos del Reino Central. Le respondió la princesa Elena con cortesía.

-Sí, lo sé. Musgo me ha contado todo sobre ustedes y su situación. Es una historia muy triste y peligrosa. Le dijo Galadriel con compasión.

-¿Nos puede ayudar, señora Galadriel? ¿Sabe algo sobre el ataque que sufrió nuestro reino? Le preguntó Edward con ansiedad.

-Sí, lo sé. Sé quién es el responsable de ese ataque y por qué lo hizo. Sé también cómo liberar al mundo del Maestro de armas y sus generales. Hablo Galadriel con seriedad suspiró y les dijo:

-Es una larga historia, queridos amigos. Una historia que se remonta a los tiempos antiguos, cuando los elfos y los humanos vivían en paz y armonía.

Galadriel comenzó a narrarles la historia de los elfos y los humanos, una historia de amor y guerra, de traición y venganza, de magia y maldición.

Les contó cómo los elfos habían ayudado a los humanos a prosperar y a crear grandes reinos, compartiendo con ellos sus conocimientos y su magia.

Les contó cómo algunos humanos habían traicionado a los elfos, codiciando su poder y su inmortalidad, y cómo habían iniciado una guerra contra ellos.

Les contó cómo los elfos habían tenido que huir de sus antiguas ciudades y refugiarse en lugares secretos y protegidos.

Explico cómo un humano llamado Iperión había sido el más cruel y despiadado de todos los enemigos de los elfos, y cómo había perseguido a los elfos hasta el último rincón del mundo. Iperión había encontrado la ciudad perdida de los elfos, y cómo había intentado conquistarla con su ejército. Los elfos habían resistido el asedio de Iperión durante años, usando su magia para defenderse. Pero Iperión había descubierto el secreto de la ciudad: un antiguo artefacto mágico llamado el Corazón del Bosque que se creó desde tiempo impensables, era la fuente de toda la magia y la vida de los elfos y habitantes del bosque antiguo.

Iperión había robado el Corazón del Bosque, usando un traidor entre los elfos para infiltrarse en la ciudad. Los elfos lograron vencer el ejército enemigo pero Iperión había escapado con el corazón del bosque. Desde entonces no se sabe del paradero del corazón del bosque. Pero sabia con certeza que seguía vivo, debido a que el bosque antiguo no se a marchitado aún.

-Necesitan la savia del corazón del bosque para poder vencer al Maestro de armas. Les dijo.

-¿Pero como encontramos el corazón del bosque? Preguntó Edward.

La anciana elfa les dijo que Iperión escapó hacia un intrincado lugar en lo más profundo del bosque antiguo, llamado "El foso". La criaturas más peligrosas del bosque antiguo habitan ahí. Sin embargo Galadriel les agregó que necesitarían todos los objetos de antaño para vencer al Maestro de Armas. La daga Kale-mi-noe, la sabía del corazón del bosque, el cristal del siclo, la pluma de un fénix anciano, la más primogénita de las fuerzas marinas, un hilo del mundo y al primer sabio.

Deberían viajar por todo el mundo visitando los otros reinos restantes, buscando los objetos mencionados para vencer al Maestro de armas antes de que cumpla su objetivo.

Edward y la princesa Elena se quedaron asombrados al escuchar la historia de Galadriel y el plan que les propuso. Se sentían abrumados por la magnitud de la tarea que tenían por delante, pero también decididos a cumplirla.

-¿Están dispuestos a aceptar este desafío, queridos amigos? ¿Están dispuestos a arriesgar sus vidas por el bien del mundo? Les preguntó Galadriel con seriedad.

-Sí, señora Galadriel. Estamos dispuestos a hacerlo. Le respondieron Edward y Elena con firmeza.

-Muy bien. Entonces les daré todo el apoyo que pueda. Les daré un mapa del mundo, para que se les facilite el viaje. También les daré algunos consejos y advertencias sobre los lugares y las personas que visitarán, les aconsejo que "El foso" es el último lugar al que deberían ir. Y por último, les daré un regalo muy especial: un anillo mágico que les permitirá comunicarse conmigo en cualquier momento y lugar. Me dijo Galadriel con una sonrisa.

-Gracias, señora Galadriel. No sabemos cómo agradecerle todo lo que hace por nosotros. Le dijeron Edward y Elena con gratitud.

-No hay de qué, queridos amigos. Solo espero que tengan éxito en su misión y que vuelvan sanos y salvos. Le dijo Galadriel a ambos con cariño.

Galadriel les entregó el mapa, el anillo y algunos otros objetos útiles para su viaje. Luego los abrazó y les deseó buena suerte.

Edward y Elena se despidieron de Galadriel y de Musgo, que decidió quedarse en la ciudad de los elfos. Luego salieron de la casa y se dirigieron a la salida de la ciudad.

Allí los esperaba Celegorm, el elfo apuesto con el que Edward había luchado el día anterior. Celegorm se disculpó por su comportamiento y les dijo que los acompañaría hasta el borde del bosque.

Edward y Elena aceptaron su compañía y los tres se pusieron en marcha.

Mientras caminaban por el bosque, Celegorm les contó más cosas sobre los elfos y su historia. También les habló sobre el Foso, el lugar donde se suponía que estaba escondido Iperión con el Corazón del Bosque.

-El Foso es un lugar terrible, lleno de peligros y horrores. Nadie sabe lo que hay allí dentro, solo se oyen rumores y leyendas. Se dice que es una grieta en la tierra, donde se abren las puertas del infierno. Se dice que allí habitan las criaturas más temibles y malvadas del bosque antiguo: dragones, quimeras, mantícora, hidras, arañas gigantes, gusanos de arena, troles, ogros, orcos, goblins y otras bestias innombrables. Se dice que allí también hay trampas mortales, laberintos sin salida, ilusiones engañosas y magia oscura. Se dice que nadie ha entrado jamás en el Fozo y ha salido vivo.

-¿Y cómo vamos a entrar nosotros? ¿Cómo vamos a encontrar a Iperión y al Corazón del Bosque? Preguntó Edward con preocupación.

-No lo sé, amigo mío. No lo sé. Respondió Celegorm con pesar.

Después de varias horas de caminata, llegaron al borde del bosque. Allí se detuvieron y se despidieron de Celegorm.

-Celegorm, gracias por tu ayuda y tu amistad. Espero volver a verte algún día. Le dijo Edward con sinceridad.

-Igualmente, Edward. Eres un gran guerrero y un gran amigo. Lo mejor para ti en tus viaje. Le dijo Celegorm con respeto.

-Celegorm, gracias por tu hospitalidad y tu generosidad. Eres muy amable y valiente. Que la felicidad siempre esté en tu vida. Le dijo Elena con dulzura.

-Gracias, Elena. Eres una princesa hermosa e inteligente. Te deseo mucha paz en tu corazón. Le dijo Celegorm con admiración.

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