#4

Diego seriamente le pregunta:

Pero Cindy, con su voz sexy y pasando su mano por la cara de Diego, le dice:

C: Vine, porque tengo deseos de verte, y para que me dé, lo que tanto me gusta.

Ella se sienta encima del escritorio, frente a Diego, inmediatamente, a el, se le quita el mal carácter, se levanta de la silla diciéndole:

D: Con mucho gusto, te daré lo que quieres.

Se besan y hacen el amor como siempre, pero esta vez, a Diego no se le quitaba la cara de Escarlata de su mente y cuando terminan:

D: Cindy, por favor, vete. Le dice Diego, poniendo su ropa.

C: ¿Por qué baby? Le pregunta Cindy, colocándose su brasier.

D: Tengo mucho trabajo, y necesito concentrarme— Pero cuando termine de trabajar, voy a pasar un rato por tu departamento.

C: ¿De verdad, baby? Le pregunta Cindy, con una cara de emoción.

D: Sí, de verdad espérame, que más tarde voy a verte. Le dice Diego, sentándose en su asiento.

C: Está bien baby, te espero.

No muy bien Cindy saliendo, entra la secretaria de Diego, con su cara enojada. Pero Diego la ignora.

Secretaria Ana: Señor, en 30 minutos tiene una reunión.

D: Gracias, Ana. Le responde Diego, mirando su laptop.

Ana se queda parada y no se retira.

D: ¿Qué pasa Ana? Le pregunta él, sin dejar de escribir.

Ana: ¿Por qué tiene que estar haciendo el amor, con ella, en tu oficina, si tú sabe que yo estoy aquí?

D: Ana, no tengo que darte explicaciones, de mi vida personal, — Si no te gusta, puede renunciar enseguida. Le responde Diego, sin una sola expresión en su cara.

Ana: No baby disculpa, pero lo que pasa es que estoy celosa, — Tú sabe lo que yo siento por ti.

D: Lo que tú y yo tenemos, es lo mismo que yo tengo con todas— Tú estás aquí trabajando porque tú quieres estar, siempre cerca de mí— Pero si no te gusta que venga a visitarme— Haz lo mismo que hacen todas ellas— Estar tranquila, sin trabajar en el departamento que yo te compre— Esperando a que yo te visite, para darte lo que tú siempre quiere. Le dice Diego, mirando muy serio la cara de Ana.

A: No, prefiero estar aquí contigo.

Seriamente:

D: Pues, maten tu puesto. Ok.

Más tarde, cuando Diego termina de trabajar, se dirige al apartamento de Cindy.

C: Hola, amor que bueno que llegaste. Le dice Cindy vestida muy sexy, mostrando casi todo su cuerpo.

Diego pasa de largo, esta vez ni se fija en la vestimenta de Cindy. Se acomoda en el mueble poniendo su mano en el pelo y enseguida, ella se sienta encima de él, y empieza a besarlo.

Pasando las horas.

9:00 de la noche,

Escarlata recibe un mensaje de un número extraño.

D: Buenas noches, hermosa.

Escarlata acostada, dudosa mira el número:

E: Buenas noches. ¿Es Diego Spencer?

D: Si mi niña hermosa, este mi número— Regístralo con mi nombre y llámame cuando quiera.

E: Está bien.

D: ¿Cómo ¿sigue?

E: Con un poco de dolor.

D: ¿No te has tomado la medicina?

E: Sí, pero el dolor no se me va al 100%

D: ¿Te está poniendo hielo?

E: Sí.

D: Ok. Hablamos luego.

E: Ok— Adiós.

Sin interés alguno, Escarlata pone su celular en la mesita de noche y permanece acostada leyendo un libro en su cama.

De pronto suena el timbre de la casa de Escarlata.

D: Buenas noches.

Clara, la mamá de Escarlata desde que ve a Diego, se queda pasmada:

Clara: ¡Diego!— Buenas noches.

D: Como esta señora Benner, siento venir sin ser invitado, — Pero me gustaría ver a Escarlata. Le dice Diego, bien serio.

Carlos, el padre de Escarlata, a igual que Clara, está sorprendido y nervioso:

Carlos: Spencer adelante, toma asiento.

Clara: Si por favor, póngase cómodo en lo que yo le aviso. Le dice Clara, un poco nerviosa.

Diego, sin expresión en su rostro, entra y se sienta.

Carlos: Diego, nuestra hija, nos contó lo sucedido, — Gracias por estar pendiente de ella.

Con sus ceños fruncido, Diego, se acomoda en su sillón, observando al papa de Escarlata.

Carlos: ¡Cuanto tiempo!

D: Bastante. Le responde Diego, con un intenso tono en su voz.

Carlos: ¿Cómo están tus padres y tus hermanos?

D: Ellos se encuentra bien. Le responde él, con su entrecejos.

D: ¿Por qué nunca se comunicaron conmigo? Le pregunta Diego, bien serio.

C: Tú mejor que nadie, sabe el porqué Diego.

D: Me duele— De que ella, a mí, no me recuerde, — No sabe quién soy yo.

C: Lo siento mucho hijo, pero ella no recuerda a nadie, — Diego, Escarlata, no tiene nada en su memoria, — Incluso, nosotros también, hemos perdido la mayoría de nuestro recuerdo.

Diego se pasa la mano por su pelo y le responde:

D: Mis padres han perdido el 50% de sus recuerdos.

C: Por lo tanto, tiene que entendernos.

Diego mira al papa de Escarlata con más seriedad y con tono de voz firme y autoritario:

D: Ustedes mejor que nadie saben, — Que yo no me voy a alejar de Escarlata.

C: Sí, lo sabemos, — Hijo, nosotros te queremos mucho a ti y a tu familia— Pero tampoco queremos, que ella sufra y mucho menos que le vuelvan hacer daño, — Clara y yo, ahora estamos muy preocupados.

D: Esta vez, todo será muy diferente, señor Benner, — Se lo aseguro.

Clara, entrando a la habitación de Escarlata.

Clara: Hija tiene visita.

E: ¿A esta hora? ¿Quién mama? Le dice Escarlata, levantándose de la cama, y haciéndose una cola en el pelo.

La mamá de Escarlata, sonríe y levanta sus hombros.

Escarlata la sigue.

Escarlata

Salgo de mi habitación en piyama y sin una gota de maquillaje pensando quienes me estaban visitando, era mis amigas Evelyn o Sonia. Pero cuando llego a la sala, para sorpresa mía, veo a Diego Spencer, vestido en ropa deportiva, sentado muy a gusto, tomando una tasa de café.