#18

Por lo tanto, Mat y Escarlata, reservaron la habitación, que está al lado de la que Diego y Amanda. Y poniéndose en función, ellos, nuevamente en el pasillo, comienzan a caminar. Pero esta vez, Escarlata le cuchichea a Mat:

E: Mat, caminemos, pero besándonos y haciendo mucho escándalo. Le susurra Escarlata, sonriendo.

Mat le está gustando el juego, y comienza a besar a Escarlata, mientras están caminando por el pasillo. Y:

Escarlata le susurra:

E: Di algo.

M: Ahhhhhh mamasota ahhhhhhhhhh Le dice Mat, disfrutando de los besos de Escarlata.

A Diego no salir, otra vez, Escarlata le susurra.

E: Mat menciona bien alto mi nombre.

M: Ahhhhhhhh Escarlata. Dice Mat, con mucha emoción.

Cuando ellos están llegando a la puerta de la habitación donde se encuentra Diego y Amanda.

M: EscarlaaTaaaaaaaaaaaaaa ahhhhhh

Adentro de la habitación donde se encuentra\, Diego. El solamente tiene puesto su bóxer\, besando los s***os de Amanda\, y de pronto escucha.

M: Ahhhhhhh mamasota

M: Tú me encantas Escarlataaaaa ahhhhhh Vocea Mat a todo pulmón.

Pero en un abrir y cerrar de ojos, Diego, rápidamente, se lanza de la cama, corre y rápidamente abre la puerta, encontrándose con Escarlata y Mat, comiéndose a besos, y por si fuera poco, Mat teniendo en su mano una tarjeta de la habitación.

D: ¡Escarlataaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!! Vocifera Diego, rojo del coraje.

Diego la hala y arroja a Escarlata hacia otro lado, cayendo ella sentada en el piso y al instante, Diego empieza a tirarle muchísimos puñetazos a Mat. Los dos comienzan a pelear y se están pegando bastante fuerte. Mientras Escarlata, como si no estuviera pasando nada, se levanta del piso y se recuesta de espalda con los brazos cruzados hacia la pared, a mirar la pelea, pero levanta su mirada y ve hacia la puerta de la habitación y ahí está parada Amanda.

Escarlata

La sinvergüenza con la que Diego se estaba acostando, cuando ella ve, que yo la miro, enseguida la descarada, se quita la sabana, con una sonrisa burlona; dejándome saber, en lo que ella y el tarado de Diego estaban. Eso sí, le saqué el dedo del medio y si me dice algo. Aunque sea una sola palabra, se la voy a dejar a Diego, con los ojos completamente morados y de propina, también sin dientes.

Luego, llegaron los guardaespaldas a separar a Diego y a Mat.

D: ¡A mi mujer nadie la toca, imbécil! Le grita Diego, tratando de pegarle de nuevo a Mat.

M: ¡Escarlata no es de tu propiedad, payaso! Le vocifera Mat, tratando de soltarse.

D: ¡Ella es mía! Le responde Diego, con mucha firmeza y un fuerte tono en su voz.

E: ¡Yo no soy de nadie, tarado! Le dice Escarlata, lanzándole un puñetazo en el brazo de Diego.

Diego mirando a Mat:

D: ¡Saquen a este idiota de aquí!— Y a ella sujétenla, no la dejen ir. Le dice Diego, a sus guardaespaldas.

Mat sujetado por los guardaespaldas que se lo están llevando, le vocifera a Escarlata:

M: ¡Escarlataaaa te buscaréeeee!

E: ¡Te espero con los brazos abiertos baby! Le vocifera Escarlata, con una sonrisa en su cara, lanzándole con sus manos, varios besos a Mat,

Diego con su entrecejo la mira y le dice a su guarda espalda:

D: Póngale las esposas en las manos y en los pies, y éntrenla a esta habitación. Le dice Diego, dándole la espalda a Escarlata y caminando adentro de la habitación.

Escarlata roja del coraje, mirando hacia la habitación, le vocifera a Diego:

E: ¡Ven, agárrame tu estúpido! — ¡Ponme las esposas, tú, pendejo, mamaoooo!

Escarlata enseguida mira al guardaespalda, y:

E: ¡Mira gorila, tú no me conoce, no me toque, suéltame, déjenme ir! Le vocifera Escarlata, dándole con sus dos manos al guardaespalda.

Sin embargo, el guardaespaldas está tratando de agarrar a Escarlata. Pero con un tono de voz, tristeza y dolorienta, Escarlata le dice:

E: Hay espera, señor, que estoy embarazada y creo que me torcí el pie— Por favor, permíteme quitarme los zapatos ante de sujetarme.

El guardaespaldas se detiene, y Escarlata se quita los zapatos, No obstante, Diego llego a escuchar, a Escarlata decirle esa mentira a sus guardaespaldas, Diego corre rápidamente, y saliendo hacia la puerta voceando:

D: ¡Es mentira, agárrenla!

Pero cuando él grita, esas palabras, ya es muy tarde, Escarlata está corriendo a toda velocidad y sonriendo a carcajada, pero lamentablemente fue atrapada por otro guardaespaldas. Y: