#10

E: No quiero mi primera vez, en esta habitación y mucho menos en esta cama, donde tú has estado, no sé cuantas veces con otras mujeres. Le dice Escarlata, roja del coraje.

Diego pone su mano en el mentor de Escarlata, y le sube un poco su cara, para que ella lo mire a los ojos y le responde:

D: Mi reina, para serte sincero, — Tú eres la primera mujer que yo traigo a esta casa y te lo estoy diciendo muy en serio, Escarlata.

Escarlata lo mira fijamente, dura un minuto, mirando la cara de Diego, esperando a ver, cualquier tipo de expresión que Diego ponga en su rostro.

E: Júrame, que me está diciendo la verdad Diego.

Diego, muy tranquilo, le responde:

D: Te lo juro— Nunca te voy a mentir Escarlata. Le dice él, mirándola fijamente a sus ojos.

Sin embargo, Escarlata le creyó, y nuevamente, se besaron, se acariciaron, y él fue bajando y besándola por su oreja y su blanco cuello:

E: Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhh gime

De nuevo, él la acuesta en la gran cama, que tiene puesta sabanas blancas y:

E: Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh

Luego el uno al otro se quitaron la ropa. Escarlata, también hacía lo mismo que él le hacía y ella y también:

D: Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh

Ahora él está bajando a sus s****\, comenzó a pasar su lengua y lo succiona\, jugaba con su boca dándole pequeños suaves y deliciosos mordiscos…

E: Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh

Fue bajando y besando cada parte de su cuerpo, la pone de espalda, le besa su nuca…

E: Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh

Continúo bajando con sus húmedos y deliciosos besos\, hasta llegar a los g****o\, la beso

E: Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh

Y otra vez la voltea y fue hasta su parte más privada\, besando su ******* y jugando con su lengua por toda la parte de su v****a…

E: Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh

E: Que ricooooo.

Y él la lleva hasta llegar al clímax, saliendo todo su jugo y él lo lamía. Otra vez fue subiendo con sus labios, besando cada parte del cuerpo de Escarlata y mirándola a los ojos, le susurra:

D: Eres completamente mía, Escarlata— Mía

D: Me encanta.

Vuelve a besarla y otra vez le susurra.

D: Seré muy gentil contigo.

Ella asienta con cabeza:

D: ¿Lista?

E: hazlo.

D: Mírame.

Ella lo mira. Él la introdujo lento y delicadamente, porque no quería que ella sintiera tanto dolor. Se detiene y le pregunta:

D: ¿Está bien?

E: Sí.

Diego se estaba moviendo lentamente, y luego fue tomando un poco más de velocidad y seguía besándola, y ella comenzó a disfrutar a cada vez más sus movimientos. Ambos el uno al otro están abrazados, cara, cara y respiración, con respiración, se saboreaban el uno al otro, y con cada estocada, ambos disfrutaban al máximo, hasta llegar juntos al clímax.