Discusión y castigó

Aquí nos encontramos, Arya y yo, arrodilladas con la espalda recta ante Hyunggu y la cabeza gacha. La atmósfera está muy tensa, siento escalofríos por todo el cuerpo debido a la mirada que nos está dando.

-¿Cómo se conocieron ustedes dos? ¿Y cómo terminaron en una taberna?.- nos pregunta Hyunggu con su rostro estoico, pero ninguna habla, estamos demasiado nerviosas y asustadas para hablar.

-¡Hablen! En la taberna se las veía muy habladoras, pero ahora, ¿por qué no dicen nada?.- dice Hyunggu con su voz fría y calmada, pero siento como todo el aire se congela. Bajo su mirada, tiemblo de frío.

-N-no queríamos causar problemas, señor.- dice apenas Arya, toda temblorosa.

Alzo un poco la cabeza, -H-Hyunggu.-

él me mira con una ceja levantada, -Adelante.-

Levantó la cabeza. -Queríamos beber un poco, pero Arya se pasó de tragos y por lo mismo no tomé casi nada para controlarla en cualquier caso de problemas.

-¿Y a ti quién te dio permiso de salir, Lili? Recuerdo haberte dicho que no salieras si no era conmigo.- la mira molesto.

-¿Y tú, Arya? ¿Cómo te atreviste a disfrazarla y sacarla sin mi permiso? ¡Estás cansada de vivir! -sus ojos rojos brillan intensamente. Cuando está enojado, lo hace lucir más aterrador.

Lo ve con miedo- P-por favor, no m-me hable así porque hice todo en mi posibilidad p-para que no saliera lastimada.- dice Arya casi llorando. Parece una niña pequeña que fue regañada por su padre. ¿Qué relación tienen estos dos?

-¡Ya basta! -Un fuego en mi interior se encendió. Mi ira no puede ser apagada

-¡Al traerme, prometiste darme lo que quisiera! ¿Acaso eso solo fue un engaño?.- pregunté enojada, hasta me olvidé del miedo.

-No eres diferente a mis padres, que solo querían mantenerme encerrada como su prisionera.- todos a mi alrededor me miran entre sorprendidos, asustados y confundidos por la forma en que me dirijo a su rey, pero me vale...

Nos miramos fijamente y, por más aterradora que sea su aura y su mirada, le seguí mirando desafiante. Él parece estar pensando algo mientras me mira

Veo cómo Arya me mira sorprendida y hace todo lo posible por aguantarse la risa, aunque no entiendo qué es lo gracioso.

Un silencio aterrador nos embriagó, y de repente Hyunggu sonrió. Yo me desloqué por completo, les juro que casi me muero con esa sonrisa en sus carnosos labios. Adiós a la ira y a mi alma porque ese demonio me la arrebató con su sonrisa.

Es extraño porque nunca pensé que una sonrisa pudiera ser tan atractiva y siniestra a la vez, pero esas parecían ser las dos caras que lo definían. Al mirarlo, te produce cierto sentimiento de pequeñez e insignificancia. Es como el sentimiento que tuve cuando lo vi por primera vez, esa sensación que por más que deseo huir, hay algo atrayente en él, algo sumamente familiar. Me estremezco.

-Bien, lo dejaré pasar por esta vez, pero no saldrás ilesa de esto. Danna y Arya te acompañarán siempre y tendrás que aprender defensa personal de ellas. Y aprender toda la historia del bosque.

-Arya, ni creas que he olvidado lo que hiciste - fulminándola con la mirada - y Danna, tu descuido tampoco pasará desapercibido. Ambas vayan a la sala de disciplina a recibir castigo.

-Sí, su majestad - ambas hacen una leve reverencia y se fueron.

-Eso no es justo. Ellas no hicieron nada malo. Fui yo la que escapé y le insistí a Arya que me sacara del castillo.

Frío, - No pongas a prueba mi paciencia, Lili. Esto es lo más indulgente que puedo ser. Debiste pensar en las consecuencias de tu escape.

La forma en que pronunció mi nombre, abrazándolo con su lengua, suena refinado y vulgar a la vez. Eso me causa un extraño sentimiento.

-¡Maldito idiota! - y le levanto el dedo del medio. Jum. Sinceramente, admiro mi valentía. Veo cómo su mirada se oscurece y todo mi ser tiembla asustada, pero trato de mantenerme firme ante él.

-Sabes que el último en ofenderme terminó muerto - estrecha la mirada.

-Pues máteme, vamos, hazlo - lo reto con la mirada. Debo decir que tengo un instinto suicida y que soy demasiado impulsiva, pero no seré dominada por él. Soy un espíritu que ha estado atrapado toda su vida y lo que yo más quiero es libertad. Y si él no piensa darmela, yo misma la buscaré.

Al ver su silencio, doy media vuelta y salgo sin rumbo fijo.

- Harry, llévala a su habitación y vigílala.

- Sí, maestro. - hace una reverencia y se va.

¡Mierda! ¿Dónde está la habitación de Hyunggu? Aunque ahora es mi habitación, como lo oyen, yo la monopolicé. Me gusta mucho la vista que tiene hacia el jardín y el bosque de cerezos.

- Señorita, la habitación queda al otro lado.

Lo miro - ya lo sabía, jum! - hago un gran puchero e inflo mis mejillas, doy la vuelta con la frente en alto, y él me mira todo raro. La verdad es que el imbécil de Hyunggu tenía al menos un poco de conciencia al enviarme un guía.

...****...

- Sal de la habitación.

- ¡Vete al diablo!.- si muy mal hablada, pero mi madre no está aquí para corregirme, así que...

- ¿Tengo que arrastrarte hasta el salón de entrenamiento?

- Tan solo inténtalo, maldito demonio prepotente, y ya verás cómo te dejo sin descendencia. - bufo enojada.

Mi cuerpo es atajado por el suelo cuando una fuerza invisible me arranca del cobijo de las sábanas. Como si tuviera una cuerda amarrada a mis pies, soy jalado hacia la puerta del cuarto que se abre a pesar de que me aseguré de ponerle seguro y obtener la llave para que este idiota no me moleste. Ahora Hyunggu me contempla desdeñoso, reposando sobre la pared del pasillo.

- Lili, ¿en verdad quieres comportarte como una niña enfurruñada conmigo?

Mis ojos zumban hacia Hyunggu, escupiendo llamaradas de cólera. Apenas son las seis de la mañana, pero este idiota no tiene horarios para joderme la vida. Ni siquiera pude dormir por el dolor que tengo en todo el cuerpo.

- ¡No quiero ir!

Se mofa, - eso no está a discusión.

Me suscitan profundas ganas de cometer asesinato, aunque estoy en evidente desventaja y en una lastimosa posición, retorciéndome en el suelo como lombriz al sol.

Mis protestas fueron vencidas por Hyunggu cuando comienza a caminar hacia las escaleras, tirando de esa cuerda fantasma que me obliga a lustrar el piso con el torso. Me rebajo a negociar cuando llegamos a la escalera y veo atemorizada las decenas de escalones.

-¡Ya para, puedo caminar, caminaré! - él se detiene y siento como su magia macabra me deja libre.

-Solo debiste ser obediente y levantarte.- se encoge de hombros divertido.

Estoy tan enojada que solo mis mejillas podrían calentar el castillo completo. Camino toda en pijama y nada en mis pies.

Se preguntarán cómo llegamos así. Pues les contaré.

Después de que Hyunggu dictó mi castigo, mi vida ha sido un infierno. Arya y Danna desde ese día han ido a buscarme temprano en la mañana para llevarme al salón de entrenamiento y ha sido una tortura. Tengo que hacer una gran variedad de ejercicios, pero eso es solo el calentamiento. O sea, muerta de hambre y cansada, toda adolorida tengo que tomar clases de espada y lucha cuerpo a cuerpo. Además, también tengo que luchar con mi crisis existencial ya que me di cuenta de que el bosque maldito en realidad se llama el bosque místico Xuan Men y que en realidad fueron los humanos los que comenzaron las guerras contra las bestias y la diosa luna le dio el bosque como su hogar para protegerlos.

En serio, es demasiada información para procesar

suspiro, -Maldito Hyunggu solo busca torturarme.- lloriqueo. Pobre de mi vida. Aprovecho que Danna y Arya no están a mi lado, al fin un poco de paz.

- Y ahora yo, ¿qué hice para que me maldigas?.-

Salto del susto. - ¿Acaso me quieres matar de un infarto? - lo fulmino con la mirada.

-Por lo visto, no has avanzado nada en el entrenamiento. Debería agregar más.- sonríe ladino.

-Tú... - no puedo decir nada más porque él está muy cerca de mí. Nos quedamos viendo fijamente. Está tan cerca que hasta puedo oler su embriagador aroma.

Empieza a acercarse más y yo me quedo pasmada en mi lugar.

-Eres hermosa, Lili, tan bella como una diosa - su voz es como un veneno dulce y suave y su boca se sesga en una sutil sonrisa demoniaca.

-Alto - mis piernas quedan paralíticas obedientemente, permitiéndole al demonio consumir la distancia entre los dos.

-H-Hyunggu - farfullo.

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