Moon Hyunggu

Al fin ha llegado el día en el que mi pequeña lirio estará conmigo, he esperado años por esto. Malditos mortales, si no fuera por Lili, ya los habría destruido. No cumplieron con la parte del trato y mantuvieron una barrera mágica para impedir que me lleve a Lili. No debí confiar en esos insufribles.

Al verla discutir con sus egoístas padres a través del brazalete que le regalé cuando nació, me pone de mal humor. Verla así de triste me parte el alma. Cuando Lili nació, trajo un rayo de luz a mi oscura vida.

Me decidí a sacarla esa misma noche y mandé hacer todos los preparativos para su llegada. A la media noche de luna llena, cuando mi magia es mucho más fuerte, utilicé mi poder para comunicarme con ella y guiarla hasta aquí a través del brazalete sin que la descubran.

A los tontos humanos, que yo no la pueda sacar con mis propias manos no significa que ella no pueda salir. Si ella lo quiere, puede.

En la hipnosis, la llevé al lago lunar. Ahí dibujé una puerta directa hacia el bosque. Al verla llegar al bosque, me dirigí hacia ella para encontrarnos, pero mi subordinado me detiene.

- Señor, se han visto licans rebeldes al sur de la entrada del bosque. Son subordinados del traidor Erick, señor.

- ¡Mierda! Dirige al escuadrón Qilin a exterminarlos. Mi reina está en esa misma dirección. Si le tocan aunque sea un pelo a mi luz, conocerán el infierno en vida.

Me dirijo lo más rápido que puedo hacia Lili. Mal momento para que esos bastardos pulgosos aparecieran. En mi camino me encontré con una de las manadas de licans rebeldes.

- ¡Maldición, no me estorben!.- invoqué a Yihen y arrasé con todo lican en mi camino.

- Espera, Lili, ya casi llego.- seguí avanzando dejando lo demás al escuadrón Qilin.

Mientras más me acercaba, podía percibir su delicioso aroma. Levemente puedo escuchar su voz.

- Bien, tú ganas, máteme, pero que sea rápido. No quiero sentir dolor.

Un fuego se encendió en mi corazón y en un ataque de ira desaté todo el poder de Yihen y liberé mis alas. A toda velocidad llegué hasta donde Lili y decapité al lican que osaba lastimar a mi pequeña lirio.

Al voltear la vi y no era un sueño, ella estaba ahí conmigo. Se queda mirándome asustada. Está muy alterada. Al parecer, se asustó mucho por ese lican.

Al mirar sus pies, puedo ver los raspones que se hizo mientras corría por el bosque. La ira en mi corazón no puede ser apagada.

Me fui acercando lentamente mientras ella bajaba la guardia y se relajaba, pero la veo muy pálida y que se le hace difícil mantenerse despierta, y eso me preocupó mucho.

Veo cómo se desmaya, la cargué y volé de regreso al castillo que se encontraba en la parte más profunda del bosque.

...※※※...

-Bienvenido, su majestad.- Hace una leve reverencia

-Llama a Marian, la necesito aquí de inmediato. Guíala a mi habitación.- dice en tono frío.

-Sí, majestad.- lo ve que pasa rápido con una mujer en sus brazos, ignorando a todo el mundo.

-¡Uf, qué miedo! Mejor me doy prisa. Mi maestro está de mal humor y yo no quiero ser con quien se desquite.

Los sirvientes miran sorprendidos a su rey, ya que nunca lo habían visto cerca de ninguna mujer, mucho menos traer una mujer al castillo en sus brazos.

-¿Viste a la mujer que trajo su majestad?.- mira curiosa.

-Pero qué perra con suerte.- suspira.

-Cuando Elsa se entere, estará furiosa. Pobrecita, quién sabe lo que le haga esa bruja.

-¡Ja! Esa zorra solo vive presumiendo de que será la reina. No creo que se quede de brazos cruzados al ver que otra le quita su puesto. Las cosas se pondrán interesantes.- sonríe con malicia.

-Ustedes tres, ¿qué hacen ahí paradas y no se ponen a trabajar? Será mejor que no hablen tonterías si quieren seguir viviendo.

-Sí, general Harry.

Harry solo las mira, niega con la cabeza y sigue su camino.

...※※※...

-Mmm, qué bien se siente.- Cielos, qué sueño más extraño tuve, Me siento en la cama media adormilada todavía.

-Eh, desde cuándo mi cama se volvió tan grande... No, ¿por qué todo es más grande que antes?.- Al mirar por la ventana, me encuentro un hermoso paisaje de grandes árboles de cerezo en plena floración.

-Es hermoso... Espera un momento...

-Se ha despertado mi Lady.-

Salto en la cama por el susto.

Me despierto por completo

-¿Tú quién eres? ¿Dónde estoy? ¿Dónde se encuentra este lugar?.-

No puede ser, esta no es mi habitación, eso significa que todo fue real. ¡Diosa, ampárame!.

-Saludos, mi Lady. Me llamo Danna Billy. Seré su doncella mientras esté aquí. Mi señor la trajo aquí a su castillo.-, dice con una sonrisa amable en su rostro.

La chica es hermosa pero extraña a la vez. Su pelo es color rosa, tiene unos lindos ojos violetas y las orejas puntiagudas. Es alta, más alta que yo por lo que puedo ver.

Así que ese demonio me trajo a su castillo, ese acosador tiene mucho que explicarme.

-Soy Lili Elithoon. Un gusto, Danna.-, le devuelvo la misma sonrisa. Me parece una chica agradable.

-Espere aquí, iré a buscar a su majestad. No salga o estará en peligro.- me mira seria.

-No pienso salir de todos modos, no pienso arriesgarme a ser comida de monstruo, ni loca. Encerradita aquí me veo más bonita.-

Al Danna salir, me levanto de la cama, -Eh, ya no me duele el tobillo.-

Me reviso el cuerpo entero y no tengo ninguna de las heridas que tenía ayer. Increíble, sanaron por completo. Me acerco al balcón para así disfrutar la hermosa vista y me quedo pasmada ante lo que vi. Desde la altura no solo puedo ver el bosque de cerezo, sino que también las viviendas de toda una nación de todo tipo de criaturas, desde grandes hasta pequeñas.

"¡Ay, Diosa, a dónde vine a parar!." Lloriqueo.

-Eh, ¿¡acaso eso es un dragón!? Pero no estaban extintos.-

Se escucha una voz muy profunda y masculina a su lado, -Así es, el que ves es el último de su raza.-

-¡Wow, qué increíble!.- Mis ojos brillan de la emoción.

El desconocido: "Al parecer, no se ha dado cuenta de mi llegada. Su mirada sigue enfocada en el estúpido dragón. Lo que daría para que me mirara de esa forma." piensa.

Mi instinto me dice que estoy en peligro. Al voltearme, salto del susto.

-¿¡Tú acaso me quieres matar del susto!? ¿Cuánto tiempo llevas ahí?.-

¿Acaso no toca el piso cuando camina? No escuché sus pasos.

-Llevo largo rato aquí. Parecías muy absorta mirando al dragón.- dice en tono frío.

¿Soy yo o hay un olor amargo en el ambiente?.

- Ejem, ¿por qué me trajiste aquí?.- Dije en tono tembloroso. Ese hombre es mortalmente atractivo, pero da miedo.

- Tu lugar es aquí, conmigo. Tú no perteneces a los humanos, solo te traje de regreso a casa.

- ¿Qué quieres decir con eso? Porque no te estoy entendiendo nada.

- Debes confiar en mí, Lili. Te encerraron para impedir que yo te traiga al bosque.

- ¿Cómo me pides que confíe en alguien del cual ni siquiera sé su nombre? Debes estar bromeando.

- Moon Hyunggu.

- ¡Qué! - Lo miré sorprendida.

- Me llamo Moon Hyunggu.- Repitió serio.

- ¿Ese Moon Hyunggu?.- Lo miré incrédula.

- Sí.- Respondió indiferente.

El legendario demonio Moon Hyunggu. Su nombre es un tabú en el Imperio Tres Luna. El demonio cruel y sanguinario que mató a toda su familia, desafió a la bestia más fuerte del bosque y la mató para convertirse en el rey del Bosque Maldito. Llevó a las bestias a pelear contra los humanos y aunque ganaron los humanos, se perdieron muchas vidas.

Lo miré horrorizada, - ¿Qué quieres de mí?.- Me alejo lo más que puedo de él.

Veo cómo su mirada se oscurece.

- Me tienes miedo.- Susurró, pero aún así lo escuché. Aunque pude notar un poco de tristeza en su tono.

- ¿Quién en su sano juicio no tendría miedo con la reputación que cargas?.- Hasta el hombre más valiente del mundo se arrodillaría a tus pies.

- No tengas miedo, mi pequeña Lirio. No te haré daño.

- ¿Qué me asegura eso? Yo quiero volver a mi hogar.- Veo cómo Hyunggu frunce el ceño.

- Eso es imposible. He esperado por tanto tiempo. Ahora que te tengo, no te dejaré ir.

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