seguir su voz

Nerviosa, -Ethan, tengo miedo de que él nos arrebate a Lili.

-Celeste, mi amor, no te preocupes, no dejaré que eso pase.

-Pero Lili ya es adulta y sabes bien que lo que ella más quiere es salir del castillo y eso nunca se lo permitiré, no me arriesgaré a perderla.

-Sabes bien que eso la va a poner triste.

-Tú lo viste, Ethan, casi se la lleva cuando tenía 8 años y ella no deja de preguntar sobre el bosque. Aunque no se pueda revertir la profecía, haré todo lo posible para evitar que se cumpla.- Las lágrimas se deslizan por sus mejillas y su esposo la atrae a sus brazos.

-Ya no llores, me parte el corazón verte así. Aunque puede que Lili nos odie por lo que haremos, pero eso es mejor a que esa bestia se la lleve. La barrera le impide llevársela, así que a menos que ella salga del castillo, estará a salvo.

El destino de Lili fue sellado desde el día que tomaron la decisión de salvarla utilizando el loto infernal milenario que solo crece en el bosque maldito y aunque lo quieran detener, las ruedas del destino están girando y sucederá lo inevitable.

...※※※※...

Estoy muy emocionada hoy. Mis padres cumplirán su promesa de darme cualquier cosa que desee, por poder ser libre y saber cómo es la vida fuera de este castillo.

-Elena, al fin podré salir y ir contigo al festival del renacer lunar.- digo saltando de felicidad.

-Yo también estoy feliz de que vayas a salir del castillo. Hay muchas cosas que quiero mostrarte que te van a encantar.- Dice Elena sonriendo.

Arrastro a Elena por los pasillos del castillo corriendo hasta llegar al salón principal donde se encuentran mis padres. Al llegar, noto el ambiente algo pesado, pero no le presto mucha atención ya que estaba muy ansiosa porque me dejen salir.

-Mamá, papá, ya estoy aquí.

-Hola, mi princesa hermosa.

-Bien, ya que llegaste, dinos cuál es tu deseo.- Dice mi padre serio.

-Nerviosa- Y-yo... yo quiero poder salir del castillo.-

Veo como mis padres se miran entre sí y el ambiente se vuelve más pesado por el silencio.

-No, imposible.- responde mi padre rompiendo el silencio.

-¿¡Por qué no!? Se supone que cumplirían lo que yo quisiera!.- dije alterada. Esa respuesta me desilusionó.

- Lili, podemos darte cualquier cosa, menos dejarte salir del castillo.- menciona mi madre mirándome seria.

-Ya soy mayor de edad, ¿¡por qué no pueden dejarme salir!?

- Lili, esto está fuera de discusión. Todo lo que hacemos es por tu propio bien.- dice mi padre.

-Me han mantenido encerrada aquí como prisionera bajo la excusa de que es por mi propia seguridad. ¿A qué tanto le temen? ¿Por qué no me dejan salir? - grité enojada.

- Lili, cálmate. Mientras menos sepas, mejor. Entiéndenos, nosotros solo queremos que estés bien.

- ¡Ja! Me piden que los entienda, pero ¿acaso ustedes me entienden a mí? Solo quiero ser una chica con una vida normal. ¿Acaso es eso mucho pedir?.- al borde de las lágrimas.

- Lili...- lo interrumpo.

-Si no piensan dejarme salir, será mejor que no me hablen. ¡Los odio! -dije mirándolos con decepción y salí corriendo a mi habitación mientras las lágrimas se deslizan por mis mejillas.

- ¡Lili, espera!...

- Señorita, espéreme.- dice Elena, la cual venía tras de mí, pero no hice caso, seguí corriendo hasta mi habitación y me encerré ahí.

En el salón principal...

- Ethan, ella nos odia. Mi pequeña dijo que me odia.- dice al borde de las lágrimas.

Suspira, -Querida, tranquila. Eso lo dijo porque está alterada. Espera a que se calme. Si, sabes que nuestra niña nos ama mucho. Solo lo dijo porque está enojada.

-Eso espero, Lo siento por Lili, pero no puedo arriesgarme a perderla. Sé que es egoísta de mi parte, pero es mi única hija y no la perderé. Hablaré con ella cuando esté más tranquila.

...※※※※...

Narrador omnipresente

A la medianoche, Lili se encontraba llorando en el balcón de su habitación bajo la luz de la luna, mirando más allá del jardín.

- Esto es muy injusto. No quiero seguir aquí.- sollozando.

Una suave brisa rozó su cara, y Lili escuchó otra vez esa voz masculina misteriosa que la llamaba.

- Lili, no te preocupes, Solo sígueme, Te daré todo lo que has soñado, Solo ven a mí.-

Mientras Lili escuchaba su voz, el brazalete en sus manos comenzó a brillar.

-¿Tú... me puedes sacar de aquí?.- dice levantándose de su asiento y mirando a su brazalete.

-Estarás a salvo bajo mi control, el brazalete te indicará el camino. Mientras quieras salir, te llevaré a las cimas de las montañas o abajo en los valles.

-Y-yo... -dudando- está bien.-

Ella sabía que estaba hipnotizada, caminando sobre el hielo frío y delgado, pero no le importó. Su deseo de ser libre y explorar el mundo fuera del castillo era más grande que cualquier otra cosa.

Aturdida, Lili siguió caminando guiada por el brazalete hasta llegar a la parte secreta del castillo, donde se encontraba el lago lunar. No fue vista por ningún guardia ya que el brazalete la convirtió invisible con su magia.

En las murallas se abre una especie de portal con vista a la entrada del bosque maldito y Lili, en su aturdimiento, cruzó el portal hacia el bosque.

Cuando se encontraba en una parte profunda del bosque, la magia se rompió y Lili despertó.

Nerviosa, -¿Do...dónde estoy? ¿Cómo llegué aquí? ¿No estaba en mi habitación?... Espera, ¿esa voz me trajo aquí? ¡Imposible, no era un sueño!

Entonces empezó a correr muy rápido sin dirección alguna.

-¿Hola, hay alguien ahí? ¡Por favor, ayuda!.- grita.

De repente, escucha un aullido detrás de ella y como algo se acercaba en su dirección. Lili se escondió y lo que vio bajo la luz de la luna la dejó horrorizada.

Sus padres y su amiga le advirtieron que no fuera al bosque maldito, ya que hay criaturas peligrosas que se esconden en la oscuridad.

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