El loto infernal milenario

-Por qué no? ¿Y por qué esperabas por mí? No lo entiendo. ¿Qué relación tengo contigo?.- digo enojada hasta que el miedo se me fue por la ira.

-Tu padre y yo hicimos un trato. Yo le daría el loto infernal y él me daría al bebé que naciera.- Y mi mundo se derrumbó.

-dices que mis padres me vendieron.- No puedo creer lo que estoy escuchando. Me siento en la cama todavía en shock.

-Más bien fue un intercambio.- chasquea la lengua- Lo que no esperaba era que ese zorro astuto encontraría la manera de evitar nuestro acuerdo mágico, poniendo una barrera y prohibiendo que salgas del castillo para evitar que te lleve conmigo.

-Mi padre no es esa clase de persona. Él no haría algo así.- le digo molesta.

-Si es para salvar a la persona que más ama, no lo dudes. Tu padre haría eso y más.- y puedo ver el respeto que le tiene a mi padre en sus ojos. Lo cual me sorprende.

-Pero ¿por qué mi padre hizo algo así?

-18 años atrás, el reino se encontraba en caos por la lucha del poder de los herederos al trono. El general Elithoon era el socio más importante del príncipe heredero y sus enemigos querían sacarlo del camino. Así que envenenaron a su esposa Celeste, la cual estaba al punto de dar a luz. El veneno era muy raro, no había cura alguna. Ethan estaba desesperado.

-Si no la salvan, morirán todos ustedes con ella.- grita furioso.

Hasta que encontró un rayo de esperanza. Se dice que el loto infernal milenario puede curar cualquier tipo de veneno, así que Ethan se aventuró al bosque maldito aun sabiendo los peligros. Derrotó a todas las bestias en su camino hasta que se encontró con Hyunggu.

-Humano, ¿qué es lo que te trae a mi bosque?

-Vine por el loto infernal milenario -dice mirándolo serio.

-Eres el primero que llega hasta aquí buscando el loto. Admiro tus agallas.

-No tengo tiempo que perder. ¿Me darás el loto o pelearás conmigo?

Hyunggu no tuvo tiempo de responder, pues el pelinegro se había lanzado sobre él, y así estuvieron peleando los dos en igualdad de fuerza hasta que logra derribar al general.

-Debo admitirlo, eres fuerte. Haré una excepción contigo. Dime, ¿para qué quieres el Loto?

-Mi esposa ha sido envenenada y ha entrado en labor de parto. La vida de mi mujer y mi hijo están en peligro y solo el Loto Infernal Milenario puede salvarla.

-Mm, te daré el Loto Infernal Milenario a cambio. ya sea niño o niña que Nazca, será mi reina. Deberás entregármelo.

-T-tú...

-Nada es gratis en la vida. Piensa bien, el tiempo corre y dudo que tu esposa pueda aguantar mucho.

-Está bien.- suspira derrotado, y así firma un contrato con Hyunggu.

Así salvo a su esposa y nació una bella niña, Alvina, de ojos grises. En sus manos apareció un pequeño brazalete de diamantes. Ethan no quería entregar a su hija, así que consultó con magos y encontró una manera de evitar que Hyunggu se llevara a Lili.

-¡Eso no fue parte del trato, Ethan!- dice enojado.

-Jamás daría a mi hija a un demonio como tú. A tu lado ella solo sufrirá.

-Sabes lo que pasará si rompes nuestro acuerdo, ¿verdad?.- en tono frío.

-¡Al diablo con el trato! -contesto Ethan- Dije que la entregaría, pero nunca especifiqué cuándo.

-T-tú, esto no se quedará así. Lili será mía y tú no podrás evitarlo.

-Eso ya lo veremos.

Cuando la pequeña Lili cumplió 8 años, escuchó una voz que la llamaba y, curiosa, la siguió casi saliendo del castillo por la parte trasera. Se encontró con Hyunggu.

-¡Woow, eres un ángel! -exclamó Lili-. Eres muy hermoso -miró curiosa sus alas.

Sonríe: -¿Quieres tocarlas, pequeña Lirio?

-¿Puedo?.- le miró con sus ojos brillando de emoción.

-Claro, pero tienes que salir.

Cuando Lili estaba a punto de cruzar la puerta, fue detenida por su madre, borraron la memoria de Lili sobre ese encuentro y pusieron ha una doncella para tenerla siempre vigilada....

Aún no lo puedo creer, demasiada información para procesar. ¿Quiénes se creen que soy, una mercancía que podían intercambiar así como así?

Espera, si eso fue hace 18 años, ¿cuántos años tiene Hyunggu ahora?. El gruñido de mi estómago me saca de mis pensamientos.

-¿Llamaré para que te traigan el desayuno?.- me mira con burla.

Se sonroja, - ¡Es normal! No he comido nada desde ayer.- dice avergonzada.

-Yo no he dicho nada.- dice riéndose

Desvio la mirada. "¡Ay, qué vergüenza!", tapo mi cara con la almohada. Aunque mirándolo bien, cuando sonríe se ve más hermoso. Es que, ¡mírenlo! De cerca se puede apreciar esa buena figura que tiene. Y este vino con grandes atributos, trago en seco.

- ¿Ya has visto suficiente?.- enarca una ceja.

Todo su rostro se torna de un rojo intenso, -¿Quién te está mirando!?.- desvía la mirada.

Al rato, Danna trajo el desayuno y debo decir que es la comida más deliciosa que he comido en toda mi vida. Hyunggu no se quedó, dijo que tenía unos asuntos que atender, pero me dijo que no podía salir al menos que sea con él.

- "Salí de un encierro para terminar en otro", suspiró.

-"¿Cuándo podré ser libre como el viento he ir a todos lados?"

- "Aaah, qué frustrante. Tengo mucho que pensar y mi mente está hecha un lío", suspiro.

- ¿Por qué suspira tanto, señorita Lili?.- me mira curiosa.

-La vida es tan complicada, Dan. Por cierto, cuando estemos solas, solo llamame Lili.-

-No puedo. Si su majestad se entera, se enojara.- me mira dudosa.

-Ese demonio no está aquí. Además, es solo cuando estemos las dos.-

-Mm, está bien, señora... Lili.- dice no muy convencida.

- Así me gusta -sonrío- Ahora que lo pienso, ¿cuál será la reacción de mis padres cuando descubran que no estoy en el castillo...?"

En la ciudad fronteriza

Celeste fue temprano a buscar a su hija para arreglar las cosas con ella.

-Lili, cariño, ¿estás despierta?, Lili abre la puerta. Sé que aún estás enojada, pero voy a entrar.- Al abrir la puerta, grande fue su sorpresa al no encontrar a Lili en su habitación.

-Elena, ¿dónde está Lili?.- dice nerviosa.

- En su habitación, señora. Me dirigía a despertarla. ¿Por qué lo pregunta?.- la mira extrañada.

-Porque Lili no está en su habitación. Ya la busqué y no la encontré.-, dice alterada.

- ¡Busquenla rápido! ¡Quiero ver a mi hija ahora mismo! Tengo un mal presentimiento.- ordenó a sus sirvientes

- ¿Qué sucede, querida?.- pregunta confundido Ethan por todo el movimiento en la mansión.

- Lili desapareció.- contesta al borde de las lágrimas.

- ¡Qué!.- suelta sorprendido.

Todo el castillo estaba sumido en caos, buscando por todas partes alguna señal de Lili. Pero no la encontraron en ningún lado.

-¿Cómo puede ser que se haya escapado y ustedes no se dieron cuenta?- grita furioso.

- Lo sentimos señor, castíguenos.- se arrodillan.

-Tomen su castigo ustedes mismos.

- ¡Sí señor!.- se retiran del lugar.

- Ethan, ¿y si él se la llevó? ¿Y si se llevó a mi pequeña? Pobre de mi Lili.- dice llorando.

- Mierda -maldice-, si es así, será difícil recuperarla. ¿Y si se la llevó, cómo lo hizo?

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