Capítulo 14 Planes

Pietro, ya rompió la barrera de la timidez:

-Esta habitación será para nosotros, para sentir todo esto que sentimos juntos- me sonríe mientras acaricia y estruja los firmes melones que lo enloquecen.

-Prometeme que no le diras nada a Ken, él me da miedo, no me gusta como me mira, no quiero que me obligue a hacer esto con él, no me gusta él- digo como una chiquilla avergonzada.

-Jamás, escúchame bien, jamás nadie puede obligarte a hacer esto, solamente nosotros dos lo haremos es nuestro secreto, te prometo que no le diré nada a Ken ni a nadie, eres mi prometida, estos melones solamente yo puedo saborearlos, eres solamente mia y de nadie más- yo asiento, él me besa de nuevo, quiere meter su mano por mi falda, yo le saco la mano, me levanto.

-No debemos hacer más nada, solamente lo que hicimos, nada más, no estamos casados todavía- cubro mis pechos, él entiende que debemos ir con cuidado. No contaba con la astucia de la madre con ese hechizo del "cinturón de castidad", va a estar difícil obtener algo más de ella.

-No te molestes, está bien no haremos nada más, hasta que estemos casados, solamente lo que hicimos hoy- me voltea y me besa.

-¡Isabella, me gustas muchisimo! ¡Me vuelves loco!- dice abrazándome con fuerza.

-Es mejor que nos vayamos, debe ser cerca de las 8 pm, recuerda el toque de queda-

-Si es verdad, son muy estrictos con eso- toma mi mano y salimos de allí. Me acompaña a mi habitación.

-Esa que está alli la número 101 es la mia, si tienes insomnio puedes venir a dormir conmigo- dice en tono de broma ¿o tal vez con deseos reales de que suceda?, me enseña la forma de tocarle la puerta para reconocer que soy yo.

-Hasta mañana Pietro, descansa - le doy un beso en la mejilla.

-Hasta mañana Isa ¡Te amo!- Yo lo miro sorprendida por la declaración de amor tan repentina, y por el diminutivo empleado. Él sonrie, espera a que entre a mi habitación. La puerta se abre al toque de mi mano.

Cuando entro, encuentro a Andrea en su cama, se incorpora y me pregunta

-¿Dónde estabas? ¡Me tenías preocupada!-

-No te preocupes estaba con el Príncipe Pietro conversando- digo rápidamente.

-¿Conversando? ¿Conversando sobre el firmamento en la noche estrellada? O ¿Sobre él firmemente estrellándose duro en la noche? - me contesta con su doble sentido mordaz, burlándose, riéndose con ganas.

Obviamente, si estoy con él hasta estas horas, no es precisamente estudiando...

-¿Cómo crees? ¡Nada de eso! No puedo permitirle esos acercamientos - contesto ruborizándome de forma inocente. Me da vergüenza hablarle del hechizo que me impide ir más allá que unos besos.

Le sonrío y entro en el baño.

Me miro en el espejo, tengo marcas en todas partes incluyendo mi gran pechonalidad, me baño y coloco mi pijama en las marcas dejada por los besos y chupetones de Pietro... me puse crema y maquillaje para que Andrea no los note. Pero al pasar mi mano, sentía una especie de nube oscura que hizo que desapareciera, me quedé pensativa, ¿Cómo hice eso?, me arreglo mi pijama, salgo, Andrea dormía profundamente, eso me alegra.

Me acuesto a dormir, pensando en los últimos acontecimientos. Debí averiguar si la magia oscura también puede sanar. Le preguntaré al Director Black.

Por otra parte Pietro entra a su habitación, compartida con su hermano Ken, lo esperaba molesto:

-¿Dónde te metiste? Te estuve buscando-

-Quería estar solo un rato- miente

-Pod su puesto, ¿Cees que soy idiota? Yo te vi cómo te fuiste con Isabella, ¿A dónde la llevaste? Ni se te ocuda abusad de ella, es una niña todavía, búscate a ota chica, Gina estadía encantada de sedvidte en la cama- manifiesta Ken alterandose, denotando demasiado interés en Isabella.

-¿No te entiendo? ¿Por qué te interesas tanto por mi prometida? Te advierto que Isabella es mía, y nunca le haría daño. Yo la amo, y no voy a buscarme a otra- responde decidido a marcar su territorio, ya no le simpatiza su hermanastro, Isabella tenía razón, él tiene otras intenciones con ella.

-Tú no medeces a esa chica, es mucha pechonalidad enédgica pada ti no la puedas manejad, termina ese compomiso que no te conviene- le dice tratando de manipularlo como siempre lo hace con éxito. Piensa conquistar a ese monumento de hembra.

- Escúchame bien Ken, ¡Nunca, jamás, de los jamases, dejaré a Isabella!, ¡Ella es mi prometida y no será de nadie más, solamente mía!- Se enfurece Pietro,

- Ahora que conoces sus poderes de Maga Excepcional ¿de repente te interesa? ¿Cuáles son tus planes? ¿Quieres quitarme a mi prometida para quitarme el trono también?- saca sus propias conclusiones muy acertadas, ya no confía en él desde el momento que le dice que deje a Isabella.

-jajajaja Edes tan ingenuo, es solo una boma, ¡No se puede jugad contigo, todo lo tomas en sedio!- dice para cambiar la actitud de desconfianza de Pietro; pero ya le había clavado la espina de la desconfianza, él no era tonto, proponerle terminar con su prometida fue la gota que rebasó el vaso.

-¡No voy a seguir con esta conversación inútil! Me voy a bañar- Pietro camina hacia el baño.

-Entonces ¿te diviedtes con tu pometida? ¿Nunca hemos tenido sequetos pod qué no me cuentas con detalles lo que le haces? ¿Ya la hiciste tuya? ¿Hasta dónde han llegado? ¿Le has visto esos melones?, ¿Los has tocado y sabodeado? - pregunta lascivo, tocando su bulto encima de la ropa, erecto de solamente imaginársela.

-Jamás te contaría nada sobre ella, y nunca le he tocado, ella será mía en el matrimonio, nunca antes, ella es una dama- se va a bañar para asearse lo que quedó en sus pantalones por la fricción deliciosa con ella, no le dará ningún detalle de su mujer a Ken.

Ken desea a Isabella desde que la vio hoy, tiene un cuerpazo de infarto. La va a conquistar, debe ser de él, para obligarla a que se casen y que deje a Pietro. Pero, para lograrlo, primero debe quitarse de encima a la molesta de Gina, que para lo único que ha servido hasta ahora es para medio calentarlo en la cama, ella tiene 15 y el casi 17 años, y desde los 14 años han estado juntos, pero no se compara para nada con Isabella. No puede permitir que Pietro se quede siempre con lo mejor, además del trono, la hembra más apetecible que ha visto en su vida.

Tiene que elaborar un plan para que Isabella confíe en él y no en el ingenuo de Pietro. Debe obligar a Gina para que se acueste con Pietro, una vez que sepa lo que es el sexo, se va a alejar de Isabella y allí entrará él, para que se entere del engaño, consolarla y aconsejarle que deje a Pietro. Mientras tanto se convertirá en su amigo cercano. Sonríe por su plan macabro.

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