Capítulo 9 Aprendiendo a Nadar

Pietro me ayuda a subirme al caballo, monto a Nube. Nuevamente, su respiración queda muy cerca de mi cara. Se sonroja, la reacción de su cuerpo delata sus pensamientos. Yo sonrío ladina para mis adentro: jejejeje, está cayendo.

Monto con mis dos piernas alrededor del caballo como un niño.

Nos vamos cabalgando a pasos suaves, ya deja suelto mis estribos, voy despacio, y el caballo es dócil, hasta que llegamos a nuestra pradera, pero nos bajamos, me conduce caminando. Pasando por un sendero de piedras que bordea la laguna, hasta llegar del otro lado, a un sitio de ese río con una cascada que sale de una montaña de piedra de mediana altura, era muy hermoso el paisaje, y no pude dejar de emitir una exclamación:

-¡Vaya, qué hermoso paisaje! No recordaba haber venido hasta acá alguna vez, ¿podemos bañarnos en estas aguas tan limpias y cristalinas?-

Por supuesto, este sitio es el mejor para enseñarte a nadar y disfrutar de un baño en la cascada- responde Pietro

Creo que voy a llorar de la emoción ¡Es mi sueño hecho realidad! Me haré adicta a este sitio vendré seguido a ducharme aquí es un espectáculo paradisíaco.

Extrañaba tanto un buen baño en una ducha con un fuerte chorro de agua en mi cabeza que recorra mi espalda. Me ayuda tomándome de la mano para caminar por el sendero de piedra que se hace muy estrecho. Mientras me comenta:

Estamos solos porque di la orden de que nadie se acerque a este lugar por 3 horas. Mientras disfrutamos de un rato juntos, para enseñarte a nadar. Pero no debes atreverte a venir sola, no es seguro, puede haber asaltantes y hombres maliciosos que atacan a las doncellas solitarias, solamente puedes venir conmigo - me hace un guiño y sonríe. Ya lo estoy viendo con desconfianza. Se le dibuja en el rostro una sonrisa maliciosa, de esas de hacer diabluras... Pero él desconoce que yo soy la diabla mayor, jajaja.

Pietro me sostiene para bajarme despacio de unas rocas, cuando está cerca me besa en la mejilla. Creo que está tomando confianza este Principito atrevido. Entonces le sonrío, en señal de que acepto su acercamiento. Me divierte esa actitud, en un rato lo veré rojo como un tomate, cuando descubra mi bikini atrevido, ¡muy atrevido, yo diría, demasiado atrevido, para esta época!

-¡Te extrañé mucho!, ¡Tenía tantas ganas de visitarte!, pero mis obligaciones, todas esas actividades y clases para ser un monarca, no me lo permitían, perdona por no haber venido antes- Se excusa. Mientras llegamos a una playa del río, con arenas claras y suaves.

-Entiendo, yo también he estado ocupada, no te preocupes- tomo de su mano mi bolso, coloco una manta sobre la arena del río y coloco las cosas que traje. Primero nos sentamos juntos, Pietro inicia la conversación.

-Debemos hablar- me toma de las dos manos.

Mi padre, ya concretó nuestro compromiso, y también me dijo que comenzarás en el Instituto de Magia en octubre, eso me hace feliz- Este principito, está muy enterado de mis planes, sigo la corriente.

-Así es, creo que es lo mejor para mí, debo formarme bien para ejercer mi labor como Emperatriz, voy a esforzarme mucho para que te sientas orgulloso de mí- lo miro con una sonrisa angelical, tratando de evitar pensar que en la vida pasada de este cuerpo, valió un rábano los estudios, si al final morí decapitada, tanta preparación fue inútil, si el muy zoquete, se dejó deslumbrar por Lucinda la Putinsky, siendo ella una tipa sin una pizca de estudios y carecía hasta de la más mínima capacidad para la comprensión lectora.

-Yo estaré también allí, pero 1 año más adelantado que tú, yo me siento muy orgulloso y feliz de que estemos comprometidos, nadie en ese Instituto, tendrá posibilidad de cortejarte- sonríe como si de verdad le gustara.

-Pero, si tienes algún problema, lo que sea, puedes contar conmigo, yo te ayudaré y te defenderé- levanta mi mano y besa el dorso.

-¡Me alegra mucho contar contigo! Me enteré de que tu hermano Ken también estará estudiando allí, al igual que su odiosa amiga Gina, ellos son malos conmigo - le digo con carita asustada, pero en la profundidad de mi ser, mi rostro está ensombrecido por el odio.

-Si, Ken estudia allí, y Gina también, pero descuida, no permitiré que ellos te maltraten. Tengo la sospecha de que ese accidente del estanque en casa de Gina, no fue al azar, cuando caíste, ella era la que estaba cerca de ti, lo vi a la distancia, me indignó, que solo se quedara viendo como te ahogabas y no buscaba a nadie para que te ayudara- lo dice con rabia empuñando su mano.

-¡Mejor vayamos a lo que vinimos, no recordemos cosas desagradables! - tomo su mano, él asiente y comienza a quitarse la ropa quedando en una especie de pantalón largo blanco, más pegado a su cuerpo, era como la primera capa para el frío. Su pecho está dibujándose unos músculos producto del ejercicio constante.

Antes de introducirse en el río, me dice:

Te espero adentro del río, para que no sientas vergüenza en desvestirte a mi lado - se aleja, entra al río, cuando se voltea yo de inmediato me había desvestido, lo veo, sus ojos casi se desorbitan, y la boca la tenía abierta, con una media sonrisa, no era para menos, tenía puesto un mini bikini blanco, que apenas cubría mis ya bastante marcados pechos y mi firme y torneado trasero, con una cintura estrecha, mi cabello rubio largo, ondulado, que hacía de mí, la imagen del nacimiento de la Diosa Venus.

Me acerco y meto mis pies, la temperatura del agua es agradable, ya que hace bastante calor. Comienzo a caminar hasta donde está Pietro, quien todavía no sale de su asombro y está sin poder moverse, yo le echo agua en la cara, luego él se ríe y hace lo mismo conmigo. Reacciona y me pregunta con curiosidad.

¿Qué es eso que traes puesto? Te ves tan deseable... ¡Perdón!, quise decir, no es apropiado que te pongas eso delante de ningún hombre que no sea yo, ¡promételo!- yo asiento riéndome por su turbación, de seguro debe agradecer que el agua cubra su torso inferior.

Cuando estoy más cerca, él mira mis boobs, y su respiración empieza a hacerse entrecortada, nunca había observado una mujer con tan poca ropa tan de cerca.

-¡Isabella, eres muy hermosa!- logra decir muy sonrojado.

-Gracias Pietro, pero dime ¿qué debo hacer, para aprender a nadar?- trato de aparentar indiferencia, para sacarlo de su embobamiento, (yo ya sé nadar de mi otra vida, pero quería aprovecharme de la situación, para ponerlo nervioso).

-Debes primero tratar de flotar- él lo hace sin dejar de verme. Se vuelve a poner de pie dentro del agua, yo intento hacerlo y me observa como un depredador hambriento, veo que mi bikini blanco se trasparenta, hago como que me hundo y trago agua; él mete sus manos y saca mi cuerpo del agua, yo me sostengo con un abrazo detrás de su cuello, comenzando a toser:

-Cof, cof, cof, creo que tragué agua- su rostro estaba muy rojo al sentirme adherida a su piel, entre mis patadas pude tocar su firmeza, estaba muy excitado solamente con verme, ahora tocándome, no sé si se va a contener, se queda viéndome, su mirada baja a mis labios y sin más, da rienda suelta a sus deseos, apoderándose de mi boca, apretándome, yo acaricio su cuello, y respondo al juego de su lengua, sus manos atrae mi cadera a la suya acariciando mi trasero, quiere quitarme mi parte inferior, pero no lo permito, esto no se lo voy a poner tan en bandeja. Me alejo riéndome, hacia el fondo, voy a la cascada, me grita:

¡CUIDADO! ¡Es muy hondo!- nada hacia donde estoy, y me abraza.

¡Vamos más a la orilla!-

¡No!, quiero sentir la cascada, ves no es tan hondo, pueden mis pies llegar al fondo, mira- lo tranquilizo un poco poniendome de pie. Pero se sonroja al ver mi cuerpo.

-Está bien, flota boca abajo y da patadas como para nadar yo te sostengo por debajo de tu cuerpo, debes mover también tus brazos- yo le hago caso mientras sus brazos me sostienen por mi abdomen, pero con mucha malicia los desliza hasta rozar mis boobs de forma casual, yo no lo reprendo, disfruto su manera de tocarme "casi sin querer, queriendo".

Doy patadas y brazadas, él me va llevando hasta llegar a la cascada. Me emociona y me pongo erguida en el agua para sentir la descarga de agua sobre mi cuerpo, sin percatarme que la parte superior de mi bikini se había desanudado y exponía mis redondas y firmes boobs a la vista de Pietro, se acerca como un tiburón a su presa, me sorprende su actitud, me besa pegándome a su cuerpo, sus manos comienzan a acariciar lo que tengo expuesto al alcance de sus manos, me percato de lo que sucede. Pero me lleva, empujándome, sin romper el beso, detrás de la cascada hay unas lajas de piedra en la que me acuesta con diavidad, mientras continúa besando mi cuerpo, estrujando y succionando, yo empiezo a gemir entre el sonido de la caída de agua contra las piedras, pero mis "sentidos aracnidos" me dicen que debo separarme, esto se está poniendo color de hormiga, triple X. Logro recobrar mi cordura perdida, y me separo, atando rápidamente la parte superior del bikini, respirando agitada le digo, fingiendo susto:

-No, Pietro, no podemos hacer esto, no está bien, no estamos casados todavía, además alguien nos puede ver - De forma inocente susurro, me alejo tratando de nadar lo más lejos, supongo que él se quedó detrás enfriando el proceso de ebullición en el que se encontraba. No se percató que yo nadaba muy bien, se quedó detrás de la cascada, más turbado que antes.

Ambos estabamos aprendiendo a nadar entre las emociones.

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