Capitulo 19: " Un Año "

El primer día de clases de Irina, estaba feliz por su logro de ingresar a la academia, pero aunque su rostro llevará una sonrisa de presentación, su corazón estaba pesado e inquieto.

Después de preguntar en la secretaría, se le dió a Irina su horario, y el número de los salones que le correspondían, también se le dió la llave de la habitación que se le otorgaba dentro de la academia, esa habitación que parecía una casa como para cinco personas, sería ocupada por Irina y Mery, su caballero tendría una habitación en otro lugar.

Irina se dirigía hacía su primera clase, distraída por el paisaje tan impresionante, el edificio de Asteria parecía sacado de un cuento de hadas, su fachada hacía que sea imposible no mirarlo más de una vez.

- Irina: salón 5C...

Irina se detuvo frente a una puerta de color marfil, tomo una bocanada de aire y entro decididamente al lugar.

Un salón con mucho ruido provocado por una cantidad de Señoritas que parloteaban entre ellas fué con lo que Irina se encontró.

Irina paso saliva fuertemente, eran muchas personas viéndola directamente ya que ella era la última en llegar.

Irna rebuscó con su mirada un lugar vacío y camino hacia el, podía escuchar algunos comentarios que se referían a ella, y también sentía las miradas clavadas en su espalda.

Irna comenzó a sacar sus libros, mientras se preguntaba si realmente podría conocer a alguien y tener una amistad.

Entonces sintió un toque en su brazo, pensó que había tocado a alguien por error, pero al voltear para disculparse, se encontró con un rostro sonriente que la saludaba.

- Hola! cómo estas!? Cómo te llamas!

La joven la bombardeo con preguntas, Irina se quedó por un momento en silencio admirando aquella brillante sonrisa y personalidad, la joven de cabello color chocolate y ojos negros era muy bonita.

Después de un momento, Irina reaccionó, y más tímidamente le respondió.

- Irina: hola... mi nombre es Irina, estoy bien gracias por preguntar, tú como te llamas?

- Junee: Junee! Mi nombre es Junne!

- Irina: bonito...

- Junee: de que hablas tú nombre es muy bonito y tú también, desde que te ví entrar me paresiste muy linda! No pude dejar de ver ese brillante cabello rubio, no es muy común, ¿lo sabés?

Irina se cubrió un poco la boca con su mano y rió debido a que no podía creer que alguien pudiera decir tantas palabras en tan poco tiempo, Junne era alguien muy energética.

- June.: vaya! Te ves más bonita aún cuando sonríes! Quieres ser mí amiga!

Las pupilas de Irina se dilataron por la sorpresa, ¿ hacer amigos era así de sencillo? Pero estaba feliz de escuchar aquello, una sube sonrisa acompañado de un pequeño enrojecimiento en sus mejillas, fueron los antesesores de su respuesta.

- Irina: está bien, me gustaría ser tú amiga también.

Ese fué el inicio de una bonita y divertida amistad, entre alguien que derrochaba energía, y alguien que era más tranquila y centrada, pero eso tampoco evitó que Irina a veces se encontrará siendo arrastrada por la curiosidad de Junne.

El uniforme de verano con el que Irina había ingresado a la academia, había sido reemplazado por el de invierno, ya había pasado casi un año de su ingreso.

Irna estaba parada en el jardín central de la cademia , su cabello había crecido un poco, y revoloteaba con la brisa invernal, los ojos de Irina estaban centrados en un gran roble que estaba justo en el medio del jardín.

Aquel árbol, era de la misma especie y casi igual al que había en el Marquesado Vikram, bajo ese árbol, Irina había perdido la cuenta de las veces que había tenido agradables reunión con Alejandro y Aleksei, pero ahora eran recuerdos distantes, y eso solo hacía mas grande el dolor que ella sentía, porque así era, no había podido olvidar nada, aún sentía como si aquella fatídica escena en la que se confesó, hubiera pasado hace uno días.

El viento de invierno era despiadado, podía calar hasta los huesos con su frío aire, una sensación similar fué lo que sintió Irina cuando vió la mirada de Alejandro que le decía aquellas crueles palabras.

El viento aumento y le arrebato a Irina las hojas que había intentado resguardar contra su cuerpo, al ver las hojas volar con el fuerte viento, Irina salió corriendo trás ellas.

Pero se encontró con alguien recogiendolas, era un jóven, de aproximadamente su edad, de cabello rojizo y ojos azules, Irina se arrodilló y comenzó a juntar las hojas.

Él joven que ya había juntado más de la mitad, después de terminar se las entregó a Irina.

Pero Irina no reaccionó de inmediato, se quedó inmóvil, sin poder tomar las hojas que él joven le ofrecía.

- Señorita? ... Señorita? Se encuentra bien.

Al no recibir repuesta, el joven extendió su mano para tratar de correr el cabello que ocultaba el rostro de Irina, pero antes de que eso sucediera, Irina levantó rápido su cabeza, tomo las hojas, agradeció y salió rápidamente del lugar.

El jóven se había quedado con una expresión atonita, porque no esperaba ver aquello, y no reaccionó a tiempo para ver que era lo que le ocurría a la Señorita, pensó en que definitivamente ella debía tener algo, porque sino no encontraría una explicación al porque estaba llorando.

En la memoria del joven quedó grabada la imagen de la chica, se veía tan hermosa con su cabello rubio bailando con la brisa y sus grandes ojos rosas que resultaban por su piel tan clara, pero sus ojos se veían tan tristes, y luego cuando los vió lleno de lágrima, se veían tan dolidos.

Él Joven se preguntó que había ocurrido para que aquella Señorita tan dulce se viera tan lastimada.

Es que esa no era la primera vez que ese joven veía a Irina, aunque ella no lo notase, había sido observada por él desde el primer día, en la academia las Señoritas tenían clases por un lado y los jóvenes por otro, el único momento en el que tenían contacto era en los recreos o en el momento de las comidas.

- Se veía hermosa pero... por qué? Por qué lloras?

Un año en el Imperio Valkano también había cambiado muchas cosas, Alejandro Reggis se había convertido en un hombre de negocios, alguien exitoso en los negocios.

Una reunión que jamás espero tener estaba ocurriendo en ese momento, él Duque Azran había acudido a él, esa era la primera vez que se reunían o hablaban.

Un choque de caracteres, ambos hombres tenían una actitud desafiante y no cedían ante nadie, los dos tenían estigmas que habían superado, y los dos se habían abierto camino por si solos.

Azran tuvo que dar el primer paso y contactar a Alejandro, ya que al enterarse de lo bueno que había resultado haciendo negocios, quería contratarlo para que trabaje para él.

Pero Alejandro no tenía ni un interés en eso, ya que estaba completamente concentrado en un solo objetivo.

- Azran: entonces Joven marqués... Cuál es el precio para que trabaje para mí?

- Alejandra: creí dejar claro desde un comienzo su Gracia... no tengo intención de trabajar para nadie más que para mí mismo.

- Azran: no creé que está hablando muy apresuradamente, las personas y su voluntad suelen ser muy volubles.

- Alejandro: no es mi caso Duque...

- Azran: que es lo que buscas joven Marqués? fama? Dinero? reconocimiento? Que es eso, yo puedo conseguirlo para tí.

-Alejandro: Se lo que busco y se dónde está, pero ahora mismo no lo puedo tener, pero eso no significa que me vaya a rendir, es por ello que estoy trabajando, para asegurarme de que cuando sea el momento, no se me escape nuevamente.

El ceño de Azran se frunció, no le gustó para nada el tener que estar tratando de convencer a alguien, eso no había pasado desde hace mucho tiempo, y además había sido rechazado rotundamente.

Pero Azran no pudo evitar preguntarse, que era aquello por lo que él joven Marqués estaba tan decidido.

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