Capitulo 9 : " Error tras Error"

" Ni siquiera te veo como a una mujer". La frase no salía de la cabeza de Irina sumado a la fría expresión que le había mostrado Alejandro.

Ahogada con el llanto que intentaba contener entro corriendo a la mansión y se dirigió a su habitación.

- Señorita que ocurre!

Una sirvienta que la vio entrar en ese estado se preocupó e intento averiguar si ella estaba bien, pero Irina grito desde adentro de su habitación que nadie fuera a verla.

Cubriendo el ruido de su llanto, Irina presionó su cara contra una almohada, pronto las lágrimas comenzaron a empaparla, no había forma de detenerse.

El rechazo duele, Irina lo aprendió en ese momento, duele más de lo que imaginó. Claro que se había planteado la posibilidad de que Alejandro no aceptara sus sentimientos, pero nunca espero escuchar palabras tan hirientes y una reacción tan fría.

Todas las ilusiones de Irina, se caían a pedazos, y cada pedazo se clavaba en ella inflingiendole dolor.

Irina: [ tan desagradable le resultó, tan horrible me veo ante sus ojos? Todo este tiempo... solo fueron ideas mías... yo imaginé que me miraba de forma diferente? solo estuve delirando en mi necesidad de creer que me quería o que al menos le gustaba...]

Alejandro se había quedado inmóvil en el invernadero, la cara de Irina llorando no se borraba de su mente.

- [ que hice... que dije! debo ir a hablar con ella]

Alejandro salió de inmediato hacía la mansión, como él era alguien de confianza, podía entrar libremente al lugar .

La sirvienta que había visto a Irina entrar corriendo hacia su habitación, fué quien se encontró con Alejandro cuando entraba a la mansión.

- Oh joven Marqués! Que bueno que esté aquí, si es con usted de seguro la Señorita querra hablar.

- Alejandro: de que hablas?

- La Señorita entro y no tenía buena cara, pidió que nadie la molestara, si le digo que usted vino a verla de seguro hablar con usted.

- Alejandro: no... no creo que sea un buen momento, me iré.

Alejandro creyó que lo mejor sería irse en ese momento, o más bien no tenía el valor suficiente de enfrentarla y decirle lo que realmente pensaba.

Debía pensar bien como arreglar aquella situación, si hablaba en ese momento, tal vez causaría más daño en vez de repararlo.

Cuando ya había caído la noche, el Marqués Marcus y Aleksei volvieron de su recorrido por el territorio, y tras ellos también llegó la Marquesa que había asistido a una reunión de amigas.

A los tres les pareció raro que Irina no los estuviera esperando en la sala, por ello de inmediato él Marqués preguntó por su hija.

- Marqués Marcus: Irina dónde está?

- Señor la Señorita ha estado desde la tarde en su habitación.

- Aleksei: mi hermana ha estado encerrada toda la tarde? Iré a ver que pasa.

- Stephanie: detente Aleksei, yo iré a ver, ustedes prepárense para cenar.

Aquella actitud de Irina era algo desconocido por su familia, siempre que ellos salían ella los esperaba ansiosamente en la sala o cuando apenas escuchaba de su regreso, corría a recibirlos.

La Marquesa fué hasta la habitación de Irina y llamó a la puerta.

- Stephanie: Irina, Irina. Es mamá abre.

No hubo respuesta, varías veces la Marquesa hizo lo mismo pero nadie respondió, entonces decididamente ella entro a la habitación.

Los ojos de Stephanie rápidamente encontraron a Irina, ella estaba en la cama, acostada con el vestido que tenía en el día e incluso los zapatos.

Stephanie se acercó hasta la cama, Irina no se movía, al estar cerca de ella Stephanie supo porque, ella estaba dormida.

Stephanie observó el tranquilo rostro de su hija mientras dormía, y se dió cuenta de algo, bajo sus ojos manchas rojas resaltaban en la blanca piel, incluso sus mejillas aún estaban mojadas, era obvio que ella había estado llorando.

- Sthepnie: hija...

- Irina: mamá?

Rápidamente al darse cuenta que Stephanie la estaba mirando, Irina se cubrió la cara.

- Stephanie: no sirve de nada que hagas eso, ya he visto tú rostro, has estado llorando... dime que ha ocurrido.

Irina: mamá... yo-yo, me equivoqué, dije algo que no debí decir.

Stephanie miró como las lágrimas volvían a surgir, Irina volvía a estar desconsolada, no hacía falta que ella

le dijera a que se debía eso, Stephanie era consciente del amor de su hija por Alejandro, y lo que más temía debió pasar, su hija estaba sufriendo por el desamor.

- Sthepnie: shh cariño no llores, sabes, tal vez pienses que no debiste decirlo, pero si realmente querías decirlo, entonces hiciste bien, si lo que escuchaste fué bueno o malo, es algo con lo que trataremos después, lo que tienes que tener presente es que fuiste valiente y dijiste lo que sentías...

Sthepnie sabía que nada que dijera serviría de consuelo, pero estuvo ahí, abrazando a su hija hasta que se volvió a dormir.

Stephanie: [ esto será un problema...]

Stephanie fué a la mesa del comedor, donde ya estaban sentados y esperando para comenzar con la cena, Marcus y Aleksei.

- Marques Marcus:Qué sucede con Irina? Por qué no ha venido a cenar?

- Stephanie: está enferma, tiene un pequeño resfriado.

- Aleksei: y lo dices tan tranquila madre! ya has llamado al médico, iré a ver a mí hermana.

- Stephanie: alto, ya he organizado todo, ella ahora se encuentra durmiendo, déjala descansar.

Aleksei: pero madre...

- Marqués Marcus: ya has escuchado Aleksei, siéntate a cenar.

Un ambiente extraño se vivía en la mansión Vikram, apagado, casi deprimente sin la presencia de la más joven de la familia.

Mientras la familia Vikram se disponía a cenar, la otra parte involucrada en el suceso de ese día, se preparaba para salir.

Alejandro después de regresar a su casa, estuvo practicando la espada por el resto del día, intentó de esa forma liberar su frustración y enojo, pero no pudo concentrarse en nada, ni siquiera logro conectar un buen golpe, tan solo había logrado ponerse de más mal humor.

La salida nocturna fué su segunda opción, desde lejos Bran pudo notar que su amigo de copas se encontraba bastante mal humorado esa noche.

La desorientación de Alejandro era tal, que perdió todos los juegos que juego esa noche, esa era la primera vez que lo hacía.

Más tarde se encontraba bebiendo un trago en la barra, cuando alguien se le acercó por atrás, tocándole la espalda de forma muy íntima.

La mirada furiosa de Alejandro se encontró con la cara que solía ver casi todas las noches.

- Alejandro: Qué crees que hacés?

- Kelsie: nada que ya no haya hecho, pero por qué luces tan enojado?

- Alejandro: no es tú problema.

- Kelsie: vamos cambia ese humor, bebe un trago y te acompañare.

Ambos bebieron hasta tarde, en un momento en el que Alejandro ya estaba medio mareado, comenzó a soltar palabras al azar, que al principio no tenían mucho sentido para Kelsie.

- Alejandro: yo no quise decirlo de esa forma, debí pensar más antes de hablar, pero... no puedo permitir que ella tenga ese tipo de sentimientos por mí, siempre ha sido como una hermana yo la ví crecer, no puedo ser atrevido y pensar en ella de otra forma . No sé, no sé que hacer para calmar esté sentimiento, yo quería abra

Las palabras de Alejandro no terminaron de salír, cuando Kelsie lo calló con un beso.

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