Capitulo 15: " La Partida de uno, la llegada de Otro"

Irina camino rápido, dejando atrás a Alejandro, no sabía a donde ir, sólo sabía que debía alejarse de Alejandro.

Solo corrió por el pasillo, corrió desesperadamente, solo paro cuando le faltó el aire.

Mirando a su alrededor se encontró en el jardín más alejado de la mansión Vikram, ahí no había nadie, solo ella y su dolor.

Sus piernas no pudieron sostenerla más, y termino de rodillas en el jardín, sus manos cubrieron su rostro, una lágrima y después otra y otra, comenzaron a filtrarse y escurrirse por sus manos.

Irina lloró, pero de pronto se contuvo, restregó sus ojos y se trago sus sollosos, a fuerzas se silencio.

Miró sus manos mojadas por las recientes lágrimas, su cara hizo una mueca como si aquello le disgustara.

La tristeza que sentía en ese momento era como un manto oscuro que la cubría con su frío abrazo, palabras sueltas resonaban en su oído, todo era confuso, Irina estaba arta.

Su corazón se hundía y ahogaba en el dolor, esa había sido una situación clara, no había vuelta atrás, no había forma de restaurar lo que un día fué, su relación con Alejandro, estaba rota.

- Irina: [ no quiero, ya no quiero... no quiero sentir nada! me siento estúpida, no quiero pasar por esto ... quiero desaparecer, ser otra persona, no recordar, no sentir! quiero huir ]

Tal vez para alguno que viera el estado de Irina y supiera el porque de ello, la llamaría exagerada, y que no podía estar así por un primer amor tan joven.

Pero para Irina que había atesorado a Alejandro en su corazón desde que era una niña, que creía ciegamente en él, y que tenía una idea diferente de como era. Para ella que se había esforzado tanto por cultivar y despertar los sentimientos de su persona especial, la forma tan horrible en la que la despreció, la forma en que traicionó su confianza, humillando la frente a su amante, la forma en que le mintió, el pago que recibió fue ese, y por eso su dolor era inimaginable.

Él había logrado que ella no quisiera querer a nadie más, Irina no quería volver a amar, porque para ella amar era perder.

Perdió su dignidad, perdió su autoestima, perdió la confianza que un día tuvo, perdió las ganas de emocionarse y que su corazón latiera fuertemente por las emociones de una relación, o esas sensaciones que la hacían sonreír torpemente al recordar a esa persona especial.

Por el resto de esa tarde Irina estuvo escondida en ese jardín, con el miedo de volver a su habitación y que aún estuviera Alejandro, pero ya se estaba haciendo noche, y debía volver.

Conteniendo la respiración, regreso a su habitación, por suerte ahí ya no estaba él.

Irina se paro en su puerta, miro con cierto temor al interior, después de inspeccionarla con su visita, y estar segura de que no había nadie, entro a la habitación, sus ojos terminaron en el lugar en el que vió a Alejandro por última vez, aún podía verlo ahí parado.

Irina sacudió su cabeza tratando de deshacerse de la imagen, pero parecía un fantasma, que estaba empeñado en seguir ahí.

La solución que encontró fué tumbarse en su cama y ocultando su rostro en una almohada, tampoco sirvió, pero Irina estaba tan agotada que terminó durmiendo antes de lo que esperaba.

En los siguientes días trato de ocupar su mente lo más que pudo, estudio arduamente, también salió al pueblo a comprarse cosas necesarias para su viaje, ultimó los detalles de las personas que la acompañarían, un escolta y una sirvienta.

Preparo su equipaje con ayuda de su madre, revisó que su pasaje para el barco que partiría hacía Seshat fuera comprado con tiempo, y de este modo el día de su partida había llegado.

Aleksei había protestado y tratado de convencerla de que no se fuera, todos los días desde que supo que ella quería ir a Asteria, pero no lo logro.

Nadie en el Imperio a demás de la familia Vikram y Alejandro, sabían que Irina se iría a estudiar al exterior, está noticia impactaria al mundo social del Imperio Valkano, ya que una de las damas de las cuales más expectativas había por su futuro debut, se iría del Imperio sin hacelo, y muy posiblemente no volvería a tiempo para debutar en la sociedad.

Pero a Irina ésto no le importaba, y sus padres estaban de acuerdo con ella, de todos modos no era una obligación debutar.

La familia Vikram se reunió en el muelle de partida, el bullicio de personas que se acercaban para abordar el barco y otros que estaban ahí para despedir a sus seres queridos era exagerado.

Las personas chocaban entré sí, hablaba tan fuerte que casi era imposible escuchar a alguien a un metro de distancia.

Irina se fundió en un abrazo con sus padres, que la colmaron con besos, y le desearon buena suerte, aunque realmente no querían que se fuera, fué más difícil la despedida con Aleksei, que no quería soltarla, pero después de varias insistencias de Irina, al final la soltó.

Irina se dirigió hacia el lugar de abordaje dejando atrás a su familia, antes de que ella y sus acompañantes subieran, comenzarían a descender los pasajeros que llegaban al Imperio Valkano.

Un enredo se formó cuando tuvieron que abordar el barco, entre personas que subían y bajaban, todo se volvió muy desordenado.

Irina fué empujada por las muchas personas que intentaban abordar el barco como ella, y termino chocando con un extraño.

El extraño con él que había chocado, volteó a verla, su cabello negro revoloteaba con la brisa marina, sus ojos color plata la verían con disgusto, vestía un traje de colores oscuros, con varias insignias de la armada, parecía ser un comandante de guerra, era muy apuesto, pero en su expresión se veía su horrible actitud.

Irina se le quedó viendo, por más que fuera un caballero no le ofreció ayuda, entonces llegó el escolta de ella y la ayudó a incorporarse.

- Irina: [ que descortés y maleducado, no quise chocar con él, y aún así me vió de esa forma! ]

Irina estaba enojada por el mal momento que había pasado con aquel engreído hombre, pero se le pasó rápido cuando pudo disfrutar de la vista que tenía ya arriba del barco.

Las personas en el muelle se veían pequeñas desde ahí arriba, Irina pudo ver a su familia que agitaban sus manos saludando, pero la mirada de Irina no sé detuvo ahí, seguía buscando algo en la multitud, pero no lo encontró, entonces el barco partió.

Irina veía como el muelle y las personas ahí se iban haciendo más pequeñas cada vez, entonces pudo notar a la distancia, como un alboroto se formaba en el muelle.

Parecía que alguien venía empujando a otras personas, tal vez era alguien que llegó tarde para subirse al barco, pero no era así, aún desde una distancia considerable, Irina pudo reconocerlo, aquel que había hecho el alboroto, era Alejandro.

Qué parecía gritar algo, pero lo que fuera, no llegó a los oídos de Irina, al ver de quién se trataba, el corazón de Irina se encogió, volteó y no quiso verlo, no quiso ser débil.

Lo que Alejandro estaba gritando desesperadamente desde el muelle era.

- Alejandro: Irina! No te vayas! Por favor no te vayas! Por favor no lo hagas!

Cuando Alejandro vió que Irina le dió la espalda, sus gritos se convirtieron en susurros.

- Alejandro: no te vayas... no me dejes... Irina.

Pero no sirvió de nada, el barco partió, e Irina con el, esa fue la última vez que la vio, y pasaría mucho tiempo para que la volviera a ver.

Que forma tan extraña que tiene de obrar el destino, o los dioses, quién sabe que es lo que mueve las piezas del rompecabezas que es la vida, pero el día que Irina se fué del Imperio Valkano, fué el día en que aquel hombre que sería de gran relevancia en su futuro, llegó al Imperio.

Ezran Marx, un arrogante Duque, que había estado comandando una tropa del Imperio Valkano que ayudaba a un pequeño Reino llamado Britania, a luchar contra los demonios que habían invadido al Reino, había regresado victorioso a su Imperio de origen.

Después de tantos años en el exterior, tantos años que casi nadie en el Imperio Valkano se acordaba de su existencia, él único Duque del Imperio regresaba para tomar su lugar.

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