Capitulo 17: "

Por sus logros, por la forma en que superó un sin fin de problemas, Ezran había desarrollado una personalidad arrogante, e incluso egoísta, haría lo necesario para restablecer el honor y gloria del Ducado Marx, y para que lo reconocieran como el autor de ello.

Después de coronarse como un maestro de la espada Ezran sabía que no había nadie a su nivel, además de lo perfeccionista que se había vuelto en todos los aspectos, nadie pensaría que había recibido una educación básica dictada por su madre, pero Ezran se vió obligada a ser así, de lo contrario por cualquier error, podría morir él o sus caballeros en el campo de batalla.

No sé puede decir que todos los hombres bajo el mando de Ezran volvieron con vida, cuando era un niño inexperto, más de un hombre bajo su mando murió, y esos fueron los detonantes que llevaron a Ezran a estudiar y entrenar en medio del campo de batalla, a veces sin dormir por días, fué empujando a sobre exigirse para asegurar su supervivencia y la de sus hombres.

No fué un viaje largo el que tuvo que hacer Ezran para llegar al palacio Imperial, donde con un modesto recibimiento lo esperaban él Emperador Rustem, y él principe herdero Rudiger.

Azran fué llevado a una lujosa sala donde se encontraban ya él Emperador y él principe, al ingresar al lugar, Azran pudo ver las destacadas cabelleras rubias platinadas.

Al verlo una expresión de disgusto se formó en su rostro, Azran recordó la creencia que había en el Imperio Valkano.

Los elegantes hombres se pusieron de pie y los recibieron con una amabilidad exagerada.

- Emperador Rustem: bienvenido Duque Azran, es un gusto que este aquí! No podría describirle cuán alegre estoy por poder conocerlo! Oh, este es mi hijo él Principe herdero Rudiger.

Con su habitual mirada seca, Azran se dirigió hacia un lado donde estaba él principe.

Un joven con una expresión amable, con aquel brillante cabello rubio platinado, y unos ojos azules que expresaban tranquilidad, vestido de una manera menos ostentosa que su padre, extendió su mano para saludar a Ezran.

- Principe Rudiger: Es un gusto Duque, felicitación por sus logros, y gracias por venir tan rápido.

Ezran miró por un instante la mano del principe, no quería tomarla, pero sería una gran descortezia si no lo hacía, así que terminó estrechando sus manos.

- Ezran: es un gusto principe, y su Majestad, gracias por invitarme.

- Emperador Rustem: por favor tome asiento Duque.

Los tres hombres tomaron asiento y se les trajo té, Azran estaba curioso del porque él Emperador lo había citado de inmediato, él Emperador fué quien tomo la palabra.

- Emperador Rustem: estoy contento de que una persona con sus habilidades esté nuevamente en él Imperio, es impresionante lo que ha logrado.

- Ezran: solo hice lo necesario para sobrevivir.

Una tensión podía sentiste en el aire, Ezran con sus palabras dejó claro que no olvidaba que fué cruelmente enviado a una guerra aún siendo un niño.

Eran examinó con cuidado las expresiones de los hombres frente a él, aunque pudo notar un poco de incomodidad en el rostro del Emperador, no pudo notar ningún cambio en la exposición del principe, seguía con una expresión suave y amable, pareciera como si todo el tiempo estuviera riendo, a Azran no le gustó esto, no podía deducir que era lo que él principe estaba pensando.

Después de un momento, él Emperador continúo.

- Emperador Rustem: mmm bueno, está claro que él Duque es alguien directo, por sierto, no lo he llamado solo para darle mis felicitaciones, debe saber usted que las deudas del Ducado han sido saldadas, sus propiedades han sido restauradas a su nombre, hablo de la mansión Marx, ya que cuando usted se fué, él Duque Elio la empeño y perdió, como esa mansión es un legado del Ducado Marx he decidido devolverla en agradecimiento a su servicio, me hubiera gustado restaurar la dignidad del Ducado Marx, pero bueno, eso es algo que no está en mis manos...

Por un instante todo sonaba demasiado bien, Azran le parecía raro que él Emperador estuviera siendo tan considerado devolviéndole la mansión Marx, pero pronto mostró sus verdaderos colores, y no dejó pasar la oportunidad de humillar a Azran, por la decadencia de su familia.

Pero Azran no caería tan rápido en él juego del Emperador, sin exaltarse, siguió escuchando lo que él Emperador decía, como si no le hubiera molestado aquel comentario.

- Emperador Rustem: teniendo en cuenta que usted es prácticamente nuevo en la sociedad del Imperio Valkano, hemos organizado un baile para presentarlo y que conozca a los demás miembros de la sociedad, tal vez él Duque encuentre a una posible esposa en el baile... de hecho, conozco a unas cuantas jovencitas que serían perfectas para usted, podría presentarlas.

- Azran: agradezco su consideración, pero de mí matrimonio es algo de lo que solo yo puedo encargarme.

Era obvio que él Emperador trataba de mostrarse amigable con Azran y ofrecerle un matrimonio arreglado, para tener más control sobre él.

Después de intercambiar algunas cuentas palabras más, la breve reunión termino, cuando Azran dejó la sala donde estaban, la sonrisa en el rostro del Emperador se borró.

- Emperador Rustem: es un tipo arrogante, pensé que sería un tono que se intimidaria al verme, pero resultó otro tipo de persona... no se que cree ese tipo, pero necesitamos someterlo.

- Principe Rudiger: Tranquilo padre, solo es un desgraciado sesgado por la gloria del momento, no olvides que no tiene nada, nisiquiera dignidad, pronto terminara doblegado y cumpliendo tus órdenes como un perro fiel...

- Emperador Rustem: suenas tan seguro cuando lo dices...

Más tarde ese mismo día, las invitaciones para el baile que organiza el Emperador llegaron a las manos de todos los nobles de la capital.

La noticia del porque se organizaba aquel baile, revolución a la sociedad, nadie creía que él ahora Duque Azran Marx había logrado sobrevivir, y estaban muy curiosos por saber sobre él, como se veía, de escuchar sus historias, de ver que postura tomaría de cara hacia el futuro, su lugar en la sociedad y la política.

El salón del banquete estuvo repleto, nadie que no haya recibido la invitación faltó, solo hubo una excepción, nadie de la familia Vikram asistió.

Con el salón abarrotado, solo hacía falta la presencia del gran protagonista de esa noche.

Entonces, el Emperador Rustem anuncio él mismo al Duque Azran Marx.

- Emperador Rustem: por favor todos demos la bienvenida al gran Duque Ezran Marx!

Las miradas clavadas en la puerta de entrada, los ojos que se abrieron con sorpresa al ver al imponente hombre que entró.

Su expresión seria, su postura elegante y correcta, destilaba seguridad, la mayoría pensó que se vería intimidado y hasta con movimientos torpes por los nervios, ya que esa era la primera vez que debutaba en una reunión social.

Pero él hombre camino firmemente hasta estar frente al Emperador y él principe Herdero.

- Ezran: saludos a su Majestad Rustem, y su Alteza Rudiger.

- Emperador Rustem:Bienvenido Duque! Por favor todos reciban con amabilidad a este gran pilar de nuestro Imperio, ahora demos comienzo a esta celebración.

Después que él Emperador diera inicio a la fiesta, Azran se encontró rodeado por cientos de personas que intentaban mantener una conversación con él.

Ezran se estaba irritado por la abrumadora atención que estaba recibiendo, pero eso era una buena señal, necesitaba conocer a los nobles y establecer relaciones para poder reconstruir al Ducado, pero de todas formas a él no le gustaba ese exceso.

Ezran simplemente estaba parado escuchando todo lo que decían las personas a su alrededor, no podía siquiera entenderlos, ya que las personas hablaban la una sobre la otra haciendo que fuera imposible entenderlos.

Ezran recorrió con la mirada el salón, y se encontró con algo curioso, en el otro extremo había alguien solo, era la única persona que no estaba a su alrededor tratando de llamar su atención, esto provocó curiosidad en Ezran, y al míralo más detenidamente se dió cuenta que ya había visto a esa persona en algún otro lado.

Ese era él extraño con quién choco en el muelle, solo que ahora tenía una apariencia más decente, aunque su expresión seguía estando perdida y podía incluso notarse triste.

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