Nunca vas a poder

Ese día Belén fue a la habitación que sus padres le dieron para entrenar. Puso música y se sintió un poco animada a bailar. Pero fue interrumpida por Bernardo.

— ¿Ya no te da miedo bailar.? ¿O es que quieres lesionar tus pies de nuevo.? — Preguntó con burla.

— ¿Qué quieres.? — Belén le restó importancia a su hermano. Cosa que lo molestó.

— Nunca vas a poder bailar. Tu lesión fue grave, además te da miedo pararte en los escenarios. Una bailarina con pánico escénico. — Se rió. — Nunca vas a ganar otra competencia. — Le aseguró.

— Estoy recuperada de mi lesión. Podré bailar. Podré educar mi miedo al escenario. Y claro que podré ganar más competencias. — Se lo hizo créer a si misma.

— ¿Desde cuándo eres tan positiva.? — Preguntó su hermano intentado devolverla a su forma original. — Desde que alguien apareció en mi vida. Pensó Belén. Pero no respondió eso.

— Desde que nací, quedé huérfana y dos personas maravillosas me adoptaron.

— Fue suerte. Y esa suerte se te va terminar.

— Volveré a bailar. Y no va ser suerte. Va ser perseverancia. — Le aseguró Belén.

— Ya veremos. — Bernardo salió y Belén se quedó intentando una y otra vez. Pero no logró hacer un sólo paso. Su hermano había sembrado la inseguridad en ella nuevamente.

Al día siguiente Belén regresó al gimnasio. Encontró a Axel. Ya se lo esperaba. De hecho había ido con la intención de verlo.

— ¿Bailaras hoy.? — Le preguntó emocionado el.

— Lo intentaré. — Dijo Belén más animada que los días anteriores.

— Bueno adelante. Estoy ansioso por ver de lo que eres capaz. — Belén se paró en el medió y puso música con su celular. Estaba un poco asustada pero saber que sólo estaba Axel le daba tranquilidad. Empezó a bailar y cada paso daba la impresión de ser mejor que el anterior.

Belén hacía unos pasos tan buenos y sensuales, que Axel quedaba casa segundo más cautivado. Ella estaba concentrada en bailar, no prestaba atención a cómo el la miraba. Cuándo la música casi terminó Belén pudo hacer ese paso que no no logró en la competencia anterior. Le salió perfecto y se emocionó tanto que abrazó a Axel.

— ¡Lo logré!. — Gritó emocionada. — Pude volver a bailar. Y ese pasó, ¿lo viste.? ¿Me salió verdad.? — Axel nunca la había visto tan feliz. Se sentía llenó con sólo verla sonreír.

— No se mucho de bailé y técnicas. Pero te aseguro que ese último paso fue increíble. Sabía que podrías. — Los dos se abrazaron de nuevo. Luego ella se percató de lo que estaba haciendo y lo soltó.

— Muchas gracias. — Se avergonzó un poco.

— No tienes que. Aquí estaré siempre que lo necesites.

Uno dias después Axel compró hermosas flores, y se las obsequió a Belén. Ella se sintió muy incómoda ante el gesto, y no por qué le hubiera desagradado, si no por qué todos los estaban viendo. Y ella se sentía muy nerviosa ante ese hecho.

— Están muy bonitas. Gracias. — Las aceptó con un poco de nerviosismo.

— No están más bonitas que tú. — Axel le sonrió coqueto. Algo que a Belén le gustó. No era la primera vez que le daban flores, pero le había gustado mucho quien se las obsequió.

Un mes después. Axel motivado por su amigos se acercó a ella. Está vez más confiando que antes.

— Hola. — Belén lo miró de reojo y no respondió. Estaba muy enojada con el.— ¿Ya no me saludas.?

— Hola. — Le dijo sin despegar sus ojos de sus libros.

— ¿Te pasa algo.? — Belén miró a su alrededor. Na había nadie aparte de ellos dos en la biblioteca.

— No. — Respondió con frialdad..

— Belén. — Axel se sentó a su lado y tomó su mano. — ¿Quieres salir conmigo.? — Se sintió nervioso al pregúntale, pero ella no lo tomó de esa manera.

— No. — Ella se apresuró a jalar su mano.

— ¿Por qué no.? Pensé que... — Se sorprendió el.

— ¿Me viste un letrero en la cara que diga "Necesitó un estorbo."?

— ¿Qué.?

— Por favor vete. Estoy estudiando. — Axel no movió un meñique.

— ¿Belén que te pasa.?

— Contigo nada. Es obvio. — Recogió sus libros y salió de la biblioteca. Era obvio que Axel no lo haría.

La única persona aparte de Axel que presenció la escena fue Gael. Se sintió muy satisfecho ya que Axel le caía muy mal.

^^^Fin del Flashback.^^^

...Belén....

¿Enserio nadie se ha preocupado por mi en estos días.? Son once, no dos o tres. Mis padres saben que no me gusta vivir sola. Axel no puede pensar que me fui así nada más. Sin darle la cara.

— Veamos a salir. — Gael entró de repente a la habitación. Es su casa pero debería tocar antes de entrar.

— ¿A dónde.? — Si me saca puedo pedir ayuda por ahí.

— Vamos por algo de ropa. No tienes mucha. Y nos vamos de viaje.

— ¿De viajé.? — ¿Está loco o qué.?

— Prepárate. Salimos en 15 minutos. Sólo pude conseguir ésto. — Dejó un vestido sobre la cama. Esperé a que saliera y le puse seguro a la puerta. Entré al baño y me cambié.

— Qué mal gusto tiene en ropa. — El vestido era de mi color menos favorito, neón. Y me quedaba muy ajustado.

Salí del baño y escuché la puerta.

— ¿Ya estás lista.? — Fuí a abrir.

— Si. — Gael me miró con una sonrisa.

— Te queda muy bien. — A mi me parecía que no. — Sólo te falta algo. — Me cargó.

— Hey bájame. — No me gusta que me toqué.

— Tranquila. — Me dejó sobre un sillón y se inco, me quitó los zapatos bajos y los cambió por unos altos. Ese gesto me hizo recordar a mi novio falso.

...Flashback...

— Belén puedes caminar más rápido. — Preguntó Bernardo muy irritado.

— Déjame en paz. Estoy cansada. — Los tacones me estaban matando los pies.

— Regresa a casa sola. No me haré responsable de ti. — Me dejó botada en medió de la calle. No sé cómo mis padres lo enviaron a él y no al chófer. Estaba maldiciendo mi suerte. Mejor debería maldecir al hermano que me tocó.

— ¿Te llevó.? — Apareció Axel en su auto.

— No. — Relacionarme con el no estaba en mis planes.

— Una chica hermosa que anda sola por la calle de noche. ¿Qué piensas que podría pasarle.? — Supo cómo asustarme. — Yo no me pondría en riesgo si fuera tu. — Intenté no hacerle mucho caso. Axel tomó una bolsa que llevaba en su auto, se bajó y posterior a eso me tomó en sus brazos.

— ¿Qué haces.? Bájame. — Le dí golpes en el pecho. Axel me puso en una banca y me quitó los zapatos. Los remplazo por unos cómodos tenis. — Así podrás correr en caso de que alguien te persiga. — Me sentí un poco conmovida, pero luego una pregunta paso por mi cabeza.

— ¿Por qué tienes unos tenis de mujer en tu auto.? — Disimulé mi molestia. Tal vez eran de su novia. Yo lo quería usarlos. Pero se veían nuevos y sin estrenar.

— Los compré en caso de emergencia.

— ¿Qué tipo de emergencia.? — Pregunté. No creó que a él le queden estos tenis. Tiene los pies grandes..

— Algo cómo que una chica necia no quisiera entrar a mi auto. — Terminó de atar las agujetas y caminó a su auto. Yo tenía miedo de quedarme sola en medio de la calle.

— Está bien. Iré. — El se detuvo y giró.

— Vamos. — Abrió la puerta de su auto.

Fin del flashback.

— Yo puedo ponerme los zapatos sola. — Aparte a Gael.

— Dejá que lo haga. — Realmente me sentía incómoda con el. Pero dejé que lo hiciera.— Ya está. — Me levanté y sentí que el piso se me movía. Éstos zapatos eran muy altos.

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Comments

Vanesa Garcia

Vanesa Garcia

gracias a Axel 😅

2023-05-16

5

Marcela Lopez

Marcela Lopez

espero el próximo capítulo 😍

2023-03-19

0

Ana Prado

Ana Prado

cada uno a su manera, la quieren y cuidan.

2023-03-19

0

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