CAPÍTULO 14

Fred trató de calmar los latidos de su corazón e intentó si quiera, escuchar las cosas que decían dentro de la habitación y se quedó petrificado de lo que escuchó

Su tesoro gritaba desesperada, porque no podía ver nada, ¿acaso su pequeña estaba ciega?, ¿acaso su niña debía seguir sufriendo?,

Hellen estaba en crisis, trataba de arrancarse la vía y le suplicaba a su nana que la dejaran morir con sus padres, sus gritos eran tan desgarradores, que Fred sin decir una sola palabra, llegó hasta ella y la abrazó, la abrazó con todas sus fuerzas, la abrazó como si quisiera fundirse en uno solo con ella o como si quisiera absorber toda su agonía y sus tristezas.

Ella cuando sintió su calor se aferró a él y se sintió tan segura que nisiquiera preguntó quien era, su aroma era muy familiar para ella y sólo se desahogo, lloró por recordar la muerte de sus padres y su hermano, lloró por recordar la explosión de su casa, lloró hasta quedarse dormida entre sus brazos,

Fred se asustó, pensó que había vuelto, al coma, pero al moverla ligeramente, ella gimió, así que el solo la recostó en la cama, le hizo seña al doctor y salieron de la habitación

__¿Que fue eso?, ¿ahora esta ciega?, no dijiste que no había ningun daño en su cerebro, entonces ¿Qué mierda le sucede?

__ Hijo ¿Qué pasa?, Calmate _ dijo Gerald que venía como todos los días a saludar, pasar por ahí antes de ir a su oficina y disfrutar de una deliciosa taza de café con sus amigos se había hecho una costumbre muy grata para él.

__ Despertó, papá. mi tesoro despertó

__ Pero eso es una gran noticia hijo, entonces ¿porque estas tan molesto?.

__ Porque no puede ver, esta ciega, papá ¿sabes lo que eso significa?, más sufrimiento para mi nena, ¿tienes idea lo que será para ella, darse cuenta que perdió tres años de su vida y ahora tener que enfrentarse a la oscuridad?, padre daría lo que fuera por cambiar mi lugar con ella,

Después de Fred terminar de hablar abrazó a su padre y se desplomó, soltó todo el llanto que tenia retenido.

Gerald consolo a su hijo y sintió una gran preocupación, Fred siempre ha sido un roble y verlo destrozado de esta manera lo hacia sentir miserable.

__ ¿Hay algo que podemos hacer? _ preguntó Gerald al doctor

__ A simple vista, el diagnóstico sigue siendo el mismo, el motivo de su ceguera es un trauma psicológico, de todas maneras, ya tenemos una cita con el mejor oftalmólogo del país y aprovecharemos que vamos a la clinica y le repetiremos todos los exámenes, créanme, que si hay algo que hacer, lo haremos.

__ No escatimes en gastos, quiero lo mejor para mi nuera

El doctor asintió, tomó su teléfono y comenzó a hacer llamadas, mientras Gerald seguía tratando de calmar a su hijo.

Fred no pudo evitar sonreir, al escuchar a su padre llamarla “nuera” a su pequeña, que eso fuera cierto, había sido su deseo de Navidad y de cumpleaños, los últimos tres años.

Gerald lo sacó de sus pensamientos, con un leve golpe en la espalda

__ En cuanto a ti, hijo debes ser muy optimista y transmitirle a ella, toda esa esperanza y esa fe, que has tenido durante todo este tiempo, así que trata de calmarte y aunque parezca cruel lo que te voy a decir, aprovecha este tiempo para ganarte su corazón, le diremos a Cerem que saliste a estudiar tres meses fuera del país y te vendrás a vivir ese tiempo con ella, tienes que meterte en su corazón, para que cuando ella se recupere, te dé por lo menos el beneficio de escucharte.

__ Padre creeme que no me importaría, perderla con tal de que ella pueda recuperar la vista y ser feliz, aunque sea lejos de mi.

__ Lo sé mi amor, no tienes ni que decirlo, pero eso lo sabremos cuando estén los resultados de los estudios, pero mientras tanto, hazla sentir segura y crea un vínculo irrompible con ella y enamorala cada día, ¿entendiste?

__ Si, padre haré lo que dices, te amo gracias por estar siempre conmigo

__ Gracias a ti, por llegar a amarme y amar a mi hijo como a tu propia familia.

Ellos seguían abrazados, pero al ver la puerta abrirse y salir a la nana con Hellen en una silla de ruedas.

__ Oh por Dios, pero ¿porque no en la cama, como siempre? _ preguntó Gerald y la nana le hizo seña para que hiciera silencio,

Fred sustituyó a la nana y comenzó él a empujarla en la silla, para subirla al helicóptero, Hellen iba con los ojos cerrados y llevaba un antifaz, de los que se usan para dormir, el doctor le recomendó no exponer sus ojos a la luz, hasta no tener los resultados de los estudios.

Gerald se despidió y salió para ir a su oficina y los demás subieron al helicóptero, Fred iba en total silencio no sabía si ella era capaz de reconocer su voz o su acento, prefería permanecer en silencio para no correr riesgos.

Pero ella sentía su presencia, por momentos ella estiraba su mano y él la tomaba automáticamente, era como un medio de comunicación que no requería de palabras.

En la clínica Fred estuvo a su lado, todo el tiempo, pero era como un mudo, cuando quería hablar se alejaba, la nana y el doctor conocían toda la historia de Fred y creían en él, por eso lo ayudaban a mantenerse bajo perfil.

Pasaron todo el día en la clínica y cuando regresaron, Hellen volvió a su cama, por si sola, a los pocos minutos Fred le daba de comer a Hellen, ella solo se dejaba consentir, él le limpiaba la comisura de los labios y ella le sonreía en agradecimiento, pero esa niña ingenua, no tenía idea de lo que ocasionaba con esa hermosa sonrisa, el corazón de Fred parecía un pura sangre a todo galope, luego Fred la dejó con la nana para que ella le pusiera la pijama, él jamás la ha visto desnuda y quiere seguir respetando su privacidad.

Hellen al sentirlo salir, le pidió a la nana que le contará todo lo que había pasado en todo este tiempo, ella soltó varias lágrimas cuando se enteró que habían pasado tres años y que por eso sus padres y su hermano le habian insistido tanto en que debía regresar, pero ella se negaba a dejarlos, por eso ella ya estaba resignada a la muerte de ellos, estos tres años ella estuvo con ellos en otro plano que no era terrenal

__ Ve y vive tu vida mi amor, no es tu turno aún y recuerda que quiero que luches por tu felicidad, vive y dame hermosos nietos cuando estés casada, elige un buen hombre hija, elige con el corazón mi pequeña, deja que él te guíe, a veces es más inteligente que el cerebro

Esas fueron las últimas palabras de su madre antes de enviarla de vuelta, permanecer con ellos, los había detenido a ellos en su viaje, ellos no querían dejarla sola y aun no era su hora, así que ella decidió regresar para que ellos pudiesen descansar en paz.

Su padre sólo la abrazó y le dijo:

__ Recuerda los números que te dije, ahí está tu futuro asegurado, jamás te faltara nada, Te amo mi pequeña

Y Su hermano le sonrió y la abrazó

__ Cuidate mucho mi jeli, te amo, te estaré esperando, pero cuando sea tu hora, ahora ve y haz que me sienta orgulloso.

Ellos de dieron un abrazo grupal y Hellen cruzó la puerta de regreso y despertó de su agradable sueño, pero quedarse ciega no estaba en sus planes, ella sólo quería, cumplir la promesa que le hizo a su familia, pero ahora tenía un obstáculo más, para cumplir sus dos promesas, ella tenía una promesa interna, pero esa sólo la guardará para ella,

Hellen por primera vez, durmió sola, aunque sentía la cama muy grande para ella, pero estaba agotada y ansiosa por los resultados de los estudios, quería recuperar la vista y comenzar con su vida y sus planes

La nana estuvo parada en la puerta, viendo a Fred sentado al lado de su niña, ya no se atrevía a acostarse con ella, pero no podía dormir sin ella, la nana sonrió y le entregó a Fred la camisa con la que Hellen había pasado el día, tenía su aroma y él la recibió gustoso, buscó su almohada, la forro con la camisa y se recostó en el sofá, mientras tomaba la mano de Hellen que ya estaba dormida, pero al parecer ella inconscientemente también lo extrañaba y comenzó a moverse hasta que puso su mejilla en la mano tibia de Fred y aspiro ese aroma tan varonil que le resultaba tan familiar y se terminó de dormir profundamente.

Fred cuando se despertó, trató de moverse y se sorprendió al ver que su pequeña tomó su mano de almohada, él con la otra mano acarició su mejilla y ella sonrió y susurró:

__ Buenos días

Fred se asustó y salió de ahí sin decir nada, mientras que una sonrisa se dibujó en el rostro de Hellen,

__Cobarde, _ susurró para ella misma.

Fred llegó a su habitación y se dejó caer en su cama, se sentía apenado por ser descubierto por su tesoro en su primera noche, ahora no se atreverá a dormir en esa habitación otra vez.

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