CAPÍTULO 16

Fred soltó todo el aire que tenía retenido y mostró una pequeña sonrisa por las palabras de su padre.

Después se relajó un poco y comenzó a contarle lo sucedido y su padre comenzó a reír, pero Fred en respuesta frunció el ceño.

__ Perdón hijo, no te molestes, pero debes ser consciente de que ella es una niña y sacar de quicio a los adultos es su pasatiempo favorito, mira piensa en Cerem, acaba de cumplir 16 años y se comporta como si tuviera 10, imagínate ella que tuvo tres años dormida, ¿te imaginas la cantidad de ganas de joder que tiene acumulada?, Jajaja, ella te sacará canas verdes, de verdad te compadezco y tambienCerem te extraña mucho, incluso me pidió dejarlo ir a visitarte, así que tendrás que decirle que vendrás un fin de semana y llegar a la casa para estar con él.

__ Si padre lo tomaré en cuenta y en cuanto a esta niña, un par de nalgadas es lo que me provoca darle.

__ Fred entiéndela, de repente ella solo quiere saber, ¿por qué hablas con todos menos con ella?, es evidente, que ella siente tu presencia y se siente ignorada, solo está tratando de llamar tu atención, ¿porque no le hablas?, mira ya has madurado, tu tono de voz ahora es más agudo, tal vez no te recuerda, o no te reconoce la voz, pero inténtalo hijo, comienza contestarle los buenos días, ella se debe sentir muy sola Fred y lo está expresando, fue más que clara, quiere entablar una conversación amistosa con alguien joven, ¿Qué más clara quieres que sea?, ¿quieres que se enamore de ti y no le has dicho no tu nombre?, no me jodas Fred, yo no crie un cobarde.

__ Tienes razón padre, pero te juro que los nervios me dominan, no quiero perderla, no quiero alejarme de ella.

__ Perdóname, pero si sigues así, lo harás, llegará el día en que le pida a la nana que no te deje acercarte y ahí estarás perdido.

__ No, padre te juro que lo arreglaré.

Fred y su padre continuaron hablando hasta que sintieron a alguien acercarse, al voltear se dan cuenta de que es Hellen que viene guiada por su nana y Centinela, ellas pasan por su lado y Hellen saluda al señor perfumado,

__¿Cómo está señor Asaf?, que gusto tenerlo de visita. _ Hellen ya tenía identificado el aroma de cada uno, además ya había escuchado su voz

Gerald sonrió y le respondió:

__ Hola, mi princesa, que gusto sentirte tan animada, estoy aquí regañando a mi hijo Fred, por lo maleducado que se ha portado en estos días.

Fred negó con la cabeza y Gerald solto una gran carcajada,

__ ¿y usted cree que con un simple regaño aprenda?, dos correazos debería darle, con permiso_ terminó de decir, avanzando en su paseo

Fred entrecerró los ojos y caminó hasta ella, pero ahora fue Gerald quien lo detuvo.

__ Padre no debiste hacer eso, ahora me será más difícil acercarme a ella

__ No seas imbécil, por Dios, que me provoca darte dos correazos de verdad, déjate de estupideces o traeré a Cerem y verás como en un día le pide hasta matrimonio, mira que es todo un don Juan.

__ No digas eso ni en bromas, padre

Gerald se dio por vencido y se marchó, Fred sin perder tiempo, entró a la casa y vio a la nana, tomando té con el doctor, eso solo quería decir que la niña altanera estaba sola, así que sin dudarlo subió hasta su habitación y tocó la puerta

__ Adelante

Escucho del otro lado, Fred tomó la perilla de la puerta y la giró, solo le faltaba empujar la puerta, pero sus nervios lo vencieron y caminó hacia su habitación

Al entrar se lanzó en su cama, regañándose internamente, talvez su padre tenga razón, tal vez ella no lo reconozca y pueda acercarse más a ella, pero ¿y si lo reconoce?, ¿y si le grita que lo odia? Y ¿si se aleja de él para siempre?, todas estas preguntas atormentaban a Fred cada día.

Con esos pensamientos, él se levantó y salió de la casa hacia el Granero, donde tenía su centro de entrenamiento, pero primero se paró en la entrada y silbo a Centinela, ella era clave para el entrenamiento de sus cachorros.

Centinela al oírlo, giro hacia Hellen y ella estaba profundamente dormida salió de la habitación y siguió a su amo, llegó al Granero y olfateo a sus pequeñas cachorras

Fred comenzó con el entrenamiento y estuvo muy intenso, al parecer estaba descargando toda su frustración, pero Centinela no dejaría de proteger a sus cachorros, así que desobedeciendo a Fred los alejó de él y los llevó a su espacio, después ella regresó al lado de Fred, este solo la observó y la abrazó

__ Lo siento y gracias, por estar siempre conmigo y por hacerme entrar en razón, eres como una nana peluda, ja jaja, te amo mi fiel amiga, aunque ¿no tan fiel no?, estás encantada con tu nueva ama. traidora

Centinela lamió su cara y él se arrojó sobre ella, practicando una especie de lucha, Centinela adoraba jugar con su mejor amigo.

Despuesde un rato jugando, Fred regresó solo a la casa, Centinela se quedaría un rato más con sus cachorros y luego cuando esté por amanecer daría una vuelta por la habitación de Hellen.

Fred entró a su habitación, fue a su baño y se metió a duchar, no tenía idea de cómo comenzar una conversación con su niña, él pensaba en ella y sus ojos se llenaban de luz, pero estaba sorprendido de lo traviesa le había resultado la niña, era toda una pequeña altanera, pero ya él se ocuparía de enseñarle modales.

Fred terminó de bañarse, se puso su pijama y se acostó, pero no encontraba la camisa de Hellen, al parecer la nana se la había llevado para lavarla, lo que resultó fatal para él, ya era muy tarde y no podía ir por otra, así que ni modo, le tocó esperar que al cansancio lo venciera para quedarse dormido.

Al día siguiente, se quedó dormido, cuando vio su reloj, eran casi las nueve, a esa hora era la entrevista con la psicóloga.

Así que entró rápido al baño, salió envuelto en una toalla y se vistió con unos jeans negro, una franela gris y una chaqueta de cuero negra, se peinó el cabello con las manos y bajo a desayunar,

Al llegar al comedor, lo primero que Fred notó fue que su padre no estaba, era casi seguro que pasará a tomar su café y lo segundo era lo hermosa que estaba su niña, ella tebia un vestido estampadode flores

Fred soltó un largo suspiro y saludó

__ Buenos días _ dejó salir de sus labios

Todos en la mesa se sorprendieron, incluso su pequeña, que casi se ahoga con su café con leche, pero se limpió la boca y respondió,

__ Buenos días, Fred, ¿Cómo amaneciste? _ preguntó Hellen, escuchar esa voz estremeció, esa voz era muy familiar para ella y quería seguirla escuchando.

Pero Fred, se cobraría una de tantas que le debía, así que decidió incomodarla un poco

__ Muy bien tesoro, _ Fred se acercó a ella la abrazo por la espalda y le dio un beso en la cabeza

Hellen se sonrojó, casi se desmaya de la emoción, Fred pudo sentir el cuerpo de Hellen vibrar con su contacto y sonrió.

La nana y el doctor, estaban muy contentos de este nuevo acercamiento

Hellen se quedó sin palabras, al parecer con su insistencia, había abierto una caja de Pandora y ahora debía atenerse a las consecuencias.

Fred se sentó a su lado y comenzó a desayunar, el resto del tiempo que tardó el desayuno, permanecieron en silencio.

Luego de desayunar la nana, llevo a Hellen al jardín, mientras el doctor y Fred hablaban con la psicóloga.

Ellos hicieron varias preguntas a la mujer que por cierto, muy hermosa, era rubia y voluptuosa tenía veinticinco años y no le quitaba los ojos de encima a Fred, y para completar el panorama, el doctor lo presentó como su sobrino y dijo que estaba de visita, para que la mujer se mantuviese a raya, no quería malos entendidos.

Fred trató a la mujer distante, se podría decir que fue casi grosero, no le interesaba nada

de ella, solo que ayudará a su tesoro, así que se despidió y se marchó, pasaría dos días con Cerem y aprovecharía de averiguar el motivo por el cual su padre, no pasó por ahí en la mañana antes de irse a la oficina, como todos los días.

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