CAPÍTULO 5

Desde ese día, el Daddy me asignó un trabajo de espionaje y vigilancia, era un magnate turco que estaba haciendo negocios en Rusia, estuve tres días detrás del objetivo, que según los informantes del Daddy estaría un mes en este país, pero al parecer el turco tuvo que regresar antes a Turquía por un imprevisto familiar,

Así que se suspendió la misión por varios días, luego de ese percance, el Daddy fue víctima de una traición por parte de sus socios, estaba furioso, estaba torturando a unos hombres que habían atrapado en el último robo de mercancía, y resulta que el traidor era nada más y nada menos que mi peor enemigo Moncada, le pedí, mejor dicho le suplique al Daddy que me enviara con el grupo exterminio que mando a su casa, estaba renuente, pero después de hacer un pacto con él aceptó,

Eran las once de la noche y ya teníamos rodeada toda la mansión, nuestros hombres habían empezado a eliminar a los hombres de Sebastián con cuchillos y armas con silenciadores, la orden era acabar con Sebastián y con toda su familia.

Pasó casi una hora cuando al fin pudimos entrar en la mansión, yo evitaba disparar no quería llevar muertes innecesarias en mi conciencia, para eso estaban estos asesinos despiadados, gozaban con cada muerte y llevaban la cuenta como si de una competencia se tratara.

Comenzamos por la cocina y ellos se encargaron del personal de servicio, había algunas señoras mayores, pero para estos malditos solo eran objetivos, yo evité ver esa escena tan grotesca.

Comenzamos a subir los escalones hacia las habitaciones, cuando una señora salió de repente y dio un grito que alertó a todos los que estaban dormidos, Sebastián tenía un hijo de 25 años y una niña de 12 años, ambos se encontraban en la casa esa noche, vi a Sebastián salir de una habitación hacia otra y lo seguí, encontré al hombre en la puerta de un closet en una habitación color rosa, era evidente lo que había hecho.

El maldito se veía tan vulnerable,

__ Termina tu trabajo, ¿a eso viniste no a asesinarme por órdenes del Daddy?, o mejor sácame de aquí, a mí y a mi familia y yo te pagaré el triple de lo que él te ofreció.

__ Jajaja, que iluso eres ya tu hijo murió y a tu esposa la están tratando muy bien mis compañeros, no te preocupes igual ella no vivirá para recordar tanto dolor que está sufriendo horita, además yo te mataría gratis, tú tienes una deuda conmigo, mataste a don Euclides y él era mi amigo, mi mentor, mi última esperanza de ser diferente.

__ Jajaja, ¿eres el niño pitbull?

Yo solo asenti y en ese momento, llegó Martín

__Lo encontraste, vamos llevémoslo, haz la fila para que goces a la esposa

__ MALDITOS _ grito Sebastián

Pero era evidente, que lo que más le importaba estaba oculto en aquel closet, yo sentía una mirada penetrante que venía desde esa puerta, así que ¿por eso el estaba tan pasivo?,era obvio que no quería que se desatara una balacera en esa habitación,

Martín se llevó a Sebastián y yo salí frtras de ellos, pero luego me devolví y me encontré con el rostro más hermoso que han visto mis ojos, era una pequeña de doce años, piel blanca como la leche y cabello rubio como el sol.

Cuando ella me vio intentó esconderse pero no le dio tiempo así que se paró frente a mí y me dijo:

__ Ya me has quitado todo, que sentido tienes que me dejes con vida, he visto tu rostro y jamás lo olvidaré, anda termina tu maldito trabajo, porque si sobrevivo te odiare por el resto de mi vida.

Yo sentí que sus palabras me atravesaron el corazón y en el fondo, ella tenía razón matarla en ese momento era un acto de compasión con ella, si estos malditos la descubrían seguro la violarian hasta desgarrarla y despues la matarían y si se queda escondida volará en mil pedazos, porque habíamos puesto explosivos por todos lados, pero ya tenía experiencia con las mujeres con cara de inocente y no me interesa que tenga doce años debe ser igual que todas.

Solo le di la espalda y salí de su habitación, cuando vi por arriba de mi hombro la vi agarrar una almohada, un cobertor y volver a entrar al closet, cuando camino por el pasillo veo que vienen algunos hombres con tres bolsas que destilan sangre, no había que ser muy listos para saber que las cabezas de Sebastián, su mujer y su hijo, estaban ahí, era el trofeo para el Daddy

__ ¿Revisaste todo?, nos falta la mocosa, tiene doce años, ese virgo sera solo para mí _ dijo el maldito de Eusebio, era la mano derecha del Daddy y era el jefe de este equipo, sentí mi sangre hervir, pero no era problema mío lo que le pasará a esa chiquilla sin embargo, sé que no soportaría verla sufrir en manos de estos malditos.

__ Si, revise ese cuarto y el de al lado al parecer si esta de paseo con la nana, como dijo Sebastián

__ Maldita sea, me quedaré con las ganas, bueno vámonos, ya los explosivos están activados tenemos diez minutos,

__ vamos a saquear las joyas y vamos por la caja fuerte,

__ Si en ocho minutos no están, se quedan para que vuelen por lo alto, esa será la única forma que lleguen al cielo. Ja jaja

Todos se dispersaron, unos a las habitaciones y otros al despacho, cargaban de todo, podíamos adueñarnos de lo que quisiéramos, pero a mí sólo me interesaba recuperar mi corazón, que me lo había robado una pequeña ladrona,

Sé que me estoy jugando la vida, pero todos están buscando su tesoro y yo encontré el mío, una hermosa pequeña con rizos de oro, labios rojo granate, ojos azules como dos piedras de aguamarina, sin duda ella era un cofre, lleno de piedras preciosa y yo la quería para mi. Subí corriendo las escaleras y cuando llegur frente a su puerta me doy cuenta de que la pequeña ladrona se cerró por dentro, por obvias razones no podía tocar sin delatarla, a parte de que sé, que no me abrirá la puerta, ella me odia y con justa razón.

Salí corriendo de la casa como todos, quedaban tres minutos para la explosión, todos corrían hacia las camionetas cargados de objetos valiosos, pero yo me devolví sin ser visto, no me marcharía sin mi tesoro, así que trepe a un árbol que daba hacia su ventana y entre a su habitación, desde ahí pude ver a las camionetas marcharse, eran seis camionetas que iban directo al aeropuerto así que pasarían por lo menos dos horas para que notarán mi ausencia, pero si mi reloj no me fallaba, solo me quedaban dos minutos para salir de la casa, abrí el closet y ahí la encontré acostada con unos audífonos puestos, tarareando una canción, al verme me volteó los ojos y me empujó

__ ¿Vas a matarme o no?, ya me aburres

Sin decir nada la subí a mí hombro como un costal de papas y corrí con ella escalera abajo, cuando salí de la casa, ya los segundos de la cuenta regresiva iban por siete, corrí lo más que pude y la explosión nos alcanzó, yo caí como a dos metros y ella cayó un poco mas lejos de mí, yo tenía una herida en una pierna, pero eso poco me importó corrí hacia ella y estaba inconsciente, la levanté en brazos y corrí hacia la calle en busca de ayuda, a lo lejos pude ver venir un taxi, comencé a hacerle señas y se detuvo, pero para mí sorpresa, bajode él una señora como de treinta y cinco años y cuando me vio con la niña en brazos, corrió hacia ella

__ Mi niña Hellen, ¿Qué le pasó a mí niña?

__ No hay tiempo, llevémosla al hospital.

Nos subimos en el mismo taxi y aunque la mujer insistió en ir a la clínica de su familia, yo me negué, sabía que el Daddy no dejaría un cabo suelto, la llevamos a un hospital público y la registramos como Adela Montiel, la señora se llamaba Adriana Montiel, y resulta que es la nana de mi tesoro, afortunadamente ese día estaba de permiso, así que decidimos hacerla pasar como su hija y yo como su hermano,

El doctor salió y dijo que Adela había entrado en coma, debido al golpe que se llevó por el impacto con el piso.

Mi corazón se arrugo no estaba dispuesto a perderla, le pedí al doctor entrar a verla y me dijo que solo cinco minutos, entré y me dolió el pecho al verla así, tan frágil, vulnerable, pero a la vez hermosa, parecía una muñeca de porcelana, le acaricie su rostro y le di un beso en la frente y le juré regresar por ella.

Salí cabizbajo y triste, pero tenía que irme, no podía levantar sospecha.

Le expliqué a la nana que yo debía irme, pero que regresaría, de verdad que haberla conseguido fue una bendición, sino hubiese tenido que involucrar a mí nana en esto y aún no es seguro para ellas regresar aquí.

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